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*Elina, princesa de Damaria en multimedia*

Gael:

"Es preciosa" es lo que pienso y debo ser bastante convincente con mis expresiones perdidas mientras la observo, ya que la reacción de Grace lo es todo.

Me coloco sobre ella y beso sus labios, no me separo antes de susurrar sobre ellos.—Abre las piernas para mi, Grace.

Su pecho sube y baja, la noto nerviosa y no quiero que se sienta asi, sin embargo también me demuestra lo ansiosa que se siente.

Observo como me da el permiso y me inclino a besar sus pechos tan tentadores, cumpliendo una de mis fantasías, su pezón cabe muy bien en mi boca y chupo tirando de ellos, consiguiendo que experimente lo agradable que será esto, coloco una mano en mi vientre y voy bajando, mi boca sigue deleitándose con los pechos y es mi mano la que abre más sus piernas, ella jadea cuando siente mi palma rozar y la noto nerviosa, situación que me hace dejar sus pechos para asegurarme que esta bien y los cuales abandono mojados con mi saliva y erectos por la excitación.

Nos hablamos con miradas y cuando estoy seguro, procedo con mi boca llegando  a su cintura y hago lo mismo que hacia con los pechos hace unos segundos, Grace se arquea y coloca las manos sobre mi cabello, no me entierra las uñas, solo acaricia la zona mientras yo voy bajando su ombligo y me centro en la entrepierna.

—Dios mío.

Vuelve a arquearse con el roce y con mi corazón latiendo a mil, me inclino a probar su excitación, la cual no deja de llamarme.

Esta mojada y exquisita, la cantidad me hace salivar y lamer la zona se vuelve adictivo.

—¡Gael!

Se lleva la boca callándose y ríe.

—Nadie va a entrar a esta habitación.—Le doy seguridad y quito su mano de la boca.—No calles ninguno de tus gemidos, quiero escuchar lo bien que te sientes al estar conmigo.

Con el calor en sus mejillas, asiente.

No hago su espera eterna y sobre todo no hago la mía eterna, me  mantengo sobre ella y mientras mi boca busca la suya, le cojo un muslo, pegándola contra mi cadera.

—Tal vez duela un poco.

Ella asiente y me percato del sudor de sus poros, me sujeta de la musculatura del brazo con fuerza y entierra las uñas al oírme.

Sonrio y beso su nariz.

—Eres todo lo que mereces, Grace.

La penetro, cauteloso y sin dudas, ella ahoga un gemido y su mirada encuentra la mía, me muevo tras esperar unos segundos y sus uñas sobre mi bíceps suben a mi espalda, sujetándose cuando empiezo a hundirme en ella.

—Mierda, estas tan apretada.

—¿Es bueno o malo?—Logra decir algo adolorida.

Sonrio y vuelvo a besarle la nariz.

—Tu solo no dejes de tocarme, Grace.

—A la orden, príncipe.

Con una sonrisa la beso despacio y su boca de pronto empieza a tomar el control, jadea y se llena de sudor con cada embestida y su cuerpo se mueve con el mía, desacomodando la cama, me deleito con su imagen excitada y se me pone más dura dentro de ella, las paredes me aprietan y moverme es todo un desafío para no dañarla, pero de pronto esta ella tomando también el control de esto, como el beso y dejo de preocuparme por el daño, que al final de la noche no llego a causarle.

—Ah...—Jadea sujetándome de mi.—Gael, yo...

—Sigue asi.—Le pido y busco su boca.—Solo déjalo fluir, G

Reportando a la Realeza (#2 Amores en la Realeza)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora