𝐋𝐀𝐙𝐎 𝐑𝐎𝐓𝐎 | 𝐌𝐈𝐌𝐈𝐍

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Esa mañana en especial el aire golpeaba con poca dureza en su rostro, la tibia luz solar pegaba en su piel mientras que caminaba al hospital mas cercano, lo bueno era que no tenía un problema con estar allí, caminar era lo mejor para todos, así que necesitaba hacer algo de ejercicio, por inercia miró a su vientre, aún no estaba abultado, pero tenía la necesidad de verlo así, seguramente se vería horriblemente gorda, soltó un suspiro al pensar en eso, no debía darse comentarios negativos, necesitaba animarse, aunque mirarse con el vientre más abultado no era algo que le gustara en especial.

Siguió su camino hasta que por fin logro divisar el hospital, sonrió, era la primera vez que vería a su cachorro, y eso si que la hacía sentirse mas que encantada, ¿como sería? ¿se vería demasiado pequeño? Seguramente se vería de ese modo, pero no importa, quiere verlo, y eso es lo que mas esta anhelado ahora.

Siguió su camino cuidándose de cruzar el estacionamiento del hospital para poder por fin entrar.

— Madre — la señora Yontararak en cuanto miró a su hija sonrió de inmediato —, ¿como te ha ido?

— Te he dicho que no me visites tanto, pequeña — mencionó su madre mostrando su ceño levemente fruncido, Minnie sabía que no estaba del todo molesta, después de todo su madre le gustaba mostrarse levemente enfadada —, tienes dos carreras y necesitas concentrarte en eso, cariño.

— No debes preocuparte, soy toda un as en eso — mencionó la alfa mostrándole un pequeño ramo de flores —, te traje un regalo.

Shuhua era la única que sabía que la madre de Minnie se enfermaba seguido, su sistema inmune era demasiado débil, y eso siempre mantiene preocupada a Minnie, a pesar de que a veces su madre le ha dicho que no debe preocuparse demasiado por ella, que se encontraba bien, pero por supuesto Minnie no aceptaba eso y quiere verla los días en que esta disponible, no dejarla sola y abandonada aburriéndose con la comida y programas del hospital, y por supuesto su madre mostraba alegría al poder verla.

— ¡Son preciosas, cariño! Gracias.

La alfa dio un asentimiento para por fin tomar asiento al lado de su madre para poder estar con ella.

— ¿Cómo han estado las clases?

— Bien, aunque... — su madre le dió un rápido vistazo —, ¿es normal sentirse preocupada por alguien?

— Lo mas normal del mundo cariño, ¿por qué lo preguntas?

Su madre ya tenía una leve sospecha, los ojos de su hija parecieron brillar al instante que recordó algo, y eso solo la hace sentir como la emoción invadía su cuerpo enviándole toda esa alegría que presentía que soltaría al instante en que su hija mencionase algo.

— Creo... — inhaló por unos momentos para volver a mirar a su madre y soltarlo —, creo que encontré una omega que me gusta.

De inmediato la señora Yontararak mostró una sonrisa al escuchar eso, y por supuesto Minnie solo había sentido sus mejillas algo calientes de solo mencionar aquello, Minnie no había presentado nunca a una pareja, y eso a veces lograba decepcionar a sus padres, pero mas a su madre, quien de solo ver a su hija tan concentrada en esforzarse en otras cosas para salir adelante, olvidaba que también debía hacerlas para su propia persona, Minnie ignoraba siempre a las omegas, se la pasaba mas encerrada en su habitación para hacer tareas y otras cosas que ella consideraba mejores, y ahora que le dijera aquello solo hacía que se sintiera emocionada.

— ¿¡Quien es!? — preguntó tan emocionada su madre —, debo saberlo.

Su hija mostró una tenue sonrisa ante eso.

— Cho Miyeon, es muy linda, demasiado linda — mencionó Minnie —, pero...

— ¿Pasa algo cariño?

— Tiene un lazo roto y creo que fue algo inoportuno de mi parte pedirle una oportunidad — llevó su mano hacía su nuca rascándola levemente —, y espera un cachorro.

Su madre llevó de inmediato sus manos hacía las de su hija alfa, acariciándolas levemente para brindarle confort.

— Cariño — mencionó suavemente —, ¿le has preguntado directamente? — la alfa dio un asentimiento —. No debiste ser tan brusca — soltó un suspiro —, los alfas son así, lo comprendo, pero, cuando se trata de omegas en esas condiciones hay que ser precavidos, un lazo roto es muy doloroso ¿si? — la alfa asintió comprendiendo su error —. Ahora, ¿la has invitado a salir?

— No, no estoy muy segura de que quiera volver a verme.

— Minnie Yontararak, no seas cobarde, apuesto a que esa linda omega le gustaría volver a verte, solo se cuidadosa, ve lento con ella, un lazo roto es difícil de superar para algunos, pero si es que esa omega sigue y estudia, entonces es una omega fuerte, no la dejes ir fácilmente, ve con ella y demuéstrale que eres una alfa digna de ella.

— ¿Crees... que ella me acepte? Me gustaría que lo hiciera.

A Minnie no le importaba que la omega tuviera otro cachorro de otra alfa, ella amaría ese cachorro, y a Miyeon, su madre lo sabía, y era por eso que la alentaba a intentarlo, ella alguna vez conoció a una omega con lazo roto, la ayudo a que evitara él suicidio, y la hizo salir adelante, hasta que por fin un alfa de los pocos buenos que había, se acercó para poder ayudarla y estar juntos por una vida preciosa, jamás creyó que algo similar le pasaría a su hija, no era tan igual, pero el solo hecho de escuchar eso, le había traído tantos recuerdos que simplemente la hacían sentirse nostálgica.

— Ella te aceptará, estoy segura de que lo hará.

Esa simple respuesta había hecho que Minnie se sintiera más que contenta al respecto.