Rescate

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Capítulo 24

Conforme avanzaba hacía el viejo gimnasio, más oscuridad me rodeaba, incluso el sonido de la música se hacía casi nulo. Mis nervios estaban a flor de piel, lo único que me mantenía firme, era el hecho de que Crysta estaba en peligro y no podía perder tiempo en trivialidades como el miedo.

Cuando llegué al gimnasio, la enorme puerta oxidada estaba cerrada, tomando aire, la abrí con un poco de dificultad.

Solo había una pequeña luz al fondo, agudizando mi vista, vi a Crysta... estaba de pie con una mordaza en la boca y con las manos atadas sobre su cabeza. Casi perdí el aliento.

—C-Crysta...— murmuré en un susurro ahogado.

Corrí hacia ella sin pensarlo, sus lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas en cuanto me vio, su mejilla estaba teñida de un rojo vivo... el enojo creció dentro de mi pecho.

—Voy a sacarte de aquí— prometí mientras miraba sus manos, tratando de encontrar una manera de desatarlas. Sin embargo, Crysta comenzó a moverse de manera extraña mientras hacía ruidos tratando de decir algo, al mirarla, ella negaba con su cabeza frenéticamente. No entendía su actitud, rápidamente desaté su boca.

—¡VETE! ¡_____ VETE!— gritó apenas tuvo libertad de hablar.

—Nos iremos juntas—

—¡NO! ¡VETE!— la desesperación en su rostro me asustó y fue en ese momento que recordé la situación en la que estábamos... Crysta y yo... no estábamos solas.

—¡_____!—

El gritó de terror de Crysta fue lo último que escuché antes de sentir un fuerte dolor en mi cabeza y de que todo se tornara negro.

Abrí mis ojos lentamente, veía ligeramente borroso, pero con la poca luz que había fue fácil para mis ojos adaptarse. A mi lado izquierdo estaba Crysta aun amarrada, pero no tenía su mordaza en la boca. Ahora yo estaba en la misma situación que ella, amarrada, me había precipitado al verla olvidando la situación.

—_____, despertaste— murmuró Crysta mirándome angustiada.

—¿Dónde están?— pregunté mirando a todos lados.

—No lo sé, salieron, pero no creo que se hayan ido— contestó Crysta, pude notar el miedo en su voz

—No, definitivamente no se fueron, pero tranquila, vamos a salir de aquí, voy a encontrar una manera— forcé mi tono de voz a sonar lo más seguro posible, aunque siendo sincera, no sabía qué era lo que iba a pasarnos.

—Tengo miedo—

—Lo sé, pero vamos a estar bien, confía en mí— pedí tratando de tranquilizarla cuando noté que estaba por estallar en lágrimas.

Miré a mi alrededor, pero realmente no había nada que pudiera usar para liberarnos, todo estaba muy lejos de mi alcance, frustrada, comencé a forcejear tratando de liberarme. Realmente dolía, la soga estaba muy bien amarrada y era áspera, lastimaba mi piel. Aunque sentía cómo rasgaba mi piel, para mí era lo menos importante, quería sacar a Crysta de aquí, entre más rápido mejor.

—_____, basta estás sangrando— pidió Crysta con lágrimas en los ojos.

—Mierda— maldije en voz alta por la desesperación de no poder liberarme, a la vez que dejaba de moverme para que Crysta no se preocupara —Crysta, necesito tu ayuda, necesito que me digas si es que ellos te dijeron por qué hacen esto—

Crysta asintió repetidas veces y haciendo un enorme esfuerzo, dejó de llorar.

—L-Lo s-siento— dijo con voz quebrada.

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⏰ Última actualización: Apr 07, 2023 ⏰

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Por Siempre Juntos (Minato Namikaze y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora