1. Pero solo en tus sueños.
Sol Lovegood, la chica apreciada por todo Hogwarts, por ser siempre tan amable, risueña y bondadosa.
Hasta el mismísimo Draco Malfoy con quien solo había compartido unas cuantas palabras con ella le tenia cierto aprecio. Cuando todos le tenían miedo, ella no. Jamás lo admitiría pero cuando el estaba en su segundo año y ella en tercero ella fue la primera chica que le llegó a gustar de una forma romántica, igual que Harry Potter, empezó a gustar de ella solo que en su tercer año, aunque sólo era algo platónico sigue poniéndose nervioso al hablar con ella.
Pero ella nunca notó esos flechazos que sentían dichas personas.
Sin embargo, los hermanos Weasley eran muy apegados a ella, de hecho Fred Weasley fue su primer beso en tercer año y su primera vez en cuarto, pero solo eran amigos, ambos querían que sus primeras veces fueran con alguien de mucha confianza.
Ella era muy querida, su hermana era su razón de existir, Sol nunca se enojaba pero que molestaran a su hermana era su talón de Aquiles, siempre la defendía de los malos tratos de sus compañeros, aunque la linda Luna era muy inocente para notar que se burlaban de ella.
Todo quien la conociera quedaba encantado con ella, y quien no la conociera quería hacerlo, y cierto castaño que acababa de entrar a sexto año no era la excepción.
Cedric Diggory, cuantas veces el no había soñado con la idea de conocerla, entrar en su vida, a quien escuchara hablar de ella eran puras maravillas, una vez escucho a George Weasley decir " Ella puede ver la belleza en los demás, y más aún si la persona no sabía que la portase " y eso lo cautivo aún más, el tenía vergüenza de acercársele por que ni una sola vez ella le había devuelto las miradas que el le dedicaba, pero la chica era demasiado distraída para notarlo.
Hasta que un día, el día de regreso a clases a Hogwarts Cedric estaba solo en un compartimiento en el tren, la rubia entró a el buscando a los gemelos.
El castaño cuando la vio abrió los ojos.
- Hola, Cedric verdad? - El asintió nervioso, sabía quien era. - Estoy buscando a los gemelos Weasley, de casualidad los has visto, e buscando en todos los vagones. - El chico negó con la cabeza sin la capacidad de hablar. - Por Merlín, donde se habrán metido, en fin, ¿puedo sentarme? Todos los compartimientos están llenos. - El asintió nuevamente con la cabeza. - Genial. - Ella le dio una gran sonrisa haciendo que el la mirara bobamente. - Soy Sol Lovegood por cierto, de quinto año. - Ella le tendió la mano para que el se la estrechara y así lo hizo. El no lo podía creer, por fin mantenía una charla con la chica con la que había soñado hablar múltiples de veces. Hasta se sintió idiota, que el siendo el chico más deseado en la comunidad femenina y parte de la masculina de Hogwarts se sintiera nervioso por hablar con una chica, pero no era cualquier chica.
- Si se quien eres, es un gusto conocerte, soy Cedric. - El tomó su mano para besarla. Dejándola sorprendida por el acto.
- ¡Oh! Que encantador. - Ella sonrió.
- Gracias. - El le devolvió la sonrisa.
- ¿Bueno Cedric y que hacías tan solo? ¿Y tus amigos?
- Queria descansar y estar solo un rato.
- Oh, Dios mío! Y yo vengo a interrumpirte, lo siento tanto. - Ella se lamentó.
- No! No, tú presencia no me incomoda, más bien... me gusta. - Eso la hizo sonreír mucho más.
- Me alegra bastante, siento lo mismo, si quieres puedes dormir en mis piernas, yo hoy estoy muy enérgica. - Ella palpeo sus muslos, el se puso nervioso, ¿en serio le estaba proponiendo poner su cabeza en sus muslos desnudos los cuales sólo tenían una minifalda?
- ¿E-en serio? - Ella asintió con una sonrisa. Y el cuando se acercó más a ella sintió su dulce olor a Gucci Bloom, bosque y dulces flores. Puso su cabeza en sus muslo acomodándose ahí. Se sentía en el cielo, intentaba alejar pensamientos pecaminosos ya que estaba muy cerca de su feminidad, pudo llegar a ver sus panties celestes pero de inmediato cerró los ojos sin querer parecer un depravado.
- Tu cabello me hace cosquillas. - Ella soltó una risita para empezar a acariciarlo y el como recompensa empezó a pasar sus fríos dedos en su pierna lo que hizo que a ella le recorriera un escalofrío, y por accidente en acto inconsciente apretó uno de sus muslos lo que hizo que ella cerrara los ojos con fuerza intentando no soltar un quejido. - N-No hagas eso. - A ella le gusto que lo hiciera y el lo supo de inmediato le hubiera gustado hacerlo de nuevo pero decidió no tomar el atrevimiento.
Cedric bostezo y ell sonrió.
- Descansa Cedric Diggory, como siempre, es un gusto conocerte, pero solo en tus sueños.
Entonces Cedric despertó, solo en el compartimento, no había rastro de nadie, decepcionado eso si por que nuevamente su mente le había hecho una mala jugada haciendo que volverá a soñar con la chica de sus sueños literalmente.
Pero esta vez tomo una decisión definitiva.
El se propondría a hablar con ella y conocerla.