15

172 20 0
                                    

Oliver

Desde que nos enteramos de la fotografía Jenna y yo intentamos buscar a quien la publicó, pero no hay forma no sabemos quien fue, desde ayer Maia está inquieta, tomandose los batidos por la mañana de desayuno, merienda y después de cenar, en el set esta incómoda sin saber que hacer o con quien ir, no se aleja de los grupos grandes de personas o de su prima.

Recién termino de grabar las últimas escenas del día, Maia y Jenna terminaron hace una hora, y la verdad no sé si han quedado o no.

Mis dudas se disipan al ver a varias personas alrededor de algo.

—Oliver tu novia está bebiendo algo que no nos deja probar, enseñala a que debe de compartir las cosas.

Me quedo mirando fijamente al chico que ha sido capaz de decir tal cosa, y para sorprenderme, es amigo del chico ese.

Me dirijo al centro de lo que están rodeando de lejos y me acerco a Maia y la abrazo por la espalda.

—Están diciendo que somos pareja, creo que tendremos que fingir. —Murmuró, ella responde girando la cabeza y besándome.

La abrazo por la cintura y salimos del círculo.

—¿Y Jenna?

—Se ha ido a su cuarto a descansar, no me apetecía volver a la habitación y preferí quedarme a esperar —Se para en seco y me mira fijamente— ¿Podemos ir a la playa a ver el atardecer?

—Claro linda, vamos.

Maia

VOlver a encontrarme mal por culpa de la enfermedad es algo que me preocupa, no muchisimo pero sí en parte, ya que hacía meses desde que no me encontraba mal, sobre todo porque gracias al tratamiento no solo psicológico, sino que también de la enfermedad todo estaba controlado dentro de lo que cabe.

Hoy al terminar de grabar necesitaba ir a algún sitio con Oliver, ya sea por el hecho de que me gusta su compañía o porque no quiero quedarme sola, pero decidí esperar, a pesar de que algunos extras de la serie me estaban molestando estoy feliz de saber que no me hice daño en las manos por el nerviosismo, solo me mantuve serena tomando el batido.

Al llegar a la playa vamos casi corriendo a la arena a tumbarnos, hemos llegado justo a tiempo para ver el atardecer y parece que todo va realmente bien porque el cielo está despejado, me apoyo en el hombro de Oliver mientras miramos el atardecer.

—¿Sabes?

—¿El que, Maia?

—Te conozco desde hace un mes, con todas las personas me cuesta hablar y sobre todo si no las conozco, pero contigo es diferente , me siento realmente cómoda hablando y estando contigo.

Se queda mudo, no dice absolutamente nada durante lo que sería el minuto más largo de mi vida, hasta que él posa sus labios sobre los míos en un beso dulce.

Se queda mudo, no dice absolutamente nada durante lo que sería el minuto más largo de mi vida, hasta que él posa sus labios sobre los míos en un beso dulce

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Si tan solo fuera valienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora