Star Wars Fanfic - El Clon Jedi

(VI) Misión suicida

"Cuando llegamos a la superficie, las fuerzas separatistas estaban preparándose para comenzar con la invasión a la ciudad capital. Cientos de miles de droides se veían a la distancia, y no lo voy a negar. Sentía un gran temor al ver tal cantidad.

Las tropas nos distribuimos a lo largo de un perímetro sobre los primeros edificios frente al ejército de droides. Nuestra misión era contenerlos hasta que los refuerzos llegaran a nuestra posición. Debería ser una tarea sencilla, o eso pensamos.

A la distancia vimos unos enormes droides con inmensos cañones que se posicionaron justo detrás de la fila de droides de combate. Jamás habíamos visto algo parecido. Recuerdo que Prig estaba a mi lado, tan asustado que no podía hablar.

Nosotros nos ubicamos en un edificio en el lado oeste del frente. Éramos los últimos de la formación. El sargento a cargo nos ordenó a mi y a Prig ir al tejado a observar mientras el resto esperaba pacientemente dentro del edificio a que los droides avanzaran, pero eso nunca pasó.

Los enormes droides comenzaron a disparar desde la distancia inmensas salvas que arrasaban con varias manzanas de la ciudad a la vez. Desde la azotea lograba escuchar los gritos de auxilio de los otros clones que se oían por el comunicador del sargento, el cual se encontraba dos pisos más abajo.

Los droides arrasaron con la primera línea de edificios de la ciudad, cómo si supieran nuestros planes. Finalmente, las enormes baterías se viraron a nuestra posición y dispararon una carga que impactó justo unos edificios a nuestro lado.

Nuestro edificio colapsó y se vino abajo. La cortina de humo no nos dejaba ver nada. Y hubiese deseado que se mantuviese así. Cuando el polvo nos dejó ver, nos encontramos sobre los escombros de la estructura. Prig y yo logramos sobrevivir porque estábamos sobre el tejado. Pero el resto quedó sepultado en una tumba de concreto y metal.

Prig estaba en pánico. Trataba de desenterrar a los otros intentando mover los enormes pedazos de hormigón, pero era en vano. Tuve que agarrarlos por los hombros y sacudirlo para que entrase en razón. En ese punto, sólo él y yo estábamos con vida, y a la distancia se pudo sentir el retumbar de los pasos de los droides marchando sobre la ciudad.

Usé el comunicador del sargento para intentar contactar con el puesto de mando. Recuerdo que respondió un capitán con el cual tuve una discusión no muy agradable. Yo estaba pidiendo que nos evacuaran, pero en cambio, el capitán nos ordenó mantener la posición a toda costa. Por supuesto, me negué. Pero me amenazó con mandarme a corte marcial por desacato, y mi furia me hizo romper el comunicador de un golpe.

Tomé mi rifle y me dispuse a salir de ahí, pero Prig me detuvo. Con su mala manía de no dejar de hablar me dió un discurso de honor, responsabilidad y todas esas boberías. Pero yo no estaba dispuesto a morir en ese lugar. No sin un sentido que valiese la pena. Pero para mi desgracias, cuando intenté abandonar el refugio que nos brindaban los escombros, ya nos encontrábamos rodeados de droides."