Capítulo 22

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Lysander aún no se había calmado cuando Harry volvió a bajar. Había intentado prepararse lo más rápidamente posible, afortunadamente había elegido su ropa la noche anterior, optando por un pantalón de tartán que había encontrado, de color rojo y verde, que Harry consideró apropiado para la ocasión. Lo había combinado con una camisa negra y había cogido su cazadora de cuero, añadiendo una mancha de delineador de ojos y los pendientes nuevos que Severus le había comprado, y esperaba que no fuera demasiado alternativo para las Navidades en casa de los Malfoys. Le preocupaba que se esperara de él que llevara una túnica formal, algo con lo que Harry aún no se sentía del todo cómodo, pues siempre había crecido vistiendo ropa muggle. Severus había sugerido que las túnicas serían el atuendo tradicional, pero Corvinus había hecho caso omiso de sus preocupaciones diciendo que Harry era un invitado, y un invitado de honor, puesto que era fundamental para reunir a un miembro de la familia, y, en consecuencia, había abierto el camino para más. Como tal, Harry fue informado de que podía ponerse lo que quisiera, para consternación de Severus. Harry se preguntó si Corvinus estaba intentando provocar un drama, sobre todo porque parecía estar conteniendo la risa cuando por fin llegó al salón principal, pero ya era demasiado tarde para cambiar y, sinceramente, a Harry también le gustaba la idea de darle un poco de cuerda a Lucius.

"¿No te apetecía abrazar tu herencia y ponerte la túnica para la ocasión?". preguntó Lucius en cuanto llegaron, con cara de estar chupando un limón.

"No especialmente", sonrió Harry. "No sé por qué, pero me asusta un poco sentir una brisa alrededor de mis partes".

"Sé lo que quieres decir, Harry", rió Tom, saliendo a saludarles, "pero probablemente deberías acostumbrarte a llevarlos en algún momento, ya que serán imprescindibles en cualquier trabajo importante que solicites en el mundo de los magos".

"Y nadie se enterará si decides llevar calzoncillos debajo -susurró Severus, haciendo que Harry soltara una risita al preguntarse brevemente si Severus aún llevaría ropa interior bajo la túnica, a diferencia de sus amigos de sangre pura.

Neville estaba de pie junto a Harry, ligeramente preocupado, cuando Tom se acercó.

"Tú debes de ser Lysander Lestrange -dijo tendiéndole la mano-. "Me han impresionado mucho algunas de tus teorías sobre Herbología. Tu profesor debe de alegrarse cada vez que entras en uno de los invernaderos".

"Bueno, normalmente es ahí donde se me puede encontrar fuera de las clases", murmuró Lysander, aunque cogió la mano de Tom, para alivio de Harry, así que al menos eso era algo.

"Sí, me ha impresionado mucho su conocimiento en ese campo", sonrió Corvinus. "Algunas de sus conversaciones con Severus se me escapan".

Lysander se sonrojó, aún no del todo acostumbrado a los elogios sin adulterar de su abuelo. "Aún tengo mucho que aprender, sobre todo mirando el libro que me compró el profesor Snape".

"¿Le has comprado un regalo de Navidad al querido Lysander, Severus?". preguntó Narcissa. "¿Debería preocuparse Harry? ¿Tiene competencia por tu afecto?"

"Difícilmente", se burló Severus, rodeando los hombros de Harry con un brazo. "Quería disculparme por no haberme dado cuenta antes de su estado.
Si lo hubiera hecho, quizá él también habría encontrado antes a su familia. El hecho de que sea uno de los mejores amigos de Harry es una razón más para intentar tender puentes".

Severus terminó su pequeño discurso dando un pequeño apretón en el hombro de Harry y éste tuvo que agachar la cabeza para ocultar su sonrisa. Le había preocupado un poco la intención que Severus había puesto en el regalo de Lysander y era agradable saber que en realidad era en su beneficio y no en el de Lysander y le ayudaba a sentirse un poco más seguro en el afecto de Severus.

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