¿Que opinas sobre el presentimiento del amor?
En japón se utiliza la frase "Koi No Yokan" para referirse a la sensación al conocer a alguien de que inevitablemente te enamorarás de él o ella.
¿Alguna vez te ha sucedido?
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—Primero —Comencé yo antes de que hablara— Quiero que sepas que estoy dispuesto a esperar lo que sea necesario para saberlo. Quiero que me lo cuentes porque estás listo y no porque lo sientes como una obligación —El chico asintió cabizbajo— Y segundo, te aseguro que nada de lo que digas me hará pensar que eres debil, así que no tengas miedo, porque nunca te veré de esa manera —El chico sonrió un poco— Lo que si quiero saber es ¿Como llegaron a esa situación en la fiesta?
—Bueno... —El chico se quitó la toalla de la cabeza un poco apenado— Fue mi culpa... —El chico se levantó de la mesa— ¿Podemos hablar en tu habitación?
Asentí, levantandome yo también para llevar ambos platos al fregadero y luego subir a mi habitación.
Minho se encontraba sentado sobre mi cama, esperandome.
Me senté frente a él, dispuesto a escucharlo.
—Solo... No te molestes mucho —Lo miré confundido y esperé a que comenzara— La fiesta había comenzado muy bien, pero cuando ya llevaba un par de tragos encima, me fije que Hyunjin también estaba ahí. Traté de ignorarlo y debido a eso tomé mucho más de lo que normalmente tomo, pero cuando él me vio se acercó y comenzó a hablarme. Me dijo que yo seguía gustandole, me pidió que volvieramos ya que no podía estar con alguien que no fuera yo... El alcohol me dio valentía y solté todo. Le dije que ya amaba a alguien más, y que yo nunca volvería con él pues realmente me había hecho mucho daño y le pedí que no se me volviera a acercar.
Asentí un poco orgulloso de mi chico, pero había algo que seguía sin entender.
—Está bien que le hayas dicho todo eso ¿Pero por qué me molestaría eso?
—Debí haberme quedado callado para evitar problemas... Además, te dije que me iría temprano a mi casa y no lo hice, en cambio por la molestia terminé tomando más de lo normal y comencé a insultarlo... Me descontrolé e hice que te ganaras un problema.
Suspiré.
Minho era realmente inseguro, y algo me hacía creer que todo eso era culpa de alguien más, y mis sospechas apuntaban a Hyunjin.
Levanté mi mano para acariciarle el cabello, sorprendiendome cuando el chico se encogió en su lugar, cerrando los ojos fuertemente y cubriendose un poco con sus manos.
Mi corazón se encogió ¿Acaso creyó que lo golpearía? De verdad le habían hecho mucho daño.
Lo atraje a mis brazos, prácticamente recostandolo de mi pecho, acariciando su cabello suavemente hasta que abrió los ojos y me miró.
—No sé que te haya hecho Hyunjin, pero creéme que yo no soy como él, no sería capaz de hacerte daño.
Una pequeña lágrima se deslizó por su mejilla, la cual limpié para luego atraer su rostro a mis labios y así besarlo.
Recosté mi espalda de la cabezera de la cama y lo subí a mi regazo sin ninguna segunda intención, recostandolo de mi pecho y haciendole caricias en la espalda.
El chico suspiró y dejó caer su cabeza en mi hombro, acariciando mi pecho con sus dedos.
—Me cuesta mucho acostumbrarme a que contigo tengo una relación sana... —Me dolía escucharlo decir eso— No sabía lo que era eso hasta que te conocí... La sensación de estar a salvo, de poder confiar ciegamente en ti, de sentirme querido y valorado, no utilizado. Con Hyunjin me sentía un juguete sexual, un capricho y un saco de boxeo —Las lágrimas comenzaban a correr por su rostro, empapando mi camiseta, lo dejé hablar tranquilamente, acariciando su espalda y dejando besos sobre su cabello— Él siempre decía amarme, pero sus acciones demostraban lo contrario... A una persona a la que amas no le haces sentir miedo cada vez que estan hablando, a una persona a la que amas no la obligas a tener relaciones sexuales, a una persona a la que amas no la golpeas hasta que sangra...
Sentía mi corazón romperse con cada palabra de Minho.
No podía creer que Minho hubiera tenido que pasar por algo así.
En cierto sentido eramos muy parecidos.
La única diferencia es que a mi todo eso me lo había hecho mi padre...
—Entiendo a lo que te refieres... —Suspiré, aunque no era un tema del que me gustaba hablar, quería hacerle saber que no estaba solo, y ya que él me había confiado algo así, no podía seguir guardandomelo— Me pasó lo mismo... Pero con mi padre. Fue dificil, pero al final pude deshacerme de él y traté de comenzar mi vida de nuevo.
Minho me miró sorprendido, con los ojos cristalizados y luego me abrazó fuertemente.
—Lo lamento mucho, Channie... Desearía que no fueramos tan parecidos en ese aspecto —Una triste sonrisa apareció en su rostro— Lo bueno es que ya salimos de eso... O por lo menos tú.
—Tú también saliste de eso —Me apresuré en decirle— Hyunjin no te hará más nada, y menos mientras yo esté contigo. No dejaré que te vuelva a hacer daño —Minho asintió agradecido, dejando un tierno beso sobre mis labios para luego volver a recostarse y abrazarme fuertemente— ¿Como lograste salir de esa relación?
—Bueno, no fue sencillo... Digamos que Hyunjin me mantuvo manipulado desde el inicio de nuestra relación. Yo tenía solo 15 años y él tenía 20, me aseguró que la diferencia de edad ayudaría pues así él me podría enseñar lo que realmente es tener una relación y no juegos de niños. Felix siempre me advirtió sobre él, Felix al ser mayor que yo lograba tener cierta madurez mental que yo no tenía. Pero cuando quise hacerle caso ya era muy dificil sacarlo de mi vida.
—¿Le tenías miedo y por eso no pudiste terminarle? —Pregunté, él asintió— ¿Como hiciste?
—Bueno... Tuvimos una relación de 4 años, en los cuales durante 3 yo quería acabar con todo y no volverlo a ver. Pero él siempre me decía que me arrepentiría de terminarle, que no podría sobrevivir sin él, y cada vez que yo le mencionaba el tema de terminar la relación, él me golpeaba hasta que "cambiara de opinion"... Felix me ayudó a conseguir una orden de alejamiento. Funcionó el primer año, pero últimamente no le ha hecho caso y soy muy cobarde como para poder enfrentarme a él.
—No eres cobarde —Acaricié su mejilla— Hoy me demostraste que no lo eres... Tienes razón en temerle, y sé que es dificil para ti cambiar tan rápido, pero te demostraré que yo no seré como él, hasta que puedas sentir paz.
Minho sonrió genuinamente y volvió a besarme, ya sabía que esto lo hacía cuando quería agradecerme por algo pero no sabía que decir.
Me encargaría de que el chico no volviera a experimentar ese miedo.
Él no merecía tener los mismos traumas que yo.
Debíamos superarlos juntos.
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