capítulo uno

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No sabía como había llegado a este punto.

¿Qué punto? Nisiquiera yo estaba segura, ¿cómo se supone que podía justificarle esto a mis padres? Se supone que debería estar preparándome para la siguiente pasarela, pero estaba literalmente, en la mitad de la nada, en una ecosistema donde Alex se había criado, ¿quién era él? Mi mejor amigo de trabajo, y alguien quien tenía las mismas crisis existenciales que yo. Nos conocimos a los 15 años, en un backstage, junto con su grupo:

Gloria: diseñadora de moda preferida de la marca, siempre estaba enterada de lo que al público le gustaba, era un encanto a pesar que a veces era exigente.

Melman: Era el estilista de los modelos, el maquillaje para él era lo primordial, según su dicho, puedes usar cualquier cosa, pero el maquillaje lo arregla todo.

Normalmente Gloria y Melman se peleaban con eso, Alex y yo siempre nos divertíamos escuchándolos, tenemos una teoría que se atraen, pero no sabemos al final si era cierto o no, ya era cuestión de tiempo poder ver.

Martín: Mejor amigo de Alex, normalmente estaba atrás de los diseños, era el creador, mano derecha de las marcas a las que modelábamos.

Todos mis pensamientos estaban mexclados, tanto que había olvidado en donde estaba, me asomé por la montaña y vi todos los animales de las sabanas, rodeé los ojos por haberles hecho caso a todos ellos de darnos unas vacaciones, estaba esperando para ver el avión, de nuestra seguridad personal llamada pingüinos, por su elegencia y su asustacia, mi mentón se colocó en mi mentón. 

Una voz me sacó de mis pensamientos vagos, me fijé en Gloria quien estaba emocionada entrando a la sala, yo enarqué una ceja al verla así, ¿me había olvidado de algo por pensar en mis padres y las pasarelas que nos habíamos perdido?

Volteé al escuchar a Gloria, ella estaba más emocionada que el propio cumplañero, lo había visto desanimado desde que han pasado 6 meses y seguimos estancados aquí.

—¡Vamos, hoy es el cumpleaños de Alex! ¿Lo has olvidado?

Asentí siendo sincera, esta me regañó, no es porque quisiera, parece que ellos estaban normales, y no tenían la carga de consciencia de las resposibilades, aparte, creo que el único afectado era Alex, había estado desanimado, había bajado mucho de peso, y se lo veía pálido.

—¿No has pensado en la salud de Alex? No creo que quiera una fiesta de cumpleaños ahora, siento que los estaríamos molestando.

—No creo, vamos.

Me jaló del brazo, no puse fuerza, solamente ella estaba tratando de animar al grupo, así que después de un debate mental, seguí su juego, me señaló donde estaba Alex, estaba dormido en una silla alta, había un pizarrón con los días tachados que han pasado desde que nuestra seguridad que no llegaba. 

Gloria me miró, diciendo que yo vaya a verlo, comenzamos una discusión que ella evidemente ganó, a regañadientes me subí hasta donde estaba, picando su mejila, no despertaba, así que le grité en su oído, a lo que me dio un puñetazo en forma de defensa, me tomé la nariz mirándolo mal.

—Discúlpame ___, me asustaste.

Lo miré mal, revisando que no tuviera sangre, cuando me di cuenta que no, bajé los brazos propinándole un puñetazo también, este solamente se encogió de hombros, asintiendo.,

—Estamos a mano. 

Asentimos chocando los cinco, riendo, para después abrazarlo, tratando de transmitir todo el cariño que sentía, este correspondió de a poco, nos separamos y le agarré la mano.

—Bueno, me mandaron aquí para decirte que hay una sorpresa, probablemente sea algún pastel o algo así, no sé, baja para que lo veas.

Este frunció el ceño, señalándome confudido.

Nueva atracción. [Vitaly y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora