4. La única persona que puede traicionarte es en quien confías.
- !¿QUE?! - Grito Diana cuando su amiga en la mañana le contó lo qué pasó en los pasillos de la sala común de Slytherin.- Shhhh, haz silencio.
- Me estás diciendo que casi te besas con Cedric Diggory, ¿como quieres que reaccione? ¿Pero por que no lo besaste chica?. - Dijo Dina acomodándose en la cama.
- Por que estaba ebrio hermana, que querías que hiciera, si lo voy a besar al menos que se acuerde. - Diana le dio la razón
- ¿Y como te sentiste cuando el te dijo que te quería a ti? - Sol sonrió y se tapó la cara.
- No lo sé, fue como muy emocionante, jamás me había ocurrido en mi vida. Aunque estaba borracho, los borrachos dicen idioteces.
- Pero también verdades, nunca lo olvides. - De repente Diana se tocó la cabeza. - Mierda me duele la cabeza horrible.
- Ven, termina de alistarte que tenemos que ir a desayunar y que te tomes un buen café negro para que se te quiete la resaca y la goma.
- Aun no puedo creer que bebiste demasiado anoche desde que te topaste con los gemelos y estés bien, amiga pásame todos tus secretos. - Sol negó con la cabeza sonriendo empezando a ponerse sus zapatos para salir.
...
- No puedo creerlo, ese viejo está totalmente loco. Escuchaste lo que le pasó a Neville Longbottom, al parecer quedó traumatizado cuando el profesor moody uso uno de los maleficios frente a él. - Se quejo Diana
- Bueno pues como no, si uso el maleficio Cruciatos y con ese mismo sus padres fueron torturados por la dama Lestrange. - Sol le dio a entender a Diana quien seguía negando con la cabeza.
Las chicas se dirigieron al comedor, ya era de tarde y ese mismo día los estudiantes iban a poner sus nombres en el cáliz.
Sol se despidió de su amiga para acercarse a los gemelos que se traían un plan entre manos.
- ¿Que están haciendo? - Sol preguntó cuando estuvo cerca de ellos.
- Es una pócima para envejecer, y con esta belleza lograremos entrar al torneo. - Dijo Fred.
- Justo te íbamos a buscar, te guardamos una. - Hablo esta vez George.
- No va a funcionar pero me arriesgaré y confiaré en ustedes para que vean que no lo hará. - Fred y George festejaron y chocaron las cinco cuando Sol agarró la botellita.
Los tres jovenes corrieron gritando hacia el gran comedor y cuando llegaron muchos los aplaudieron y más un chico al ver a la platinada ahí.
- Bien chicos, la tenemos, es la pócima para envejecer. - Dijeron los gemelos.