TRES.

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Inhala. Exhala. Inhala. Exhala.

Pre-seleccionados.

Pre-seleccionados.

PRE-SELECCIONADOS.

Seguí caminando por todo el sótano, como venía haciendo los últimos quince minutos. Mi mente estaba en blanco pero a la vez sentía como si estuviera a punto de estallar. Yo estaba a punto de estallar.

—Les dije que teníamos que habérselo contado antes —dijo Clary por tercera vez.

Los chicos, que habían venido detrás de mí luego de la cena, estaban todos repartidos entre el sofá y la alfombra, mirándome caminar de una esquina a otra. Excepto Austin, él estaba sentado en la banqueta de la batería jugando con sus baquetas.

Estábamos en el sótano de la abuela, el lugar en el que solíamos ensayar porque por lo general ella no estaba mucho en casa, es una persona bastante activa.

—Yo que sabía que se pondría así de loca —se quejó Elliot todavía algo malhumorado por el accidente del agua.

—Alguien que la pare, de tanto que camina va hacer un hueco en el piso —musitó Brad desde el suelo, comiendo un trozo de pudín que trajo de la cena.

Los miré mal y luego de dar una vuelta más, me recosté en la alfombra.

Maldición. No lo puedo creer.

Clary, desde el sofá, pateó mi costado de una forma que tal vez ella consideraba suave pero no lo era. La volví a mirar mal.

—Tranquilizate, loca —me dijo con la delicadeza que la caracteriza. —No es para tanto, es simplemente una audición, y tenemos tiempo para ensayar aún.

—No es simplemente una audición, Clarissa, ¿No lo ves acaso? —mascullé entre diente. —Es a todo o nada, ¿Que haremos si no quedamos?

—Pues nada, ¿Qué más podríamos hacer? —respondió Austin, completamente sereno. —Si perdemos, seguiremos haciendo lo de siempre, no es mucha ciencia.

Me quedé callada, porque sabía que tenía algo de razón.

—Aunque tienes razón con que es algo importante, no deberías asustarte tanto, ya pasamos la primera instancia, estoy segura de que nos irá bien en esta segunda —agregó Hannah a un lado de mi hermana.

Cubrí mis ojos con mis manos. De repente me sentía muy cansada.

—Sí, ¡Oye! Si nos pre-seleccionaron es porque creen que algo de talento tenemos —vociferó Amber junto a Hannah y Clary.

Brad picó mi brazo con su cuchara para llamar mi atención. Lo miré y me señaló su pudín.

—¿Quieres un poco de pudín? —preguntó con una sonrisita. Me senté y le saqué su pudín para comerlo.

Por cosas como estas, él era mi mejor amigo.

—Que miedosa eres, Alexandra —masculló Elliot, ganándose una mala mirada de mi parte. —Es una oportunidad única y estás temblando como si estuvieras desnuda en una calle llena de nieve.

—Tú ni siquiera me hables, por tu culpa estoy al borde de un colapso mental —gruñí con la boca llena, y seguí comiendo el pudín.

—Que dramática —respondió él hastiado —. ¡Sí, envié tu canción! ¿Qué problema hay con eso? Gracias a eso ahora estamos a unos pasitos más de ser una banda famosa, Alexandra.

Se me cerró el estómago de golpe. Le devolví el plato casi vacío a Brad, y le dediqué mi peor mirada a Elliot.

—¿Acaso no recuerdas que ni quería mostrarles esa canción? ¡Lo dije como ocho veces, esa canción quedaría entre nosotros y nadie más! —exclamé enojada.

Carry On: Sigue adelante.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora