(XXII) El Bajo Mundo.

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"Había logrado burlar la seguridad y me encontraba en las calles del bajo mundo de Coruscant, pero ahora tocaba la parte más complicada. Debía encontrar una forma de averiguar dónde estaba Hina. Si al menos pudiese encontrar una terminal, Kilo pudiera conectarse y con suerte podría encontrar algo útil. Pero no iba a ser tan sencillo.

Caminamos casi una hora antes de poder encontrarnos con una oficina de administración. Esa era nuestra llave de entrada... pero de seguro no iba a ser sencillo burlar la seguridad. Con mucha discreción me asomé por las ventanas para ver el interior, y allí estaba. Una terminal, él único problema eran los dos guardias de seguridad postrados en la puerta y la recepcionista que se encontraba justo delante. En conjunto, unos diez ciudadanos que esperaban pacientemente su turno en unas bancas al interior del edificio.

Kilo: - Señor. ¿Algún plan? -

Rage: - Ven. ¿Ves esa terminal de allá? -

Kilo: - Si. La veo. -

Rage: - Quiero que te conectes y busques cualquier tipo de información de Hina. O cualquier Kaminoana que haya entrado en las últimas rotaciones. -

Kilo: - Eso no es imposible. Pero no podré con tanta seguridad. -

Rage: - De eso me encargo yo. Tú sólo concéntrate en la terminal. ¿Entendido? -

Kilo: - Entendido. -

Rage: - Muy bien. Ve detrás de mí y a mi señal llega lo más rápido que puedas a la terminal. -

Una vez listos, entré por las puertas del edificio abriéndolas con fuerza. Todos los presentes enfocaron su atención en nosotros. Pero antes de que Kilo se comenzará a arrepentir del plan comencé mi "actuación".

Rage: - ¡Señorita! - Me dirigí directamente a la recepcionista. -

Recepcionista: - Señor. Se que tiene problemas. Pero debe esperar su tur... -

Rage: - Lo siento, señorita. Pero no puedo esperar. - Le interrumpí drásticamente.

Ciudadano: - Oye. Debes esperar tu turno. -

Rage: - ¡Me temo que no es posible! Una de las tuberías de desechos de mi casa se rompió hace más de dos días... y aún no han ido a repararlo. -

Recepcionista: - Cuanto lo siento. Tomaré su número de identificación para que los plomeros vayan lo más pronto posible. -

Rage: - No quiero que vayan lo más pronto posible. Quiero que vallan ahora. -

Ciudadano 2: - Eh, amigo. Aquí todos tenemos problemas. No hagas más el ridículo y espera como todos. -

Rage: - ¿Ridículo? ¿Yo? Quisiera ver cómo se sentiría usted si todos los desperdicios que come usted o su familia, retornan cuando está sentado en el retrete. - Creo que mi actuación se fue de las manos. Incluso una pobre señora casi se vomita encima.

Recepcionista: - Señor. Sé que es una situación difícil. Pero debe entender que... -

Rage: - No. No. No. Lo que debo entender es porque mi baño aún no ha sido reparado. Y usted es responsable de darme una respuesta. - En ese momento, uno de los guardias puso una de sus manos sobre mi hombro.

Guardia: - Señor. Deberé pedirle que se calme. -

Rage: - Si... por supuesto. Yo estoy calmado. Se ve que usted no es el que tiene el problema. -

La verdad, la cara de los guardias demostraba abiertamente que mi presencia no era agradable. Y tal como temía, me agarraron de la túnica y me lanzaron fuera del edificio con una fuerte patada en el trasero.

Guardia: - La próxima vez. Venga con una cita. -

Los guardias cerraron las puertas y me dejaron fuera, con la cara pegada al asfalto. Me levanté lentamente, algo adolorido, y finalmente Kilo, salió del edificio.

Kilo: - Señor. Me temo -

Rage: - Aquí no. Ven. ¡Nos vamos porque a nadie le importamos! - Gritaba aún envuelto en mi actuación.

Kilo y yo nos alejamos y nos adentramos en un callejón donde nadie pudiera molestarnos.

Rage: - Muy bien. ¿Qué encontraste? -

Kilo: - Desafortunadamente. No había ningún registro de Hina, o de alguna Kaminoana que hubiese entrado en las últimas rotaciones. -

Rage: - ¿¡Qué!? ¿Pero... cómo? Ella dijo que iba a venir. Debería de haber un archivo. ¿Seguro que revisaste bien? -

Kilo: - Seguro, señor Rage. -

Rage: - Mmm. Debe haber algo más. -

Kilo: - Si me permite decirle. Creo tener una sugerencia. -

Rage: - ¿Qué tienes en mente? -

Kilo: - Según mi base de memoria. Hina mencionó que ella era parte de la tripulación médica de un Venator. De ser ese el caso. Es posible que sus datos estén en los archivos militares y no en los civiles. -

Rage: - Tienes razón. Es una posibilidad. Pero... ¿Cómo haremos para acceder a archivos militares? -

Kilo: - Señor. Permítame recordarle que... usted es un clon. -

Recuerdo que miré a Kilo fijamente. Me quedé impactado al saber la loca idea que ese pedazo de metal estaba computando en sus circuitos. Pero a decir verdad, era nuestra mejor opción.

Kilo: - Señor Rage. ¿Hay algún problema? - Me preguntó al quedarme inmóvil por unos segundos.

Rage: - No. No es nada. Sólo estaba pensando. Pero debemos encontrar un puesto militar o algo relacionado. -

Kilo: - Me temo que eso no será un problema. -

Rage: - ¿A qué te refieres? -

Kilo: - Al estar en la terminal, decidí descargar el mapa de Coruscant. Ahora tengo registro de todas las localidades y puntos de interés del planeta. -

Rage: - Jaja. Increíble. Bien hecho. Eres alguien asombroso. -

Kilo: - ¿En serio? Valla. Gracias. - Dijo con un tono algo melodramático.

Rage: - ¿Gracias? ¿Por qué? -

Kilo: - Por llamarme "alguien"... y no... "algo." -

Recuerdo que me quedé mirándolo por unos segundos. Me parecía algo extraño la expresión de Kilo. Quiero decir No esperaba que un droide fuese tan sentimental... así que no le di mucha importancia. Pero parece que para Kilo significaba mucho más de lo que yo pensaba.

Según Kilo, no muy lejos de donde estábamos, había un puesto militar que separaba la zona de un pequeño sector industrial. No acercamos y dimos unas miradas pasando desapercibidos. Se trataba de una torre de observación muy sencilla y al menos unos tres clones centinelas. La cabina estaba en lo alto de la torre. Así que debía buscar la manera de poder infiltrarnos sin llamar la atención.

Kilo: - Señor. Para esta misión recomiendo usar un dispositivo de descarga. - Me dijo mientras me ofrecía un dispositivo de pirateo que guardaba en uno de sus compartimientos del brazo.

Rage: - ¿Por qué tienes eso? -

Kilo: - Es una de las muchas modificaciones que se me hizo. -

Rage: - Debo admitir que es impresionante. Pero desafortunadamente no será posible usarlo. -

Kilo: - ¿Por qué lo dice? -

Rage: - Un dispositivo de descarga no reconocerá los datos que estamos buscando. Así que deberíamos descargar todos los archivos. Eso llevaría demasiado tiempo y dudo que alguien no nos descubra antes. -

Kilo: - Entonces. ¿Qué vamos a hacer? -

Rage: - Creo... que tengo una alocada idea. -"

Star Wars Fanfic - El Clon JediDonde viven las historias. Descúbrelo ahora