¿Que opinas sobre el presentimiento del amor?
En japón se utiliza la frase "Koi No Yokan" para referirse a la sensación al conocer a alguien de que inevitablemente te enamorarás de él o ella.
¿Alguna vez te ha sucedido?
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—Que casualidad encontrarte aquí, mi amor ¿Quién es él? —Preguntó un chico rubio de cabello largo.
Debía admitir que tenía muy buen físico. Su rostro parecía de modelo de maquillaje, el cabello largo le daba aspecto de dios griego o algo así, y su cuerpo largo y delgado se veía bastante estilizado bajo el buen outfit que llevaba.
—Hyunjin... —Minho se encontraba estático, su respiración acelerada, su rostro pálido como si hubiera visto un fantasma.
Coloqué mi mano sobre la suya intentando calmarlo, sentí como esta se relajaba poco a poco.
—¿Acaso intentas darme celos? —El tal Hyunjin chasqueo la lengua, luego de darme una mirada rápida— ¡Por Dios, Minho! No me llega ni a los talones. Deja de perder el tiempo andando de puta por ahí y arreglemos las cosas de una vez.
Minho solo tragó duro, seguía sin poder hablar. Definitivamente no estaba cómodo con la situación.
Mi sangre ardía, sin poder evitarlo tensé mi mandíbula, tratando de contenerme para no pegarle un puñetazo directo a la cara.
¿Quién mierda era él y por qué estaba hablándole así a Minho?
No me importaba si de verdad era algo de Minho, pero no podía dejar que le hablara así.
—Hey ¿Que te pasa? —Lo miré fijamente con el ceño fruncido, apretando uno de mis puños sobre el posa brazos de la banca para no lanzarme directo a él— ¿Qué derecho crees que tienes para hablarle así a Minho?
—¿Y tú quien te crees que eres para dirigirme la palabra? ¿Que no ves que no estamos al mismo nivel? —Dijo con bastante arrogancia— Si yo fuera tú, me alejaría de Minho. No quieres saber de qué soy capaz cuando alguien toca lo que es mío —Solo quería tirarle un puñetazo para romperle los perfectos labios que tenía.
Se levantó de la banca tan rápido como llegó, colocándose frente a Minho quien tenía los ojos cristalizados.
—Deja de ser tan necio... Estaré esperando tu llamada, sé que no soportas tanto tiempo peleado conmigo.
Luego de decir esto se fue, al tiempo que comenzaban a caer algunas gotas del cielo, disimulando las que caían de los ojos de Minho.
Rodeé ambos hombros del contrario con mis brazos, pegándolo a mí en un cálido abrazo, a la vez que acariciaba su cabello sintiendo sus lágrimas mojar mi camiseta.
Me odiaba a mí mismo por no haber hecho nada.
—¿Él es tu novio?
—No —Respondió secamente.
—¿Entonces puedo ir a partirle la cara? —Pregunté sintiendo la rabia correr por mi cuerpo.
—N-no es necesario —Minho sorbió su nariz— No pierdas tu tiempo con él.
