Capítulo 5: Madre e hija, juntas al fin.

447 27 20
                                    

En la casa de Sara, la mayoría estaban ya en sus camas, apunto de dormir. La mayoría, porque Helena se encontraba sentada en uno de los sofás del estudio de Franco. Como de costumbre estaba en la oscuridad, lo único que la alumbraba era la laptop en su regazo.

Miró el reloj de su computadora: Sábado 5 de noviembre, 22:53 hrs. -Bien, aún tenía tiempo- pensó. Abrió el buscador y escribió "Valentina Hernández", el nombre de la chica del cuadro; por supuesto que no creía que fuera la hermana de Demetrio. Sin embargo, por mucho que buscó en las noticias e imágenes, nada encontró.

Eran las 23:16. Tendría que apurarse. "María Cárdenas" buscó esta vez. Tampoco obtuvo una respuesta por la chica. Igualmente Helena recordaba que había sido una indigente, sin familia, y sin nadie que notara su desaparición. -Qué triste- se dijo así misma.

23:28 hs. No le quedaba mucho tiempo, pero igual escribió: "Mariana Rivera". Estaba entre las millones de mujeres desaparecidas. Se sentía algo decepcionada, era la tercera y seguía sin encontrar nada. Hasta que en una de las imágenes la reconoció. Era la misma fotografía que estaba en la carpeta de Demetrio. Apretó la imagen y vio que venía con una noticia.

Mariana Rivera, una mujer de 37 años de edad, que aseguró haber sido secuestrada a sus 20 años por un grupo de hombres, quienes se aprovecharon de su "condición de calle" para manipularla y venderla como prostituta.

-"Es una mafia" "Trafican personas y hacen con ellas cosas aberrantes"- declaró en la comisaría de un pequeño pueblo luego de escaparse de su captor.

Según dicen los habitantes del pueblo, la mujer no fue tomada en serio; creyeron que era una loca. Pero el pasado jueves, fue encontrado su cadáver en la laguna del lugar. Estaba en un estado avanzado de descomposición.

Muerta por un disparo en la cabeza, los forenses dijeron que tenía signos de lucha y de que el cuerpo había sido movido de lugar, pero a la semana, borraron lo dicho y lo cambiaron por "Suicidio".

Las noticias sobre su muerte desaparecieron poco a poco, pero todo es muy extraño y nos hace preguntarnos... ¿Mariana Rivera realmente se quitó la vida, o fue brutalmente asesinada para esconder evidencia?

Helena se horrorizó. Para ella todo estaba clarísimo, la habían matado para que no dijera nada sobre sus cochinos negocios. Seguramente los policías también fueron silenciados; quizás con algo de dinero hicieron que no ahondaran en aquel tema. Tampoco había que ser muy inteligente para darse cuenta de que nada tenía sentido allí, ¿por qué si se supone que Mariana se suicidó disparándose en la cabeza, había terminado en el fondo de la laguna? ¿Por qué tenía signos de lucha si terminó con su vida voluntariamente? ¿Por qué los forenses retiraron lo dicho?

Igual que como había hecho con las chicas pasadas, buscó los nombres de varias personas que había guardado en el fondo de su mente. "Emiliano Guzmán, Baltasar Vásquez, Mía Acosta, Samuel Ortega, Jesús Guerrero, Laura Peña, Emilia Giraldo" y algunos nombres más. Algunos aparecían, otros no, pero a los que había logrado encontrar, todos eran personas sin hogares, indefensas y con mala economía. Gente demasiado vulnerable. Por ello, no existían muchas noticias sobre ellos, nadie los buscaba, nadie notaba que habían desaparecido.

Metió la mano dentro de su sostén y sacó el pendrive y la llave, que aún seguían allí. Hasta ese momento no se había dado cuenta de lo incómodo que era tener eso guardado allí. Quizás porque había estado demasiado concentrada en lo incómoda que se sentía en presencia de su mamá y su abuela luego de lo sucedido. Andrés y Gaby tampoco hablaban con ellas; Helena supuso que sus hermanos se habían peleado con las mujeres para defenderla, algo que le pareció muy tierno y por ello había accedido a mirar junto a ellos un feo programa que pasaban los domingos a las doce de la noche.

Dulce Helena (pasión de gavilanes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora