Por Siempre Juntos (Minato Namikaze y tu)

Fiesta de Halloween

Capítulo 23

Cuando el timbre sonó, mi corazón comenzó a latir incluso más rápido de lo que ya lo hacía, estaba segura que era Minato.

Mi madre al ver mi nerviosismo, me sonrió y me hizo una seña para que me tranquilizara.

—Yo iré— dijo con una sonrisa en su rostro

Asentí nerviosa y ella salió, pude escuchar cómo saludaba a Minato e incluso cómo lo halagaba por su disfraz, fue entonces que recordé que Minato y yo no iríamos combinados por el hecho de que ni siquiera habíamos hablado sobre la fiesta de Halloween. Aunque me daba un poco de tristeza también debía admitir que me daba mucha curiosidad cuál sería su disfraz.

Con el corazón a mil, me paré a una distancia prudente de la puerta y esperé a que Minato entrara.

Cuando la puerta se abrió y Minato entró me quedé sin habla... se veía ¡TAN GUAPO! Llevaba un traje verde claro de tres piezas con una corbata roja, si no hubiera sido porque Crysta me había enviado ese tutorial y allí mostraban a los personajes de ese anime que le gustaba, no sabría que en este momento Minato iba vestido de Loid Forger ¡LE QUEDABA MALDITAMENTE SEXY! Y lo mejor de todo era que sí íbamos combinados, estaba segura que Crysta tenía algo que ver con esto y por supuesto debía agradecérselo.

—Te ves guapísimo— solté sin pena alguna, admirando la belleza de mi novio.

No pude evitar que mis ojos lo recorrieran de arriba para abajo sin control, estaba guapísimo. Pero mi entusiasmo bajó de golpe cuando vi que la expresión de Minato al verme no cambió en lo absoluto.

—Gracias, tú te ves muy linda— dijo con una sonrisa tranquila mientras se acercaba a mí.

Una punzada golpeó mi corazón sin piedad, yo realmente había esperado... una reacción más grande... tal vez... que él se sonrojara un poco, se pusiera tímido o algo más. Quizá no era sorprendente verme así, me sentí un tanto triste porque me había esforzado tanto en arreglarme, cuidando cada detalle solo para sorprenderlo. Casi quise darme una bofetada al pensar eso, estaba segura de que me veía bien, a mí me gustaba cómo me veía y eso debía ser lo más importante, repitiendo eso en mi mente como un mantra, logré recomponerme en segundos.

—Gracias— dije con una sonrisa.

—Si nos permite, señora, nos iremos, la cuidaré y la traeré temprano— pidió permiso Minato a mi madre.

—Claro, hijo— contestó mi madre con una sonrisa divertida en sus labios, lo que me confundió.

—Vamos— me llamó Minato, asentí y lo seguí, me dolía que ya no me extendiera su mano, pero recordando las palabras de mi madre, tomé fuerzas.

—No te sientas triste, a él le gusta cómo te ves— me susurró mi madre antes de que saliera.

La miré y no pude evitar que una sonrisa triste se formara en mis labios, quería creerle, pero de cierta manera, me sentía insegura de sus palabras.

El camino a la preparatoria fue corto gracias a que Jiraiya-sama le prestó el coche a Minato, no me sorprendió que supiera manejar, para mí Minato podría hacer cualquier cosa, sin embargo, fue silencioso y en extremo incomodo, era la primera vez que me sentía incomoda con Minato y no me gustaba la sensación.

Llegamos incluso un poco antes de las 18:00, pero aun así ya había muchos alumnos dentro disfrazados, la música sonaba incluso en la entrada y podía ver los rostros emocionados de todos. Minato y yo caminamos uno al lado del otro en este raro ambiente, no sabía que decirle porque no entendía su actitud, lo que me ponía ansiosa.