Estoy Aquí •~Hiro Hamada x tn~•

9

-¿___ tiene una hermana?- dijo sorprendida.- no estaba enterada.

-ya veo.

-pero ¿tu como sabes? - pregunto ella.

-ella me lo dijo.- dijo con un poco de verdad.

Ya que ella si se lo habia dicho, pero ella no sabia que la persona con la que hablo, era Hiro. Asi que ella no se lo confio necesariamente a el.

-pues, si quieres le puedo preguntar a mi amiga,la del horfanato de donde viene ___.

-si, gracias tía.- dijo feliz y llendose.

-hola Mary.

-hola Cass, ¿todo bien?.

-todo estupendo.

-¿___ no te ha dado problemas?.

-pero si ___ es un amor.

-jaja sabía que se llevarian tan bien, entonces ¿a que se debe tu llamada?.

-me gustaría saber algo sobre ___.

-si dime.

-¿tiene una hermana o algo parecido?

La señora se quedó callada por unos segundos, pero luego hablo.

-Cass, creo que debemos hablar sobre esto en persona si no te molesta.

-claro, voy para alla.

-¿espera ahora?...- pregunto, pero ya le habían colgado.

Cass cerro el café y se dirigio al orfanato.

En este poco tiempo ___ habia ganado su corazón, ella siempre quiso formar una familia, pero no tuvo la oportunidad, ya que ningún hombre aceptaba a una mujer con dos niños a su cargo. Mucho menos si no son sus hijos.

Pero ella preferia mil veces a sus sobrinos que a unos idiotas. Ella no los dejara, son su razón de vivir, despues de perder a sus padres por vejez y luego a su hermano por un accidente. Y ahora a su sobrino.

Tenia miedo de perder a su unica familia ahora, su sobrino.

Pero ahora le daba miedo perder a alguien más, a su linda hija ____. Porque eso era lo que era. Su hija.

Y ella más que nadie sabe lo que es perder a un ser querido, no quiere lo mismo para su pequeña, ella hará todo por verla feliz. Hasta arriesgando su propia felicidad, mandandola a donde este la hermana de ___.

Una lágrima caía por sus mejillas mientras imaginaba la despedida de su pequeña.
Pero rápidamente se la limpio para luego sonreir.

Una vez leyo que si sonríes por más de 3 minutos, tú mente se creerá que estas feliz, por eso ella siempre sonreía. Para engañar a las personas y a si misma de estar bien, pero su corazón estaba cada vez mas roto.

Ella trataba de que la tristeza no le ganara, no por ella, si porque no quiere dejar solo a sus adorados hijos.

Luego de un rato al fin llego al gran orfanato.

Bajo del auto y tocó el timbre, de este salió una joven menor que ella.

-buenos dias, gusto en verla de nuevo señora Cass.- dijo amable la joven.

-claro ¿usted es la asistente de Mary?.

-si puede llamarme Nicol.

-mucho gusto Nicol.- dijo estrechando le la mano.

-la señora Mary la espera, pase.- dijo y entro y ambas caminaron por los grandes pasillos, ganandose las miradas de los jovenes y niños. Pero en especial la de dos personas, quien la miraban mientras se escondian, pero en lados diferentes.