𝐋𝐀𝐙𝐎 𝐑𝐎𝐓𝐎 | 𝐌𝐈𝐌𝐈𝐍

𝟮𝟳

Shuhua notaba la felicidad en Minnie, era demasiado palpable y parecía que la estaba volviendo una completa idiota.

— ¡Hey! — aventó una pequeña bola de papel hacía su amiga la cual cayó justo en su frente como ella quería.

— ¿Qué? ¿Qué pasa? — Shuhua soltó una suave risa al escuchar esas dos preguntas hechas por su amiga, pero era necesario para sacarla por unos momentos de esa nube de felicidad, pues posiblemente le llamen la atención.

— Nada en particular — se encogió de hombros —, pero créeme amiga, no deberías andar paseando con esa tonta sonrisa por todos lados, los profesores seguramente ya han de estar pensando que te has drogado con alguna sustancia extraña del laboratorio.

Minnie frunció el ceño al escuchar eso, no era para tanto, no podía verse tan perdida como Shuhua le estaba diciendo, o eso es lo que ella pensaba, tal vez si alguien se atreviera a afirmarlo, seguramente hasta ella pensaría que se había drogado con algo demasiado fuerte para poner aquella sonrisa de felicidad, ya nadie podía sonreír normal, si lo hacías porque de verdad te ponías eufórica, seguramente pensarían que estas loca o que simplemente te has metido alguna sustancia, aunque no es necesario para sentirse de ese modo.

— En fin, ¿iras a ver a tu omega? — preguntó a lo que Minnie soltó un suspiro para después asentir —. Entonces seguramente es lo que te tiene en las nubes.

— Un poco — mencionó en respuesta —, me ha besado.

— Por unos momentos pensé que serias tú quien la besaría.

— También lo pensé, pero — sonrió —, fue genial que ella lo hiciera así de imprevisto para mi, sinceramente me tomó por sorpresa y me encantó.

— Esta omega si que sabe lo que quiere — mencionó Shuhua —, usualmente esperan a que tu des el primer paso, pero Miyeon se ve que es alguien muy distinta, ¿crees que tenga algo que ver con el lazo roto?

— No estoy tan segura de eso, me parece que ella tiene una actitud fuerte e independiente, es fabulosa, aunque a veces me gustaría que me dejara conseguir un poco.

Shuhua se encogió de hombros, conseguir omegas como Miyeon era algo que no se podía ver mucho, y es que casi siempre se regían a las viejas costumbres en las que el alfa le daba todo a la omega mientras que la omega se dejaba consentir de por medio y quería que todo el cortejo lo llevase a cabo el alfa, por supuesto los tiempos cambiaron, y aunque se siga llevando a cabo la misma tradición del cortejo, ahora podías ver que los omegas gustaban de participar en el mismo, para así poder sentir a la alfa querida y viceversa, era mejor y algo más considerado.

— Ya quisiera yo tener a alguien así — mencionó Shuhua —, tienes mucha suerte amiga.

— No creo que la suerte haya tenido que ver con esto.

— ¿Me dirás que el destino lo hizo? — Minnie dio un leve asentimiento sorprendiendo a Shuhua en el proceso —, ¿no se supone que tu intelecto te impedía seguir esas tonterías del pasado?

— ¡Oh, cállate! — empujo levemente a su amiga beta causándole una risa —. Solo... creo que a veces puedes cruzar tu camino con alguien a quien menos esperas.

— ¿Un encuentro inesperado? Una serendipia.

— Eso es — mencionó Minnie asintiendo —, y sinceramente me gustó, por un momento me habían visto como una artista incomprendida que se la pasaba solamente encerrada creando obras maestras.

— Créeme que te vi de la misma forma — Minnie rodó los ojos ante ese comentario —, pero es bueno que Miyeon haya llegado a sacarte de esa tonta vida que llevabas, al menos te ha logrado enamorar chica de corazón más frío que la punta del monte Everest.

— No soy tan insensible.

— Corrección, eras una insensible, debiste ver a cuantas omegas tuve que mencionarles que no estabas interesada, y eso que ellas creían que les hacías caso.

— Exageras los hechos.

— ¡No lo hago, amiga mia!

Minnie admitía que en realidad no lo hacía del todo, siempre se había imaginado que no tendría a nadie de por medio que la hiciera descolocarse de sus metas, a llegada de Miyeon a su vida ha sido un golpe muy directo a lo que ella creía, y definitivamente muy inesperado, por supuesto no quería dejar ir esta oportunidad, tal vez el destino se lo tenía preparado y si podía estar con esa hermosa y dulce omega, entonces aceptaría su destino.

Definitivamente ama su destino.