Enid... ¿Que se siente?

IX

Cuando Merlina dio unos pasos fuera de la "habitación" donde se encontraba Enid un sentimiento de arrepentimiento la inundo… A tal nivel así que se quedó estática mientras Bianca la miraba preocupada.

¿Qué pasa Merlina?- la chica le pregunto preocupada.

Lo siento Bianca pero…. - trago saliva
me retracto de lo que dije - Bianca agrando sus ojos por el asombro y la pena
Iré con Enid - confirmo la chica de trenzas.

En ese momento Ajax apareció en la primera "habitación" donde se encontraba Merlina con Bianca, esta última estaba intentando no llorar.

Y bueno… ¿Dónde dormirás Addams?- pregunto Ajax como dando otra oportunidad a Merlina de arrepentirse definitivamente de dejar sola a Enid.

Con Enid - respondió la ojinegra sin mirarlo.

Fue lo último que dijo antes de darle la espalda a los chicos y dirigirse nuevamente donde su preciado amor.
Enid permanecía con la boca abajo pegada al colchón exactamente como momentos antes la había encontrado solo que esta vez Merlina hablo:

Enid - la rubia se giró rápidamente al oír su voz
Si no te molesta - dijo Merlina
dormiré contigo - apenas termino de decir eso sus mejillas se pusieron rojas, un sentimiento incómodo para ella, pero no del todo molesto.

Mer... li... na - Enid no pudo ocultar su asombro y alegría
¡Claro! - dijo haciéndole un espacio en el colchón.

La ojinegra no dudo un segundo en lanzarse al espacio entregado por aquella rubia.
El corazón le presionaba fuertemente su pecho y aunque intentaba decir algo no encontraba ninguna palabra adecuada.

Mer… no creo que dormiremos con los trajes - la rubia dijo absolutamente ruborizada.

Oh, tienes razón - Merlina se incorporó
Iré a buscar nuestros pijamas. - confirmo tranquilamente.

Si bien ninguna de las dos traía mucha ropa ya que ellas debían de viajar con sus trajes, si trajeron pijamas así que Merlina salió de la algo improvisada habitación para ir por sus pequeños bolsos.

¿Quieres esto?- dijo Ajax con el bolso de Enid en la mano.

¡Si!- dijo Merlina alegre de no tener que buscar el pequeño bolso de su amada.

Ten- le dijo el chico mientras se lo lanzaba.

Gracias Ajax - respondio Merlina al recibirlo con un movimiento ágil.
Miro a su alrededor y pudo notar que Bianca ya estaba acostada. A priori parecía estar durmiendo pero no le dio mucha importancia. Luego se fijó que a un costado de ella se encontraba su bolso así que lo tomo y cuando se estaba yendo nuevamente con Enid hizo un comentario extraño en ella.
Que duermas bien Ajax - y se retiró.

Ya de vuelta en el cuarto una ansiosa rubia ojiazul la esperaba.

Merlina... No te has demorado ni un poco- dijo la rubia quien aún permanecía con sus mejillas ruborizadas.

Estaba todo a mi alcance - dijo tajantemente mientras le pasaba su bolso.

Las chicas se empezaron a cambiar sus ropas y si bien esta no era la primera vez que se veían desnudas algo había cambiado. Esta vez las dos reconocidos sus sentimientos aunque aún no se sinceran la una con la otra.

"Sí que eres hermosa" - pensaba Merlina mientras la miraba por el rabillo de su ojo intentando disimular.
Cuando por fin terminaron de cambiarse Enid se acomodó rápidamente por debajo de las sabanas mientras solo dejaba ver sus ojos, llevaba puesta una blusita amarilla con tirantes y abajo solo un corto hot pants negro.

Merlina por su parte llevaba puesta una blusa de seda negra con botones plateados muy apegada a su cuerpo y unos pantalones negros también de seda…
La chica apago la luz a pila que tenía la pequeña habitación lo que hizo que todo quedara completamente a oscuras. Con sus manos estiradas Merlina buscaba su lado de colchón aunque no había nada con lo que pudiera chocar la inseguridad de no ver nada obligaba inconscientemente a usar sus manos. De pronto su pie choco con el colchón y se inclinó lentamente para depositar sus manos aunque sin saber por qué perdió el equilibrio tan solo un poco lo que basto que una de sus manos quedaran en el abdomen de Enid el cual lo cubrían las sabanas.
Lo siento - dijo avergonzada
No te preocupes… - respondió Enid  entre unas sutiles risas quien a esas alturas sentía que se desmayaría por los nervios.