-Confesar-

314 25 5
                                    

Estaba doblando con paciencia, la ropa que recién saqué de la lavadora

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Estaba doblando con paciencia, la ropa que recién saqué de la lavadora. Ayer por la tarde salí otra vez con Emmerich; él me obsequió un roll on con aromaterapia, para cuando este por tener un ataque de panico. Me sorprendió mucho que hubiera investigado hasta ese punto. Por seguridad él cargaba con otro inhalador para ayudarme.

La casa que exploramos tenía un aspecto descuidado por fuera, pero por dentro, estaba semi intacta; de no ser por la humedad y el polvo. El inmueble estaba abandonado desde los años cincuenta, con toque hogareño de una familia numerosa. Contaba con una preciosa vista a los suburbios de Paris.

Cada vez les iba tomando gusto a estos lugares; a la soledad, a la tranquilidad.

—¿Qué te recomendaron tu psicóloga y la psiquiatra? —Marín me interrogaba, tomando nota en su Tablet, por videollamada.

Supongo que el trato de paciente a doctor, no cambia cuando se trata de este tema.

—Anteayer, fui con la psiquiatra; porque tuve un ataque de panico.

—¿Cuál fue el detonante?

—Fue un comentario que escuché y lo tomé personal. Creí que era un estorbo para los demás—Marín se mantiene estoico. Con esa mirada fría que me pone de nervios—Así que, ella me recomendó cambiar mi rutina un poco. Por ejemplo; cuando desperté hoy por una pesadilla, en lugar de ver documentales, hice calentamiento con los ejercicios que tú abuelo me enseñó, cuando practicaba Kung Fu. Hace tanto que no me ejercitaba, que termine un poco adolorida...liviana, pero adolorida.

—Es un buen consejo el que te dio ¿Qué más has hecho en estos últimos días? ¿Llevas al día tú medicación?

—Si, estoy cumpliendo con el horario de las benzodiacepinas ¿A qué no te imaginas? Bueno es obvio que no. Te contaré por partes: Mi psicóloga es muy simpática y amable; le platiqué de muchas cosas, entre ellas sobre mi ex. Cómo que...me cuesta hablar de él o mencionar su nombre. Entonces, ella me recomendó que diera un paseo por los alrededores.

Me destendí narrando lo que pasó en el parque y cómo conocí a Emmerich. Todo lo que pase al ir a mi primer urbex y de la ayuda qué el me brindó durante mi ataque de panico; aun teniendo conocimientos nulos sobre el tema. Le mostré el roll on que me obsequió para auxiliarme y que, aunque Emmerich parece un cascarrabias; es muy considerado cuando se lo propone. Sabe muchas cosas, es un documental viviente.

—Me preocupa que confíes en alguien de quién, no sabes su apellido.

—¿Qué? Yo no dije que no supiera su apellido.

—Marinette ¿Cuál es su apellido? —Creí que no iba a preguntar—Era de esperarse. Cuando dijiste que te presen...

—Él tampoco sabe mi apellido y no lo veo clavado en el tema.

El Hada de las Costuras // Adrinette// +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora