𝐋𝐀𝐙𝐎 𝐑𝐎𝐓𝐎 | 𝐌𝐈𝐌𝐈𝐍

𝟴

¿Por qué? ¿Por qué esa alfa estaba tan concentrada en querer hablarle? Simplemente Miyeon no podía comprenderlo del todo, tal vez había visto su lazo, llevo su mano a la antigua marca, acariciándola levemente, sintiendo tristeza en el proceso, sabía que no tenía que sentirse de ese modo, su cachorro podía sufrir las consecuencias de las emociones, por mas que detestara sentirse así, no podía evitarlo.

¿Quién diría que los recuerdos compartidos se irían de inmediato gracias a la alfa que la había marcado y dejado de por medio? Miyeon pensaba que era importante para ella, que nunca la dejaría, que de pondría contenta cuando se enterase de que tendrían un cachorro.

Detuvo sus caricias para pasar a apretar la zona, sus ojos se sentían picar, comenzando a calentarse levemente, y por fin sacando el primer sollozo por sus labios, dejó que las lágrimas salieran de por medio, las gotas que caían por sus lagrimales deslizaban por su mejilla, humedeciéndola con si rastro.

Miyeon había sido fuerte, siempre lo había sido, desde preparatoria, aprendió que no debía dejarse pisotear, aprendió que no todo podía ser color rosa en su vida, pero, ¿era necesario tener que pasar por un lazo roto? Había escuchado tanto de ellos, pensó que jamás lo viviría, y ahora allí estaba, sentada en su cama, con la mano sobre su antigua marca, la cuál ya jamás será reforzada por la misma alfa, su mano tembló ligeramente.

Dolía demasiado, recordar el pasado dolía demasiado, el querer olvidar a esa chica sería difícil para ella, por mas que sintiera que podía seguir con una sonrisa para disimular el dolor en su corazón, no podía hacerlo, había pasado poco tiempo, y sentía que estaba apunto de desplomarse en sus emociones, odia llorar, y más lo odia porque sabe que llora por esa alfa, esa tonta que la traicionó de la peor forma, que de un momento a otro dejo de brindarle todo el amor que decía tenerle, ¿acaso el amor era falso? Tal vez lo sea, tal vez no debió enamorarse, tal vez era demasiado ciega al respecto de su concepto del amor, tal vez ni siquiera esa alfa le había brindado amor.

De nueva cuenta otro sollozo escapó de sus labios, dejó de tocar la unión de su cuello y hombro para pasar a abrazar su abdomen sin apretarlo.

— L-Lo siento — mencionó en voz baja —, perdón... no quiero dañarte, pero, me duele... aún me duele que ella me haya dejado, perdona, cachorro.

— ¿En verdad te atreviste a invitarla a salir cuando dijiste que no lo harías porque apenas la conoces?

— Si...

— Minnie, ¿no crees que puedas asustarla? — Minnie era consciente de que la posibilidad de hacerlo era grande, pero valía la pena el riesgo.

Podía decirse que había tomado una decisión demasiado precipitada al invitarla a salir, pero no era una cita o algo parecido, la había invitado para hablar un rato, aunque Minnie sabía que las preguntas que haría, posiblemente sean incomodas para la omega, y claramente tenía que tener en cuenta un rechazo de por medio de parte de aquella hermosa muchacha.

— Solo hablaremos, no tiene nada de malo — se encogió levemente de hombros.

— Claro que lo tiene — hablo Shuhua —, no lo tomes como un tema que debe cerrarse, quieres enterarte del porque de aquel lazo roto, ¿sabes que podrías ser desechada de su lista si se lo preguntas?

— ¿Lista? — pregunto Minnie ladeando un poco la cabeza.

Shuhua a veces creía que estaba con una tonta, Minnie a pesar de que podía tener a mas de una omega a su disposición, nunca se había interesado por alguna, siempre se la pasaba la mayoría de los tiempos concentrada en sus estudios, no le interesaba salir a fiestas para divertirse, no le interesaba quedarse conversando más de dos horas con los demás, prefería estar en su cómoda casa mientras leyera cualquier libro que le interesara, pero ahora verla interesada en una omega, era tan extraño y fascinante que pareciera que estaba viviendo una aventura ficticia con su amiga, Shuhua estaba feliz de que su amiga estuviera interesada en una omega, pero aún así quería golpearla en la cabeza, pues Minnie parecía no conocer nada sobre relaciones.

— Si, lista, ¿sabes? En otras circunstancias te diría que puedes hacer lo que se te venga en gana, pero esto es distinto.

— ¿Por qué necesariamente tiene que ser distinto? — frunció levemente el ceño, a veces Shuhua es toda una caja de misterios ocultos, y parece que cree que ella es adivina y que puede leer cada uno de sus pensamientos.

— Solo escucha, ¿a ti te molestaría que se metieran en tu vida privada? — Minnie asintió —. Pues será lo mismo con la omega, no sabes las razones del lazo roto que tiene, no sabes nada de su pasado, y el atacarla con preguntas sobre eso, tal vez la altere.

— Descuida, seré lo as precavida posible.

— Eso espero, porque quiero que mi amiga tenga puntos para que puedas brindarle cortejo a la omega.

¿Cortejo?

Eso ahora sonaba mucho mejor que antes, Minnie había tenido un agradable sabor en la boca al escuchar esa palabra, se preguntó si acaso se sentiría mejor al pedirle cortejo a la omega, Cho Miyeon, lindo nombre es igual a la linda persona, ¿no es así? Y Minnie sabía que con solo verla, podía ver a alguien preciosa, y no solo por fuera, sino que también por dentro.