XXIII

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Nota del autor.

Hola mis queridos lectores que han sufrido conmigo en esta historia...

Ya se se acerca el final, dejen sus comentarios y likes... Saben que siempre trato de responderlos.

Si tienen alguna sugerencia también son bienvenides todos, sin más por el momento...

¡Disfruten! (O sufran, según sea el caso :p)

Narra Enid

El aire helado golpeaba mi rostro, penetrando mi carne y huesos mientras caía a toda velocidad por aquel abismó directamente hacia mi muerte.

Llore por sentirme culpable, porque el sacrificio de las personas las cuales quería había sido en vano, porque había fallado como sacerdotisa y no merecía serlo.

Ahora el mundo quedara en manos de un demonio y no sé cómo poder ayudar para que esto no suceda.

Iba cayendo de cabeza y pude divisar que a unos cincuenta metros estaba el sendero que nos trajo a los pies de esta montaña, cerré lentamente mis ojos resignándome a la muerte...

Lo próximo que sentí era que flotaba por los aires, no tenía duda acababa de morir, una energía cálida envolvió mi espalda y luego cada parte de mi cuerpo.

Estaba con los ojos cerrados pero aun así podía darme cuenta de una intensa luz, como si el sol estuviese frente a mi abrigándome y esperando a mi regreso.

Me encontraba en un estado completamente de paz, relajada, una sensación de amor me envolvió el corazón y lo único que quería era que este momento nunca acabara, agradecí en el alma tener estas sensaciones, era un bálsamo para mi corazón tan herido.

Por primera vez desde la muerte de Merlina que logro sonreír con el alma. Pero siempre debe pasar algo, nunca todo será eterno...

Una fuerte punzada en mi hombro me hizo comprender que aún no estaba muerta, pues la herida que Ajax me causo me seguía ardiendo, pero... ¿Y entonces que pasa? - Me pregunte y con algo de dificultad abrí los ojos, mi visión era borrosa ya que me encontraba agotada y la lluvia me caía en pleno rostro.

De todas maneras pude distinguir a alguien que me sostenía entre sus brazos, llevaba una capucha en su rostro que no me permitía ver nada más que una completa oscuridad.

¿Quien... Eres tu? - pregunte con dificultad por mis heridas pero su compañía calmaba mi corazón.

Shh... - me hizo el sonido para que guardara silencio, sabía que me estaba mirando pero no podía ver nada de su rostro.

De pronto un rayo cayó desde el cielo iluminándolo como si algún ser quisiera sacar una foto de este momento, el momento en que el alama volvió a mi cuerpo, el momento en que comprendí que la vida me estaba abrazando con todo su amor, el momento en que el sufrimiento se estaba volviendo en recuerdo, el momento en que pude distinguir gracias a ese rayo su cara, la cara más hermosa que he visto en mi vida, su piel pálida y moldeada por los ángeles, sus labios tentadores, sus ojos aún más profundos de lo que los recordaba...

Levante mi mano con dificultad para acariciar su mejilla

Mer... - dije su nombre y comencé a llorar, no sé si de emoción o de pena por pensar que fuera una ilusión como tantas veces me paso

Enid - me dijo y sentí en su voz una divinidad que me dejo más perpleja de lo que estaba

¿Que te paso? - pregunte asustada por su presencia tan imponente.

Enid... ¿Que se siente?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora