15. Que lastima que seas tú lo que yo más quiera.
El año por fin había acabado, ese mismo día los colegios de Beauxbatons y Durmstrang regresarían a sus respectivos países, todos estaban muy emotivos por las amistades que habían creado con estos colegios.Sol tenía su cabeza recostada contra un muro, viendo como todos los estudiantes se despedía, siendo felices, olvidándose por un momento que tiempos escudos vendrían.
- Sol. - La rubia volteó encontrándose con esos ojos que tanto le encantaban, los de Cedric. - No quiero que nuestra última platica antes de que volvamos a clases termine en una pelea así que es hora que me digas la verdad de una vez por todas. - Sol frunció el ceño temiendo lo peor. - ¿Que tramas tú con Potter? ¿que secreto me estás escondiendo que no pueda saberlo? - Sol no sabía que decir. - ¿No dirás nada? Bien, no seguiré perdiendo mi tiempo.
El chico estaba por irse pero sol tomo su brazo con mas fuerza de la que debería, soltándolo inmediatamente al ver la marca de sus uñas las cuales estaban en el brazo del joven haciendo que el soltara un quejido de dolor. Su lado salvaje aún humana seguía presente para recordarle que siempre sería parte de su naturaleza.
- Lo siento, no quería hacerlo. Cedric, escucha, quiero que sepas que Harry y yo no trámanos nada, tan solo es algo mío.
- Sol, entiendo que Harry sea tu amigo y todo lo demás, pero yo voy por encima, estamos juntos, no puedes esconderme cosas. - Dijo el duramente.
- Necesito que me creas, por lo que más quieras. No puedo decírtelo. - El chico la miro indignado.
- Que lastima que tú seas lo que yo más quiera Sol, pero me estás mintiendo, me ocultas cosas, y no puedo estar con alguien que me oculta cosas.
- Cedric... no hagas esto de nuevo por favor.
- Sabes bien que no quiero acabar, entonces te pediré...
- No. no mas tiempos, para nada, solo necesito que confíes en lo que te digo, te lo pido, ¿podrías hacerlo? - Cedric se quedo callado hasta que decidió hablar.
- Muy bien, sea lo que sea, puedes hablar conmigo y lo sabes, esto me demuestra que no confías en mi, y me duele, aquí me duele. - El tomo la mano de la chica llevándola a su corazón. - Si tú no me lo dirás, esta bien, pero tarde o temprano lo sabré, ya sea por ti, ya se por un tercero o por mi propia cuenta.
- No quería que esto sucediera. - Dijo Sol rendida con doble sentido pero el por obvias razones no lo entendería.
- Eso debería decírtelo yo a ti. - El castaño se acercó a la chica para darle un beso en la frente. - Espero que algún día tengas el valor de decírmelo, y espero que no sea demasiado tarde. - Al decir aquello pudo ver como el Hufflepuff se alejaba, dejándola sola, sintiendo como sus ojos empezaban a aguarse, las lagrimas amenazando por salir.
- ¿Sol? ¿Algo ocurre? - Harry camino hacia ella junto con Hermione quien se alejó de ellos para despedirse de Viktor Krum.
- No puedo seguir con esto Harry, me está matando, y estoy arruinando todo con Cedric, tengo que decirle, pero necesito tiempo.
- Estas de suerte entonces, tienes todas las vacaciones para pensar en ello, todo mejorará, te lo aseguro. - Harry puso su mano en el hombro de la rubia en señas de apoyo. - ¿Sabes? Me parece algo irónico que te llames Sol, que tu hermana se llame Luna y que seas esclavos de la luna entonces eres esclava de Luna. - Bromeo el chico intentando hacerla reír lo cual funcionó por el chiste mas malo que acaba de contar.
- De verdad que debes tirar chistes mejores Harry, eres muy malo en eso. - Dijo la chica entre risas.
- Si, tal vez, pero sirvió de algo, pude hacerte reír, ¿eso es bueno no?
- Te quiero Harry Potter, y gracias, por apoyarme.
- Sabes que no hay de que, y tengo una magnífica idea, qué tal que si cuando regresemos a Hogwarts, hables con Remus Lupin, ya sabes, de un licántropo a otro, pueden entenderse.
- La verdad es que me ayudaría mucho, gracias por el consejo Harry. - La chica lo abrazo, para que de repente llegaran Ron y Hermione.
Mientras los cuatro viendo como los caballos voladores que cargaban el carruaje de Beauxbatons se iban. Diana Zabini se acercó a los 4 jóvenes para tomar la mano de Sol brindándole seguridad y ofrecerle su mano a Hermione Granger quien al principio la miró extrañada pero la termino aceptando. Las tres chicas se sonrieron, la una a la otra. Ron era el que estaba más sorprendido de que una Slytherin sangre pura, sostuviera la mano de una nacida de muggles, o como algunos Slytherins solían llamarles, "Sangre sucias." Y mas alguien como Diana Zabini, quien su familia sostenía esos ideales sobre la sangre. Harry a todo esto sonreía por esa unión, no todo estaba perdido.
Tiempos oscuros se avecinan, y deberían estar unidos, todos.
CAPÍTULOS CON FALTAS DE ORTOGRAFÍA QUE SE IRÁN ARREGLANDO.