¿Que opinas sobre el presentimiento del amor?
En japón se utiliza la frase "Koi No Yokan" para referirse a la sensación al conocer a alguien de que inevitablemente te enamorarás de él o ella.
¿Alguna vez te ha sucedido?
⚠ Contiene menciones a temas...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Abrí los ojos y estiré mis brazos y piernas tratando de espantar toda la flojera de mi cuerpo.
Lentamente recordé todo lo que había ocurrido la noche anterior, dandome cuenta que Minho no estaba acostado a mi lado.
Me senté en la cama, frotandome la cara para terminar de despertarme.
Me levanté y salí de la habitación para buscar a Minho.
Lo encontré en el pasillo hablando por telefono de espaldas a mi.
—Si mamá, lo siento, se me olvidó avisar... Estoy bien, solo me duele un poco la cabeza, pero estoy bien... Si, yo voy más tarde, quiero pasar más tiempo con Channie —Una pequeña risa se escapó de sus labios— Mamá, aún no somos novios, no le voy a decir eso... Esta bien, te amo, hasta luego.
Una sonrisa adornó mi rostro, Minho era tan adorable.
El chico colgó la llamada y antes de que se girara, lo abracé por la cintura, sintiendo como el chico saltaba un poco.
—Estúpido, me asustaste —Me reclamó riendose y girandose para tomarme por las mejillas y besarme en los labios.
Amaba sentir sus labios sobre los míos.
—Creí que me habías abandonado —Dije recordando las palabras que el menor me había dicho la noche anterior.
—Es que mi mamá me estaba llamando. Se me olvidó avisarle que me quedaría contigo y se preocupó.
—Entendible.
—Pero ya sabe que estoy en buenas manos, así que ahora está tranquila.
—Eso me alegra.
Después de ambos ir al baño a hacer nuestras necesidades y cepillarnos los dientes, volvimos a acostarnos en la cama para descansar un poco más antes de levantarnos a hacer el desayuno.
Minho se había ofrecido a cocinar, aprovechando que Lily no se había despertado aún.
—Aún no nos levantemos, quiero estar más tiempo así contigo —Susurré abrazandolo en la cama.
Minho tenía una pierna sobre mi cadera, ambos acostados de lado abrazandonos y dandonos besos fugaces.
—Yo tampoco quiero levantarme —Minho me miraba a los ojos con un brillo en los suyos.
Sus pestanas revoloteaban cada vez que pestañeaba, se veían tan largas a esta distancia.
Dejé dos suaves besos sobre sus parpados, deleitandome con la risa que se escapó de sus labios.
Amaba tanto estar así con él.
Con una mano en su espalda baja lo atraje más hacia mi cuerpo, rodeando toda su cintura con un solo brazo.
Sus labios atraían a los míos como si tuvieran un imán, por lo que sin poder resistirme más, besé sus labios con deseo.
Minho me correspondió con la misma intensidad, pasando sus manos por debajo de mi franela para tocar mi espalda directamente.