Quisiera decir que confesar a mis amigos por lo que pase y, admitir que sigo lidiando con ello, fue liberador. Pero no se siente así, debería estar mejor. Sentirme bien con esto.
Admites la derrota. Eres una perdedora.
Mi subconsciente llevaba razón. Todos me trataran distinto, no lo admiten, pero se decepcionan de mí, de que tiré la toalla.
Para muestra está Marín, que, al terminar la sesión y luego del consuelo de mis amigos, me hizo saber que ya no puede continuar siendo mi psiquiatra. Debido a la gravedad de mi trastorno, necesito una intervención inmediata y como el regresará a Gales, me dejará en las manos de un nuevo terapeuta o lo que sea que, se haga cargo de mí.
Terapía ocupacional, un nuevo psiquiatra, construir una red de apoyo. Además, por primera vez tendría en mi teléfono el numero de una línea de crisis, donde un intérprete experto me apoyará durante una crisis, sea un ataque de pánico o ansiedad.
Digna conejita de indias.
Es irónico, planeaba que Marín no fuera más mi psiquiatra. Ahora que es una realidad, no me gusta la idea.
Tiene una pareja y ya obtuvo de ti lo que quería. ¿Para que más le puede servir una enferma cómo tú?
—Marinette—aparté la vista de mi ventana cuando escuché la voz de Brid—Lowell subirá a despedirse de ti.
—De acuerdo—caminé hasta el diván, cojeando un poco, el dolor de las lesiones es una molestia.
Brid bajó por las escaleras. Ella ha solicitado unos días más de su licencia, quiere acompañarnos a Marín y a mí a la nueva clínica. Para apoyarme.
Me cuesta sentirme bien con eso.
Lowell y el "grosero Graham" deben regresar a Londres por sus obligaciones. Mi pequeño príncipe retoma sus clases en un estricto colegio y Félix debe continuar con su trabajo cómo juez.
El ciclo se repite, obligas a otros a detener su vida para esta pendiente de ti.
—Marinette ¿Te sientes mejor? —Lowell asomó por la escotilla cargando una charola con comida.
—Bastante agotada—después de llorar y desahogar todo lo que he pasado—me hubiera gustado decirte lo contrario.
—Pronto y con los cuidados de mamá, estarás mejor, ya lo verás—ojalá pudiera contagiarme de su buen ánimo—te traje un caldo de sopa de pollo con verduras. Ayude a mamá a prepararlo—enunció con orgullo, depositando la bandeja en la mesa junto al diván.
—Seguro tiene buen sabor.
—Es la receta de la abuela, la seguimos al pie de la letra.
—Lowell, tenemos que irnos ya, nuestro tren sale en unos minutos—la voz de Félix me asustó, no fui consiente de cuando entro...sin permiso.
ESTÁS LEYENDO
El Hada de las Costuras // Adrinette// +18
FanfictionMarinette regresa a París, tras su fracaso en Londres que termina marcando su carrera de forma negativa en esa ciudad. La euroasiática tiene puesta su ultima esperanza en la capital de la moda, pero a unos pocos días de haberse mudado, se da cuenta...