XIX

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Narra Merlina


Cuando esa luz apareció supe enseguida que se trataba de mi punto de poder, entonces no dude un instante en dejarme llevar por ella, no sin antes llevar a Bianca conmigo y dejar a Enid con su guardián que posteriormente me di cuenta que fue un gran error.

Cuando llegue a mi punto de poder la sorpresa se apodero de mi cuerpo, todo lo que estaba viendo era hermoso, pero estar ahí me causaba una mezcla de pena con nostalgia.

Para donde mirara estaba lleno de estrellas y note como tres senderos se formaban a mis pies.
No sé como pero supe cuál debía tomar y comencé a caminar junto con Bianca quien parecía mucho más asombrada que yo pero no se atrevía a hablarme, era como si mi sola presencia fuese mucho para ella.

Recordé enseguida cuando Ajax abrió su punto de poder y Enid despertó una majestuosidad de su interior que hacía que nuestros guardianes le mostraran una especia de respeto sagrado. Algo debía pasar con nuestra aura pero en realidad ahora eso poco y nada me importa.

Mientras más caminaba más me convencía que ya no me encontraba en la tierra. Ahora estaba en la luna, donde seguramente he estado en más de una ocasión pero quizás esta sea la primera en que vengo por mi punto de poder.

Muchas cosas pasaban por mi cabeza, destellos de innumerables vidas pasadas… Hasta tuve la sensación que en una de esas vidas Crakstone nunca despertó y tuve una vida plena junto a Enid…

Como me gustaría volver a aquella vida en estos momentos, si es que de verdad existió. - me repito mentalmente.

A lo lejos pude divisar una especie de templo que en su parte alta tenía la marca de la luna dibujada y pintada con oro.

Pero justo en ese momento una sensación de desesperación se apodero de mí, me invadió una extraña necesidad de estar cerca de Enid, así que apure el paso, corrí lo más rápido que pude hasta llegar a aquel lugar para no demorar en abrir el penúltimo punto de poder.

Apenas pise la entrada de aquel templo las puertas se abrieron como si siempre hubiesen estado esperando por mí.

De inmediato toda la habitación en su interior se ilumino mostrándome dos estatuas de elefantes que llevaban collares con pequeñas lunas plateadas y en un orden cíclico.

Estas estatuas eran casi a tamaño natural de aquel animal. Entre las dos estatuas una especie de espejo mantenía la separación y digo especie porque cuando la mire detalladamente me di cuenta que en realidad parecía una fuente con líquido que no salía del recipiente.

Me acerque lentamente a ella y en ese momento Bianca llego, pude sentir sus pasos pero estaba tan idiotizada con "aquel espejo" que solo tenía los ojos puestos en él.

Estire mi mano tan lenta y cuidadosamente como cuando tallas madera artesanal, mi dedo índice llevaba la delantera a comparación con los otros y justo en el momento que lo iba a tocar la imagen de Enid apareció en él. Se veía notoriamente alterada como discutiendo y a un lado estaba un muy alterado Ajax.

¡Estás loco! - escuche que Enid le gritaba y no fui capaz de despegar la mirada de aquel "espejo"

¿Y ahora donde está tu adorada Merlina para defenderte? - cuando Ajax termino de decir esas palabras vi como tiro del pelo de Enid y un miedo mezclado con sorpresa se hizo espacio en mi corazón

¡Ajax por favor! - la ojiazul le rogaba para que la dejara

¿Que es esto? - me pregunto una descolocada Bianca

¡SHHHH! - dije haciéndola callar con furia. Estaba tan impotente por ver como ese maldito estaba tratando a la rubia pero para mi pesar era solo el comienzo

Enid... ¿Que se siente?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora