DOCE.

23 3 0
                                    

Luke aplaudió complacido cuando nos vio a todos listos, tras bambalinas. Su cabello rubio estaba completamente desalineado, parado en todas direcciones gracias a algún gel mágico.

Necesito ese gel con urgencia. Tal vez podría ayudar a que mi cabello se mantenga en su lugar y Jenna no tendría que prepararme a lo último.

—¡Muchachos, fue un placer ayudarlos estos últimos días! —vociferó Luke con entusiasmo. Nos enseñó una gran sonrisa—. Estoy seguro de que los dejarán boquiabiertos, pero aún así, sepan que son mis favoritos.

Sonreí en su dirección, aferrándome con fuerza al mástil de la guitarra.

El tipo me cae bien. Es un encanto.

Luego de haberse ausentado un día, lo compensó al aparecer en los ensayos que le siguieron. Escuchó lo que planeamos hacer y nos ayudó con algunos detalles que nosotros, incluído Allen, pasamos por alto. Después se la pasó dándonos ánimo con frases como "¡Lo hacen asombroso!", "¡Sigan así!", "¡Que buen juego de voces, maldición!", Etc. Trabajar con él era muy sencillo. Sin contar que se la pasa haciendo chistes sobre todo lo que se le pueda ocurrir.

De Allen, sobre todo. El pobre hombre en un momento parecía reprimir las ganas de tirarle algo por la cabeza.

Fue demasiado divertido.

—No necesitan que les infles el ego, Lucas —le dijo Allen, apoyado en un parlante gigante—. Tienen que mantenerse humildes.

Otra cosa que aprendimos en los últimos dos días es que tanto Luke como Matt se apodan en español. Luke es Lucas y Matt, Mateo. Cuando quise saber la razón, ambos rieron como idiotas y mascullaron algo sobre un intento de Luke de flirtear con una chica de su clase de Español en la escuela.

—¡Eh! —bramó el aludido, poniendo sus brazos en jarra—. ¿Sabes que alentar a las personas funciona más que burlarte? Hay algo llamado crianza respetuosa y...

—¡Nosotros no los estamos criando! ¡Tenemos casi la misma edad que ellos!

—Bueno pero aún así. Son unos bebés musicales aún. Hay que cuidarlos, están chiquitos.

—Dios santo...

Matt negó con su cabeza y presionó el puente de su nariz. Luke sonrió, satisfecho de irritar a su amigo.

Si pensaba que habría alguien peor que Elliot y Brad en lo que se refiere a molestar, ese era Luke. La diferencia con los otros dos es que él sabe qué tan lejos puede llegar con su amigo, Elliot y Brad no.

—Bien. No importa eso ahora —murmuró Matt, suspirando. Nos repasó con sus ojos —. Lo que nos interesa ahora es que, sobre todas las cosas, disfruten este momento. ¿De acuerdo? No piensen que es una gala de eliminación, imaginen que estamos en el sótano o que están en casa ensayando. Quítense la presión.

Asentí al mismo tiempo que los demás. El ambiente era completamente diferente al del miércoles, incluso podría decir que era menos nervioso y pesado. Hasta Clary no parloteaba sin parar, parecía a gusto con todo.

No sé que pasará por la cabeza de los demás pero por lo pronto yo me sentía conforme con el resultado de nuestro cover. El hecho de poder usar nuestras ideas me daba cierta alegría y el saber que podía ser nuestra última gala no me ponía nerviosa. Al contrario, si de alguna forma no funcionaba lo que logramos en los ensayos entonces no habría nada que fuera suficiente. Y no necesito vivir con la constante presión de ser suficiente para algo que me apasiona. Bastante con la inagotable sensación de no ser suficiente para absolutamente nada.

Sí, necesito ir a terapia pero ese es otro tema.

Nosotros seríamos la primera banda en presentarse de las cuatro que se encuentran nominadas. Según Allen eso podía beneficiarnos un poco si lo hacíamos bien.

Carry On: Sigue adelante.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora