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Grace:

"Te en-con-tre"

—Grace ¿No?

Me apresuro en apartarme de el, para mi alivio el príncipe me deja ir y me quedo cara a cara con el.

—Grace.—Sonríe.

Suspira y continua hablando.

—Sabia que eras tú—Mantiene su sonrisa, como si de verdad se alegraría de verme.—¿Y cómo no lo pensé antes? Debí buscar en mi pueblo...

—¿Me ha buscando?

—En cada doncella que ha asistido a la boda... no imagine...

Entiendo lo que quiere decir.

—Los reyes invitaron a la gente humilde a su boda ¿Aun así lo sorprende?

—Me sorprende que siendo de Arcaría te haya conocido ahí.—Responde.—No creí que la gente de mi pueblo también se hubiera interesado en esa boda, por la distancia más que todo.

Tiene un punto, ahora como explico eso.

—Fue la boda de año o eso dicen.

Sin embargo al príncipe no le parece interesante descubrirlo.

—Es probable.

—Aunque es probable que su majestad o la princesa lo superen.—Su mirada cambia al escucharme, trago saliva.—Eso dicen.

El carraspea.

—Estas aquí, trabajando como una criada.—Me mira el atuendo y otra vez parece emocionado.—Sabia que no te había imaginado en el jardín ayer.

Ya me había visto.

Y se acuerda de mi, aunque no seria raro por la situación en la que nos conocimos. Es difícil olvidar a alguien que hizo el ridículo.

—¿Cómo ha logrado alcanzarme?—Miro el pasillo y el sigue mi mirada con los ojos, antes de volver a verme.

—Solo hay una ruta por el camino que has tomado.

Trago saliva.

—Tengo que...—Lo rodeo.

—Irte?—Me sujeta el brazo, pero esta vez no hay guantes que impidan el roce de nuestras pieles.—Creo que debí abrazarte más fuerte.

—Pero que... ¿Qué esta diciendo?—Reacciono quitando mi agarra y hasta cierto punto creo que fui insolente.—Me disculpo, pero.. No debería.

—¿No debería que...?

—Soy una criada y usted es el príncipe.

—¿Y?

¿Qué pasa con el?

—No deberían encontrarnos solos.

—Conozco bien la ley, Grace.

El corazón me late rápido, tengo las palabras exactas que decir para deshacerme de el, pero no es algo que pueda decírselo a un príncipe.

—Me retiro, su alteza.

Doy un paso y...

—Ve a verme después.

¿Qué?

—Estoy seguro que sabes cual es mi habitación.

Pasa de largo.

—No esta permitid-

—Ya lo dije, Grace, conozco la ley que pusieron mis ancestros.—Me sonríe.—Y no me importa.

Reportando a la Realeza (#2 Amores en la Realeza)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora