capítulo tres

961 84 4
                                    

Comencé a golpear las cosas con patadas, puñetazos, pero no se abría, me sentía totalmente inútil, miré a mis amigos tratando de buscar una salida pero ellos estaban en las mismas que yo, así que solamente me senté en el suelo esperando alguna idea inteligente.

—Bueno, siempre hay que dar una buena impresión, ¿no muchachos?

Estos asintieron, nosotros nos miramos confundidos, a lo que un auto rompió las puertas de vidrio, y nos hicieron subir a la fuerza, empujándonos, en el proceso me jalaron el cabello.

—¿Qué es esto, dónde estamos, por qué estás sentado en un asiento rosado?

—Muchas preguntas salen de tu boquita bonita querida ___, esto es el el auto recreativo para emergencia...¡muchachos, a toda velocidad!

Pisaron el aceledador, comenzando a conducir a toda velocidad, me asomé por la ventana viendo como todo era destrozado por nuestra culpa, me pasé las manos por el rostro desesperada, ¡otra cosa más al historial!

Las calles eran un show total, pero no uno bueno, uno pésimo, cada conductor y luz roja que nos pásabamos, comenzaba a pensar en las fotos que nos vamos a tomar cuando estemos en la comisaría, Dios mío, yo pedí ser modelo, no una criminal buscada.

—Kowalski, signos.

—El piloto nos va a recoger en el techo de un hotel, tenemos tiempo.

Melman sacó la cabeza emocioando, pero al instante fue golpeado por una lata de coca cola, este volvió a sacar su cabeza pero sacó el dedo medio.

—¡Sucios!.

Gritó ofendido, pero al entrecerrar los ojos, se di cuenta que habían camionetas negras, pudiendo divisar a los famosos paparazzis que nos habían reconocido del escándalo que habíamos formado en el casino.

—¡Paparazzis!

Julian se emocionó, abriendo las puertas traseras, saludando, lanzando besos y posando de una extraña manera a mi parecer,

—Ay no, no me tomen fotos, por favor...¡hola!

Comenzó a saludar, la policía se me quedó mirando, entrecerrando los ojos, me asusté retrocediendo escondiéndome atrás de Julian. Sacó una pistola, dándole en la pierna, me acerqué y era un dardo tranquilizante.

—¡No más fotos!

Cerré la puerta con seguro, escuchando como los dardos quedaban en esta, comencé a sentir el corazón latiendo fuertemente, me iba a morir, ya estaba comenzando a ver la luz.

—¿Tiempo de llegada?

—En unos 3 minutos señor.

—¡A sus posiciones soldados!

Todos se fueron hacia atrás, abrí los ojos al ver que nadie estaba en el volante, en cualquier momento nos íbamos a estrellar, tomé el volante como pude tratando de evitar a toda costa el acontecimiento antes mencionado.

—¡El volante, negativo, no hay nadie, negativo!

Skipper miró hacia mi dirección, mirándome con la mirada reñagándome, mientras pasaba unas hojas en una especie de cuaderno.

—¿Qué haces modelo? ¡Toma el volante!

—¿Estás loco? No conduzco, soy neoyorquina.

Grité, mirando hacia delante, habíamos tumbado un letreto de publicidad, estaba a punto de sentarme cuando Martin me empujó hacia atrás.

—Quítate cara bonita, me toca.

Martin tomó el volante condunciendo, para recalcar, mal, este ser había reprobado el curso de conducción.

—¡¿Qué haces?! ¡Pareces pescado condunciendo!

El auto parecía que en cualquier momento iba a colapsar, mi corazón estaba a mil y mis problemas de ansiedad parecían que iban a llegar a flote en cualquier momento.

—Es buena...¡Kowalski, información!

—Señor, tenemos un enorme problema, Capitana Dubois, historial perfecto, ha atrapado a todos los ladrones.

—¡Estás yendo en el sentido contrario Martin!

Alex gritó, mientras volteé veí como Morty estaba tratando de darle respiración boca a boca a Julián, me dieron harcadas de asco considerando que él antes había comido nachos con queso.

—Llámame Martin alias Rayo

Sacó unos lentes de sol, ¿de dónde? Sabrá Dios, tengo una teoría que se los sacó del culo ya que en mi vida le había visto esas gafas.

—¡No, eres Martin alias Inepto!

Alex estaba más desesperado que yo, todos íbamos a colapsar, Gloria parecía que tendría un ataque al corazón, y yo...

Ni hablar.

—¡Mira a la calle Martin por favor, no quiero morir!

—¡Yo sé lo que estoy haciendo, déjenme en paz!

Comenzamos los 3 a discutir, hasta que vimos a Dubois a lado, fingimos tranquilidad y volteé mirándola.

—¡Hola oficial! ¿Hay algún problema?

Alex sonrió.

—Hola.

Sacó la pistola con los dardos, saqué mis brazos empujándola pero no se inmutó.

—¡Esta perra está loca!

—Necesitamos más velocidad, es hora de usar el motor de Kowalski.

—¿Dijiste motor?

—M-O-TO-R.

—Señor, no está listo, no está calibrado y ni hablar de los tornillos...

—Okay.

Lo presionó y el auto salió prácticamente volando, grité lo más fuerte que podía, vi que se había alejado y asentí.

—Bien Martin la perdimos, ya puedes frenar.

—¡No puedo, no hay frenos!

—¿No hay frenos?

Kowaslki se encogió de hombros ante la pregunta de Skipper, y este asintió sonriendo.

—Eso si que es entrega total soldado.

Comencé a rezar, pidiéndole a lo que sea que esté arriba que me perdone mis santos pecados.

Morty estaba riéndose alzando los brazos como si se tratara de una montaña rusa, escuché a Melman vomitar en la ventana.

Chocamos en la pared de una piscina, que estaba alta, si caíamos nos moríamos ahogados

—¡Vámonos de aquí!

Todos salimos del auto, viendo como este era hundido.

—Mi pierna...

Me quejé, mirando el enorme verde que tenía en este, todos nos comenzamos a estirar.

Sentimos la brisa arriba, y vimos que era un helicóptico, sonreímos chocando los cinco, pero no duró mucho, ya que escuchamos la moto de Dubois, bajaron la escalera y comenzaron a trepar lo más rápido que podían.

Dubois salió y comenzó a correr hacia nosotros, la empujé para ganar tiempo.

Alex me miró y yo sólo me encogí de hombros, comenzando a jalarme de cabellos con ella.

—¿Qué te sucede? ¡Ten cuidado ___, está loca!

—¿En serio? No me había dado cuenta.

Ironicé, sonreí al ver una de sus extensiones, me miró mal y yo sin pensarlo, se las arranqué lo más rápido y fuerte que pude, corrí hacia las escaleras y salté, mirándola desde lejos.

—Bien jugado bonita...que comience el juego.


Nueva atracción. [Vitaly y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora