『 𝒱𝒾𝓃𝑔𝓉-𝓉𝓇𝑜𝒾𝓈 』

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Todo lo cursivo es un sueño.

Joshua

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Joshua

Me desconecto cuando soy llevado a la comisaría local.
Mis pensamientos girando alrededor de él.

Jeonghan, Jeonghan, Jeonghan.

Estará bien? Estará llorando?

Mierda.

Estoy lleno de cardenales y todo duele, pero me duele más el corazón.

No me pueden enjuiciar.

No puedo estar lejos de él.

Una llamada. —Dice el oficial.

Parpadeando mi ensoñación, lo sigo al teléfono. Con las manos temblorosas marco un número teléfonico que tengo memorizado desde que era un adolescente.

Hola?

Seungkwan, soy yo, Joshua.

Joshua? Porqué estas llamando tan tarde?

Necesito ayuda. Necesito que vayas por Jeonghan y lo mantengas a salvo. Cuida de él.

Por qué? Dónde estás? Qué sucedió?

Dejo salir un suspiro.

Estoy en la cárcel por-

No digas nada más. —Me interrumpe. —. Aquí, habla con papá.

Hola? —Saluda una voz adormilada.

Sr. Boo. —Pauso. —. Estoy en prisión...

Mierda, Joshua. Qué ocurrió? De hecho, no digas nada hasta que llegue ahí a representarte. —Escucho movimiento del otro lado de la línea. —. Diles que tu abogado va en camino.

Solo necesito que Seungkwan cheque a mi hermano, no creo que-

No digas nada más, hijo. No digas nada más.

Asiento, me ahoga el sentimiento.

Gracias.

Él cuelga y mi corazón se siente pesado. Jeonghan no se va a tomar esto nada bien.
Necesito que Seungkwan vaya a asegurarse de que esta bien.
Mi mente esta nublada, no es hasta que un oficial cierra la celda temporal en la que estoy, que soy consciente de la situación. Sucedió. No importa todo lo que nos esforzamos, todo lo que intentaba separarnos nos venció.

𝐻𝒪𝒩𝒢  【𝙹𝚒𝚑𝚊𝚗 】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora