«Derrama piedad, piedad sobre mí; enciende la historia. Estoy rompiendo mis propias reglas, estoy llorando como un tonto.»
Resultaba sorprendente que un edificio en constante movimiento —casi con vida propia— como lo era Hogwarts, rehuyera al cambio sin importar el paso de los años. Las escaleras se desplazaban y cambiaban de posición, pero incluso eso tenía un cierto ritmo rutinario; seguían siendo los mismos muros, estatuas y retratos. Hogwarts era tan inmutable como la piedra de la que estaba construida. Recorriendo los pasillos con rumbo a la oficina de Dumbledore, Severus no pudo evitar sentir como si estuviese de vuelta en sus años de maestro y se dirigiera a una de las acostumbradas reuniones con el director.
Hasta donde Severus podía recordar, lo único que alguna vez alteró la imagen sempiterna del castillo fue la guerra. Concretamente, la que se desencadenó tras el regreso de Voldemort: una época tan corrosiva que le arrebató el brillo a cada rincón de la Inglaterra mágica, Hogwarts incluido. La última vez que Severus accedió al tercer piso e hizo su camino hacia la Torre del director, él mismo ostentaba el título y los mortífagos desplegaban su crueldad sobre cualquiera al interior de la escuela; para entonces la luz del lugar ya se había apagado y donde antes hubo brillo y calidez, solo quedó un frío que helaba los huesos.
Los pensamientos de Severus iban y venían entre memorias cada vez más oscuras conforme se acercaba a la torre, a pesar de sus esfuerzos por bloquearlos. No podía darse el lujo de navegar entre recuerdos de su pasado cuando su futuro dependía de la conversación que estaba por tener con Dumbledore, un hombre cuya capacidad para engañar y evitar ser engañado competía con la suya. Debía centrarse y planear su jugada para que esta conversación no terminara por complicarle las cosas en lugar de facilitárselas.
Basta de sentimentalismos inútiles, concéntrate.
Cerró los ojos y desterró todo el asunto a lo profundo de su mente, detrás de un gran muro, antes de reforzar sus escudos de oclumancia. El efecto fue inmediato; los ecos de su pasado dejaron de resonar en el corredor.
Ocluir siempre ayudó a Severus cuando necesitaba mantenerse estable en momentos de tensión. Resultó naturalmente bueno en ello desde que empezó a practicar la habilidad; sin embargo, fue su tiempo como espía lo que le ayudó a perfeccionarla, con su vida dependiendo de que tan bien podía ocultar sus pensamientos. En los años previos a su muerte, la oclumancia de Severus era tan buena que ni siquiera Voldemort podía penetrarla y, por suerte para él, conservó esa maestría cuando viajó a este tiempo, de lo contrario sería incapaz de engañar a Dumbledore como planeaba hacerlo.
Y oh, él debía engañar al viejo. Era su única opción.
Contempló contar la verdad al director desde el comienzo, pero rápidamente descartó la idea. Para empezar, todavía no estaba seguro de cómo o por qué viajó al pasado; peor aún, ni siquiera sabía a ciencia cierta si realmente lo hizo. Incluso después de toda su investigación, Severus no pudo determinar lo que le sucedió o las fuerzas tras ello. Las menciones de experiencias similares a la suya en los libros que consultó carecían de veracidad o formas de constatar si eran legítimas. Cada entrada leída con respecto al tema coincidía en un solo rasgo: inconsistencia.
Hasta donde sabía, todo lo que consideraba su vida pasada pudo ser solo un sueño extrañamente vívido o incluso una visión del futuro; cualquiera de las dos opciones sonaba más factible que un desplazamiento temporal repentino. Si no tenía cuidado, terminaría tildado de loco en una habitación de San Mungo, tratado por alguna enfermedad mental sin diagnóstico. No sería el primero en sufrir tal destino, si se podía creer en los artículos que encontró mientras investigaba. Revelar su conocimiento en pro de terminar la guerra estaba entre sus planes a futuro, por supuesto, pero esperaría a tener más que conjeturas descabelladas y su dudosa palabra como única evidencia antes de siquiera intentarlo.
ESTÁS LEYENDO
Please, let me get what I want (this time) [JEVERUS]
Fanfiction«Todo en su vida conspiraba para llevarle la contraria; cuando por fin halló consuelo en la idea de morir, alguna fuerza sobrenatural salida de Merlín-sabe-donde decidió que no lo merecía. Ah, y como bonus, lo envió de vuelta a la etapa más patética...