¿Que opinas sobre el presentimiento del amor?
En japón se utiliza la frase "Koi No Yokan" para referirse a la sensación al conocer a alguien de que inevitablemente te enamorarás de él o ella.
¿Alguna vez te ha sucedido?
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Le quité la chaqueta y la franela aún cargandolo contra la pared, para luego comenzar a caminar en dirección a la cama.
Lo acosté sobre su cama con suavidad y busqué el lubricante en donde el chico me indicó que lo había guardado.
De regreso me quité mi camisa al ver que Minho estaba desnudandose por completo para esperarme.
Me encontraba un poco nervioso, nunca había hecho algo como esto y quería hacerlo sentir bien.
Me coloqué entre sus piernas con cuidado, sintiendo la expectativa de Minho sobre lo que iba a hacer.
Comencé besandolo con suavidad mientras sus manos corrian libremente por mi cuerpo, hasta que recordé sus palabras en el karaoke.
Me quité el cinturon del pantalón y tomé sus manos, amarrandolas a la cabecera de la cama.
Minho me miraba sorprendido mientras lo hacía, quizás no se esperaba que hiciera algo como eso.
Apreté la correa con la suficiente fuerza para que no se soltara, pero que aún así no lo lastimara.
Tampoco quería hacerle daño a mi chico.
—Esto es nuevo —Dijo con un jadeo intentando soltarse del agarre— Pero me gusta.
—Dijiste que querías que te dominaran, quizás no tenga mucha experiencia, pero quiero intentar complacerte.
El chico sonrió de lado, mirandome a los labios para hacerme saber que quería que lo besara.
Lo besé con más intensidad, mordiendo un poco sus labios y metiendo mi lengua en su cavidad bucal, sabía que esto le gustaba.
Al sentir sus caderas moviendose contra mi, y sus piernas rodear mi cintura, supe que debía seguir.
Comencé a trazar un camino de besos por todo su cuello, bajando a su pecho para lamer sus pezones y luego llegar a su abdomen para dejar algunas marcas leves.
—Termina de quitarte la ropa, cariño —Me pidió.
Aunque sabía que sería peligroso si me quitaba toda la ropa, le hice caso, recordandome a mi mismo que debía controlarme para que nuestra primera vez fuera especial.
Además sería dificil tener nuestra primera vez con su madre en el piso de abajo.
Una vez yo también me quité la ropa, Minho intentó soltarse de nuevo, dandose cuenta de que no podía hacerlo.
—Quiero tocarte —Me pidió.
—No esta noche, gatito —Le respondí, besando sobre el hueso de su cadera— Tengo otros planes para ti.
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Una gota de líquido preseminal comenzaba a correr por el miembro de Minho, debía comenzar pronto.
