-Agridulce-

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Mis parpados pesaban al igual que todo mi cuerpo; escuché los sonidos del exterior, anunciaban un mundo en movimiento

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Mis parpados pesaban al igual que todo mi cuerpo; escuché los sonidos del exterior, anunciaban un mundo en movimiento. Mis ánimos me mantenían sumergida en este letargo. Mi mente era un embrollo de recuerdos, dilucidando si eran reales o no. Un sueño o una pesadilla.

Abrí mis pesados parpados, que luchaban contra la luz del sol, ≪probablemente eran las once de la mañana≫ cuando mi visión se hubo acostumbrado, note que estaba en mi cuarto, iba frotar mis zafiros para desperezar mi vista, pero algo en mi mano izquierda me lo impidió. Ladeé mi rostro y miré una intravenosa conectada a mi mano, la cual tenía una bolsa con ¿suero? ¿medicina?

El lento goteo estimulo mis ganas de levantarme e ir al baño ¿hace cuánto estoy así? Moví mis piernas, la reacción era tardía, mi coordinación motriz estaba aletargada por alguna razón.

La escotilla de mi habitación fue abierta, me tenté a preguntar quién era, pero me contuve. Era mejor esperar a que la persona subiera hasta mi litera; escuché sus pasos sobre los escalones. Lo primero que vi, fue el peculiar cabello rojo de Cherry Hair ≪me emocioné que fuera una cara conocida≫ su semblante estaba ¿intranquilo? ¿Por qué?

Seguramente es tu culpa.

Alix levantó la vista, sus celestes se encontraron con mis orbes azules.

—Marinette—susurró—¡Marinette! —, gritó, con una voz entre quebrada y feliz.

—¿Qué...? —no pude decir más, mi garganta ardió.

—Tranquila, iré por agua—Alix bajo las escaleras sin dejar de hablar—, perdiste el conocimiento ayer. Es por eso que tu garganta esta reseca—la escuché mover unas cosas en del escritorio bajo mi cama y, un minuto después regresaba con un vaso lleno del vital líquido, el cual agarre con mi mano izquierda y bebi desesperadamente—Con cuidado o vas a atragantarte.

Merci beaucoup.

—¿Cómo te sientes?

—Extraña—me sinceré.

—Debe ser la Clonazepam que te inyecto el médico ayer, mi amigo llamó a su Doctor particular.

Eso explica mis síntomas.

—¿Por qué me inyecto? ¿Qué paso?

—Sufriste un ataque de pánico—Cherry Hair agarró el vaso sin agua y analicé su respuesta—, te encontré llorando en el piso, tus brazos apretaban con fuerza tu pecho—, ella guardo silencio unos segundos. Comprendí porque me sentía agotada, luego de cada ataque, mi cuerpo queda hecho polvo—. Te abracé y dije las palabras que el Dr. Wang recomendó para estos casos, pero tú no te calmabas; así que le pedí a mi amigo que me pasará tus benzodiazepinas, luego te desmayaste. Al ver eso, él me dijo que no podíamos suministrarte un medicamento cómo ese estando inconsciente y sin saber la dosis correcta—aclaró. Las imágenes del día anterior venían en desorden a mi mente.

El Hada de las Costuras // Adrinette// +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora