𝐋𝐀𝐙𝐎 𝐑𝐎𝐓𝐎 | 𝐌𝐈𝐌𝐈𝐍

𝟭𝟵

— Creo que mejor consigo otras prendas de ropa — mencionó Miyeon al verse en el espejo, no sabía si había sido buena idea haber hecho a Minnie acompañarla.

Minnie estaba a punto de preguntar el porque, pero al ver a Miyeon la comprendió, necesitaba tallas un poco más grandes, y era más para futuro, la podía entender, así que sin más fue a ver algunas prendas de vestir que fueran mas holgadas.

— ¿Qué te parece esto? — preguntó Minnie a lo que la omega la miró, la alfa traía unas playeras holgadas, esas estaban perfectas.

— Son perfectas — mencionó acercándose a Minnie para mirarlas.

Miyeon escuchó unos murmullos y después pequeñas risas, miró de reojo y ahí pudo ver como eran algunas omegas, estaban viendo a Minnie, pero también a ella, parecían estar burlándose, o seguramente se preguntaban lo que hacía aquella alfa con ella.

— Ignóralas — mencionó Minnie llamando la atención de la omega —, solo son unas tontas — le sonrió.

Miyeon había comenzado a ser un poco molestada en clases, y es que algunos habían descubierto sobre su embarazo además de que sabían de su lazo roto, no sabía como se había extendido ese rumor, y lo peor era que siempre le mencionaban lo desafortunada que era al no haber podido estar con su alfa, que seguramente ella es una omega que no sabe como satisfacer las necesidades de un alfa y que simplemente los aburre y ellos la desechan como basura.

— No se si podré — mencionó Miyeon cabizbaja.

— Bien, entonces yo me encargo — hizo que Miyeon sostuviera las prendas de vestir y miró hacía las omegas que seguían murmurando —. ¡Hey, ustedes! — las omegas se sorprendieron al escucharla —, si tienen algo que decirnos dejen de murmurar como brujas escondidas y díganmelo en la cara.

Miyeon no pudo evitar querer reírse por el comentario y la comparación que había hecho Minnie, y mas al ver la cara de ofensa que habían puesto aquellas omegas, quienes estaban a punto de responderle pero Minnie les soltó un gruñido en advertencia.

— Más les vale que no les vuelva a ver mirándonos o comentando algo con respecto a mi omega, así que será mejor que se larguen.

¿Su omega? Miyeon la miró curiosa ¿en verdad había dicho aquello? Algo se removió dentro suyo, podía sentir su loba agradecida y feliz, pero no era solo por el hecho de escuchar como la defendía, sino también por decir que es su omega, eso había sido lindo, y algo que sinceramente no esperaba.

Ni siquiera su anterior alfa se había colocado en su defensa suya de ese modo Miyeon de vez en cuando era fastidiada por las personas a su alrededor, y se había acostumbrado a esos tratos, ya no les tomaba mucha importancia, después de todo eran personas que no sabían que hacer y solo se la pasaban la eternidad fastidiando como si fuese a lo único que venían después de haber nacido.

— Vaya personas que una se encuentra aquí — soltó un bufido, Miyeon no dejaba de mirarla —, ¿estás mejor?

— Si, ¿dijiste que soy tu omega? — Minnie sintió un nudo en su garganta, definitivamente había perdido mucho el control en su persona, ni siquiera se había percatado de que había soltado sin querer aquellas dos palabras.

— L-Lamento si eso te llegó a molestar...

— No me molestó para nada, Minnie — sonrió hacía la alfa —, me gusta como se escucha.

Bien, la alfa había caído de nuevo en esos encantos que seguramente Miyeon ni siquiera sabía que tiene, demonios, se sentía tan bien la sensación cálida expandirse en su cuerpo solo escuchar aquella aprobación por parte de la omega, solo quería seguir diciendo que es su omega para poder observar aquellos hermosos ojos brillar y esa preciosa sonrisa suya en su rostro.

— ¿Quieres algo de comer? — preguntó la alfa.

— Me encantaría.

— ¿Qué es lo que quieres? Creo que por aquí cerca hay restaurantes.

— Me encantaría un helado con algo de queso encima — Minnie soltó una pequeña risa, esperaba que algo como eso sucediera, los antojos son normales, y es divertido escuchar algunos, y otros solo te preguntas si acaso eran comestibles o si sabrían bien.

— Bien, entonces, vayamos por ese helado, no quiero que ese bebé salga con cara de helado.

Definitivamente era la primera vez que Miyeon estaba dejando de lado sus pensamientos, dejando ver aquella marca que poco a poco iba desapareciendo de su piel, teniendo aquella confianza que antes creyó haber perdido desde que la habían abandonado de aquella forma, Minnie parecía tener el poder de hacerla olvidar su pasado y mantenerla en un presente lleno de sonrisas y calidez, y por mas que ella no quisiese estar en ese precioso paraíso, no podía evitarlo, le gustaba ese paraíso, le gustaba no pensar en problemas, le gustaba la compañía de esa alfa.

Le gusta Minnie, definitivamente le gusta, y su loba esta de acuerdo.