Sintió como alguien le ataba el cabello en una cola alta y acariciaba su espalda, subió la mirada y luego juró en un murmullo, Jorge la miraba con el seño fruncido mientras fijaba su vista en el teléfono que ella tenía en su mano. Se levantó y se miró al espejo para luego lavarse la cara y cepillarse los dientes, Jorge, sabiendo que ella hacía todo realmente lento para retrasar el momento en el que le explicara el por qué escuchaba su conversación se apoyó en el marco viendo como su mirada se desviaba al lavamanos impidiendo el momento en que lo mirara a través del espejo. Martina suspiró siendo consciente de que tendría la conversación que no quería tener. Paso por un lado de Jorge adentrándose en la habitación Jorge solo giró sobre su mismo eje martillándola con la mirada esperando que se dignara a hablar.
- ¿Y bien? - preguntó él.
- ¿Y bien qué?
- ¿No vas a decirme por qué estabas escuchando mi conversación por teléfono?
- Yo no estaba....
- No finjas caray - la sentenció - Tienes el teléfono en la mano y escuché como entrabas al baño ¿Ni siquiera puedo tener privacidad en mi propia casa? - que ella estuviera embarazada, que él estuviera de mal humor y que estuvieran en esa situación no era la mejor combinación para el sentimentalismo de ella, quien ahora, luego de que Jorge saliera de la habitación no sin antes dar un reverendo portazo, se fue a la cama y trató de no llorar. Se sentía como un estorbo a su lado y ahora tenía que pensar que hacer y decir para no pasar como imprudente. Martina se sorprendió cuando él entró a la habitación y se sentó a un lado donde estaba ella, se alegró el no haber soltado una sola lágrima.
- Lo siento - Martina lo ignoró - Tengo los ánimos a flor de piel.
- Y la embarazada soy yo - él la miró estudiando su rostro, enamorándose de sus facciones inocentes, él rió cuando cayó en cuenta con su comentario y ella sonrió a causa de su risa.
- No terminé lo que estaba haciendo antes de que me interrumpieran - él pasó su dedo índice por el rostro de ella, acariciando como una flor su rostro, ella estaba nerviosa por el íntimo que contacto que él se permitía. Él la tomó del cuello y la acercó desesperado a sus labios, buscando consuelo en ellos, esperando con ansias que ella le respondiera igual de urgida por los besos que él, ella le puso la mano en el pecho, él tembló ante su tacto y ella sonrió, amaba cuando él se estremecía ante su tacto, él sabiendo que ella se había dado cuenta le mordió el labio inferior causando que ella gimiera en sus labios, ambos se separaron y él decidió dejarlo hasta ahí si seguía no podría controlarse al tomarla y poseerla aunque la amaba si ella no quería no podría controlarse.
- Iré al estacionamiento olvidé algo en el auto - ella sonrió y por causa y efecto él también sonrió mientras la tomó del cuello la besó en los labios y luego besó su frente al mismo tiempo que acariciaba su estómago. Aún no podía creer que sería padre, que en ese vientre se estaba formando una parte de él y una parte de la persona que amaba, que en ese vientre estaría creciendo el fruto del amor que abundaba en él por esa mujer hermosa. Salió y la dejó sola, seguramente se arrepentiría de eso mas tarde.
- ¿Jorge estas ahí? - preguntó ella luego de que sintió que alguien subía las escaleras sigilosamente, escuchaba a madera fría del suelo crujir y sus sentidos se pusieron alerta, Jorge no podría ser, él siempre que subía las escaleras por muy raro que fuera no le importaba hacer el ruido que quisiera de igual forma era su casa y no le importaba, pero ahora era diferente, cuando ella preguntó él no contestó y los pasos se acercaban. Una persona entró y Martina se atragantó con su saliva y el poco aire que le entraba.
- Al fin nos volvemos a ver hermosa - él se acercó lentamente a ella, la primera reacción de ella fue salir corriendo pero él en un ágil movimiento él la tomó de la cintura y la lanzó a la cama con una fuerza bruta que hizo que sus lágrimas salieran de sus ojos a toda velocidad.
- Brandon por favor aléjate - pidió llorando.
- En unos minutos estarás rogando que no pare - dijo mientras forcejeaba para evitar que Brandon la siguiera besando a la fuerza. En tanto Jorge, en el estacionamiento mientras abría la puerta del auto recibió una tanda de golpes de Brandon cayendo al suelo viendo como él entraba a la casa, a unos metros de él divisaba la caja azul aterciopelada que estaba en el suelo, la tomó y la abrió admirando el anillo que había en ella, en ese momento le iba a decir a Martina que se casara con él, que formaran una familia, que la quería para siempre pero probablemente ya no sería así.
Jorge maldecía por lo bajo al recorrer toda la casa por la parte de afuera tratando de encontrar una puerta escuchando los gritos aterradores de Martina en la planta alta. Se volvía loco, no debió haberle dado la semana libre al jefe de seguridad.
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¿El Orgullo O El Amor? (Jortini) Terminada
Teen FictionNueva novela chicas espero les guste.