QUINCE.

19 3 0
                                    

Do - Fa
Riff en la escala de Do...
—Eso no suena tan mal, Ally.
Alzo mis ojos en dirección al sofá de Jenna, donde Allen seguía tirado desde hace hora y media. Dejo caer mi mano sobre mi rodilla, frunciendo mi ceño.
—Es difícil ensayar si cada vez que me concentro me hablas, Allen —me quejo, volviendo mi vista a mi instrumento.
Vuelvo a comenzar con el ritmo, pero cambio el riff por un suave rasgueo que le da a la canción la suavidad que quería lograr.
—¿Cómo se llama la canción? —pregunta Matt, ignorando por completo lo que le dije hace menos de un minuto.
—Se llama "Cállate, Allen, por favor" —gruño, mirándolo mal.
Allen sonrió con diversión palpable en sus facciones.
¿Por qué diablos no acepté irme con los chicos?
Estábamos, aún, en el estudio de Jenna. Ella, Luke y Brad fueron por café y algo para comer después de que Jenna nos tuvo una hora y media modelando ropa de aquí para allá, enseñándonos (o mejor dicho a mí) como posar de forma adecuada para cuando tuviera que sacarnos fotos.
Nadie podía decir que no fuera agotador, así que, cuando los chicos decidieron salir a estirar las piernas y comprar, yo me negué a moverme del lugar. Decidí que aprovecharía para tocar mi guitarra. Lo que no me quedó claro es la razón por la cual Allen no fue con ellos. Solo dijo que debía hacer algo de trabajo pero permaneció en la misma posición, recostado en el sofá, sin mover un miserable músculo.
—Es un nombre un poco largo como para una canción que suena dulce —objeta.
Resoplo.
Lie to me no es dulce, Allen, es amarga —niego con mi cabeza mientras vuelvo a tocar.
Como mi alma, me permito pensar en agregar, pero lo evito concentrandome.
—¿Cómo voy a saberlo si no conozco la canción? —inquiere con un tono que me puso los pelos de punta.
Este hombre está planeando algo que me irritará.
—Pues búscala, en YouTube encontrás el vídeo muy rápido —contesto, intentando ignorarlo.
—Eso suena a mucho trabajo y estoy en mi horario de descanso —musita.
—Pues que mal, te aguantas entonces.
Se queda en silencio por unos segundos, lo que me ayuda a relajar mis hombros tensos y concentrarme en el sonido de la guitarra.
—Cantala para mi, Ally.
Ante esa pequeña petición, perdí por completo el ritmo y el compás de la canción. Mi corazón enloqueció en mi pecho, mientras veía las imágenes catastróficas en mi cabeza de lo que podría llegar a suceder si obedecía a su orden.
Uno: se ríe a carcajadas.
Dos: hace cara de asco y se queja de lo mal que canto.
Tres: hace ambas cosas y luego él mismo me expulsa de la banda por lo poco talentosa que soy.
Me estremezco ante estos pensamientos. Necesito hablar con Caitlin de esto con urgencia. Esto no puede ser normal.
—Yo no canto, Allen —mascullo entre dientes, tratando de aparentar tranquilidad.
Muevo mis dedos, casi como una caricia, sobre las cuerdas. El arpegio comenzaba a tener buen ritmo.
—Pues tendrás que hacerlo —dice—. Porque el próximo reto vocal será tuyo.
La cuerda más gruesa, la de Mi, sonó como si la hubiese estirado con brusquedad, algo que no se alejó de la realidad.
Me resigno a concentrarme.
—Estás demente —me burlo, sonriendo con sorna, intentando aparentar tranquilidad, a pesar de sentir mi corazón latiendo con fuerza—. Eso no sucederá ni en tus mejores sueños.
—Te conviene que suceda, porque, te recuerdo, que prometiste hacer todo lo que te diga —me recuerda pacíficamente y me permito odiarlo por unos segundos.
—Estoy segura de que accedí a hacer todo lo que me digas en los ensayos —aclaro con exagerado énfasis—. y, ¿adivina qué? No estamos en ningún ensayo.
Matt sonríe, como si supiera que diría algo como eso.
—Solo te estoy avisando para que tengas tiempo de prepararte mentalmente para cantar, Ally —dice y se sienta en la punta del sofá—. Y también creo que es bueno que cantes enfrente mío, para que puedas practicar.
Me quedo en silencio unos segundos.
Sé que debería hablar. Debería decirle que no puedo cantar más de medio verso, y eso si solo es un pequeño público.
¿Sola, en la intimidad? Maldita sea, podría cantar tres discos enteros de Winter Whisper y agregarle tres covers adicionales de 5 Seconds Of Summer. Ahora, déjame parada frente a un micrófono y quince personas desconocidas, y lo único que saldrá de mis labios será un chillido y huiré en dirección a Alaska, luego de vomitar sobre la persona más cercana.
La razón por la cual tengo pánico escénico es un misterio aún, tanto para mí como para todo el mundo. Me gustaría decir que hurgue en el tema, pero no. Odio pensar en ello siquiera. Es incómodo pensar incluso en la sensación que me causa.
Las cejas de Allen se levantan en su frente, distrayendome. Ladea su cabeza, con curiosidad en sus facciones.
En ese momento me doy cuenta que no he dicho nada en algún tiempo.
Solo lo diré y ya.
—No puedo —mascullo de mala gana. Me recuesto sobre el cuerpo de mi guitarra para mirarlo con mi ceño fruncido.
—¿No puedes? —repite a modo de pregunta.
—No —suspiro—. Tengo pánico escénico.
Eso parece sacarlo de su eje, porque su ceño se frunce también y su espalda se endereza.
—¿Pánico escénico? —replica, escudriñando mi rostro con sus ojos oceánicos—. Pero si se te ve bien cuando tocas la guitarra.
—Es que el problema no es cuando toco enfrente de la gente, sino cuando canto —explico—. Me incomoda cantar frente a desconocidos, pero no me pasa cuando toco la guitarra. Supongo que debe ser porque desde pequeña estoy acostumbrada a hacerlo, ya sabes, por las clases y exposiciones.
Se mostró algo escéptico por unos segundos.
—De acuerdo, entonces debemos trabajar en ello cuanto antes —dice antes de levantarse del sofá, con expresión solemne en su rostro, y acercarse hasta mi.
—¿Eh?
Allen aprovechó mi desconcierto para sacarme la guitarra y volver al sofá con ella en manos. Solo pude observarlo, perpleja, por unos segundos antes de caer en cuenta de que estaba tocando mi guitarra.
Mi preciosa guitarra.
—¿Hay alguna canción que sea especial para ti? ¿que te guste demasiado? —inquiere, mirando con especial atención el instrumento.
Mi guitarra.
El muy desgraciado la tomó como si fuera el amo y señor de ella. Mi guitarra.
¿Qué pasaría si tocara mi cuaderno? Probablemente cometería un asesinato.
Tratando de ignorar mis instintos asesinos, respiro profundo y miro hacia el techo, buscando concentración.
Therapy de All Time Low —digo al cabo de unos segundos, seguido de un suspiro.
Allen entrecerró sus ojos, fingiendo pensar por unos micro segundos.
—Mm, no, no la conozco —musita, burlón —. Mejor una de Disney.
Rápidamente se puso a tocar Reflection de Mulan.
Si no fuera porque amo esa película, probablemente lo habría golpeado. Bien fuerte.
Aunque podría decirse que no lo habría hecho porque, tal como pasaba en ese momento, su voz cantando me distrajo.
No llegó ni a mitad de la canción que se frenó de golpe y frunció su ceño, mirándome.
—¿No conoces la canción o que? —masculló, bruscamente, haciendo que salga de mi ensoñación.
Cruzo mi brazo, procurando mostrar la entereza que me faltaba.
—Obviamente la conozco, Allen, ¿por quién me tomas? —contesto de la misma manera.
—Entonces, canta, Ally, ¿qué esperas? ¿Una invitación?
Bufo en respuesta.
—Ven, siéntate aquí a mi lado —ordena Allen, dirigiendo su total atención a mi instrumento.
Dedicándole una mirada recelosa, tomo el lugar vacío en el sofá, aprovechando para recostarme sobre este.
Allen volvió a iniciar la canción y empezó a cantar otra vez.
Look at me
You may think you see who I really am
But you'll never know me
Every day it's as if I play a part
Now I see
If I wear a mask
I can fool the world
But I cannot fool my heart
Algo en su voz me resultaba conmovedor. Y, si bien no quería cantar, no podía abrir mi boca y cantar junto a él porque quería seguir escuchándolo.
Who is that girl I see
Staring straight back at me?
When will my reflection show
Who I am inside?
Nuevamente detuvo la canción, con una expresión extraña en sus ojos y me miró.
—Vamos, ¿no vas a dejarme cantar solo, o si? —inquiere, enseñándome una sonrisa que pretende ser amable.
Niego con mi cabeza.
—Lo siento, me gusta demasiado esa canción como para querer arruinarla —me excuso.
Allen, recuperando su brillo molesto, torna una expresión burlona.
—Creo que tengo la canción indicada entonces.
Sus dedos se movieron con otro ritmo, mucho más alegre que solo pude reconocer unos segundos antes de que cantara con una expresión de picardía...
¿Y si hacemos un muñeco?
Sin poder evitarlo, estallé en carcajadas.
Ven, vamos a jugar
Ya no te puedo ver jamás
Hermana, sal
Parece que no estás
—¡Vamos, Ally! Sé que quieres cantar esta canción —me animó, lo que me provocó una sonrisa.
La sonrisa incluso se escuchó en mi voz cuando lo seguí en la canción.
Solíamos ser amigas
Ya no más
¡No entiendo lo que pasó!
Allen soltó una risa, lo que hizo que aparecieran sus hoyuelos, y volvió a cantar conmigo.
¿Y si hacemos un muñeco?
No tiene que ser un muñeco.
Allen hace una imitación muy chillona de Elsa, diciendo "¡Déjame en paz, Ana!", que me dieron más ganas de reír.
Ya me voy.
La canción se cortó cuando ambos seguimos riendo. No sé que daba más risa, si escuchar a Matt cantar Y si hacemos un muñeco o que, tanto él como yo, sonamos muy mal al cantar sin dejar de reír.
Pero se sentía tan bien hacerlo. Supongo que era porque estábamos divirtiéndonos, pero me sentía cómoda incluso con la idea de seguir haciendo esas payasadas con él.
—¿Ves que puedes cantar? —inquiere, dejando de reír, pero manteniendo su sonrisa.
Aunque me hubiera gustado sacarle en cara de que eso no podía llamarse cantar, me embargó el conocimiento de que era cierto lo que decía.
Canté, junto a él.
No sé cuál fue mi expresión pero su sonrisa se acentuó aún más, y sus ojos brillaron con algo que no pude identificar.
—¿Cómo lo... ? —intento preguntarle.
Matt desvía sus ojos hacia la guitarra, apaciguando su expresión.
—Yo no hice nada, salvo distraerte —explica, jugando con las cuerdas—. A Leo le pasaba lo mismo cuando iniciamos la banda, mucho antes de que entraramos a Carry On. Solo podía estar frente a la gente si lo distraíamos lo suficientemente. Es como una pared mental que tienes, lo que debemos hacer es derribarla. Para eso, necesito que te sientas cómoda.
Lo miro, aún sin comprender completamente lo que acababa de pasar.
—Bien, ahora vamos en serio, Ally. Lo haremos otra vez —anuncia, mirándome de reojo—. Ya, quita esa cara, no es para tanto. Empezamos ahora.
Parpadeo varias veces, para captar lo que dice, mientras él comienza a tocar.
Una melodía bien conocida me sacó del aturdimiento, haciendo que lo mirara con indignación.
—¡Dijiste que no la conocías!
Mi chillido le hace soltar una risa.
—Pues, goza que si la conozco y canta conmigo—contesta, haciendo que resople en respuesta—. Si te sirve, cierra los ojos.
Matt comenzó a cantar, robándome una pequeña sonrisita.
My ship went down in a sea of sound
When I woke up alone, I had everything
A handful of moments, I wished I could change
And a tongue like a nightmare that cut like a blade
Matt dirigió sus ojos a mi rostro y mantuvo la nota, esperando a que siguiera la canción. Con la voz baja, lo seguí.
In a city of fools, I was careful and cool
But they tore me apart like a hurricane
A handful of moments, I wished I could change
But I was carried away
Matt intentó ocultar su sonrisa fácil, volviendo su atención a la guitarra. Yo seguí cantando, adentrándome en la melodía, y recordando la razón por la cual me gusta tanto esa canción.
Give me a therapy, I'm a walking travesty
But I'm smiling at everything
Therapy, you were never a friend to me
And you can keep all your misery
Matt unió su voz conmigo en el coro, pareciendo tan perdido en el instrumento que me hizo relajar. Mi voz tomó más fuerza a medida que la canción avanzaba.
My lungs gave out as I faced the crowd
I think that keeping this up could be dangerous
I'm flesh and bone, I'm a rolling stone
And the experts say I'm delirious
Mi pie, incontrolable, marcó el ritmo de la canción. Mis ojos se cerraron mientras la voz de Matt llegaba a mis oídos y me envolvía.
Give me a therapy, I'm a walking travesty
But I'm smiling at everything
Therapy, you were never a friend to me
And you can keep all your misery
Matt cortó la canción, y yo abrí mis ojos para verlo dedicarme una sonrisa. Hizo amagos de decir algo, pero por unos segundos permaneció en silencio, igual que yo.
Sus ojos estaban fijos en los míos y el ambiente se llenó de algo denso...
—¡Qué linda voz tienes, Alex! —La voz de Jenna desde la puerta me hizo saltar de mi asiento.
Allen y yo miramos donde provenía el sonido, encontrándonos con Luke con una sonrisa pícara, Jenna, con el rostro resplandeciente de alegría, y a Brad, con un vaso de café cubriendo sus labios pero una mirada extraña en sus ojos. Cuando bajó el vaso, me enseñó una sonrisa que parecía hueca.
—¿Agregando más talento a la banda para volvernos ricos, Donovan? —inquiere con un tono burlón que sonó más tenso que otra cosa.
—Un talento oculto que salió a luz justo a tiempo —manifiesta Luke, sin dejar de sonreír y acercándose al sofá con un vaso adicional de café que me dió para luego sentarse a mi lado derecho—. Estoy seguro de que podremos trabajar aún mejor con una voz adicional.
Jenna asiente con efusividad, y yo siento como mi rostro se calienta.
—No se alboroten mucho, tiene que trabajar en su respiración... y en varias cosas más, por lo pronto no la haremos cantar —interviene Allen, con ese tono molesto que tiene y adquiriendo su habitual pose indiferente al mundo.
Una sonrisa de gratitud se me escapó en su dirección. Él alzó sus cejas, con sorna.
—No me mires así, Ally, a partir de hoy practicaremos juntos luego de ayudar a Jenna y los ensayos grupales —indica, dejando mi guitarra a un lado del sofá—. Lo principal es que sepas técnicas de respiración, y que aprendas a respirar.
Cruzo mis brazos sobre mi pecho, frunciendo mi ceño.
respirar, Allen —mascullo entre dientes.
—Pero no lo haces bien —se burla él y yo, resoplo.
Lo que me faltaba, ni respirar lo hago bien.
—Tú tranquila, sé perfectamente cómo aprenderás a respirar bien —agrega Allen, sin perder su tono burlón—. Tengo la actividad perfecta.
Sin poder evitarlo, mis cejas se alzaron sobre mi frente mientras mi mente intentaba pensar de qué actividad Allen podría estar hablando cuando una sonrisa diabólica pintaba sus labios.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 18 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Carry On: Sigue adelante.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora