Biana Reyes. Capítulo 4

51 24 29
                                    

Ya han concluido mis vacaciones, y estoy absorta en el trabajo, pero aún no me saco de la cabeza a cierto hombre misterioso que me trae la cabeza loca. En varias ocasiones he cogido el teléfono con las ansias de llamarle, pero siempre dudo de lo que hago .

–Yo creo que deberías llamarlo- me incita Brithany.

Hemos cogido un pequeño descanso para ir a almorzar juntas, y luego volvernos a sumergir en el trabajo.

– ¿Tú crees? Y si me rechaza, no lo sé, no estoy segura de hacerlo.

– Si no lo intentas nunca lo sabrás– me contradice Sarah.– ¿Además crees que si no le hubieses gustado te habría llevado a su casa?

– Sarah tiene razón, lo de ustedes fue, así como, amor a primera vista.– dice la tonta suspirando.

Nos reímos a carcajadas.

–Ustedes saben que yo no creo en esas cosas del amor .

–Bueno pues entonces te reto, vamos hazlo– me incita– No tienes nada que perder –coge mi teléfono que esta encima de la mesa, y me lo extiende.

Yo dudo por un momento y les digo.

– Es que ya han pasado dos semanas, se imagina que lo llame y me salga "¿Qué Bianca, yo no conozco a ninguna Bianca"– hago imitando su voz, lo que ha sonado ridículo.

–Aaaay ya, hazlo - dicen mis amigas al unísono, ya agotadas de mi inseguridad.

Cojo el teléfono y marco el número. Se escucha el tono, y no puedo evitar sentir nervios. Se demora tanto que desisto, ya me estoy quitando el móvil del oído para colgar, pero escucho una voz.

–Dime– contesta con autoridad, y yo me siento aún más nerviosa.

–Es .... Es – mis amigas me hacen una seña con la mano para que avance, tomo aire, y vuelvo a hablar– Es Bianca, ¿te acuerdas de mí ?

Él tarda unos segundos en responder, que a mi me parecen eternos.

–Aaah si, la chica ebria.

<<!Bien, ahora me siento incómoda!>>

– ¿Quería saber si ibas a estar en tu casa por estos días para ir....- hago una pausa- a recoger la ropa que dejé allá?– me abalanzo para acabar rápido con esto.

– No te puedo decir con exactitud, que día de la semana tengo libre, pero puedes venir, y a lo mejor tienes suerte y nos vemos.

Eso sonó irónico.

– Ok ,chao .Un beso.

<<Como que un beso, eres tonta o qué, me regaño mentalmente.>>

– Ha dicho que sí – me dirijo a mis amigas.

–¡Aaaah! –gritan las dos emocionadas.

– ¿Cuándo vas a ir? –pregunta Brithany .

–Apenas tenga un chance con el trabajo– les respondo.

                          .........

Al fin el trabajo me ha permitido un descanso de al menos un fin de semana. Voy manejando a casa de Max. Al llegar puedo verlo en el garaje, preparando el carro, al parecer van a salir.

– Hola, cómo has estado?- le saludo.

–Bien– contesta.

Siento unos pequeños pasitos corriendo rápidamente hacia mi,vme volteo, es Isabela que me abraza.

–Hola Isa.

–Hola- hace una pausa antes de empezar a hablar sin parar, haciendo interminables preguntas.Yo sólo me río porque, se ve que es súper traviesa.– Papá y yo vamos a ir a montar a caballo. ¿Te gustaría ir con nosotros?

Pasión Indomable Donde viven las historias. Descúbrelo ahora