Bellako

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1 año después:

YoonGi se encontraba en clases como de costumbre. Ahora estaba en segundo año de universidad en su facultad. Bueno, una nueva facultad, pues desde aquella vez se alejó del castaño por completo. Actualmente estudiaba administración de empresas y de segundo estudiaba como productor musical. Estaba más ocupado que nunca con sus estudios en los cuales era el mejor, mejores notas, siempre puntual y responsable. El favorito de los maestros; sin embargo, su vida social no era tan buena, sólo tenía 1 amigo, pero era muy famoso. Todos en la escuela lo conocían como "El chico bellako", por aquel video donde le cantaba esa canción a HoSeok, el cual también era muy conocido.

El pálido siempre recibía las burlas de muchas personas, sobre todo de índole sexual.

Al principio las "bromas" le afectaban, pues se refierian mucho a su cuerpo y a que le harían todo lo que la canción decía o cosas referentes a la canción o que era un fácil sin vergüenza. Le tomó un tiempo acostumbrarse y saber como responderles; por eso su actitud había cambiado a una muy seria y obscena, su estilo también había cambiado a ropas más provocativas, aunque a veces le daba pereza y sólo iba con ropas holgadas.

Oye Bellako, ¿Qué tal si te doy como dice en la canción? Vamos a mi habitación y te daré lo que te gusta — dijo aquel chico soltando risas con su grupo de amigos.

YoonGi se detuvo y rió también.

No creo que tu pito chico me déje satisfecho. No podrías con el culo que me cargo — se dió una autonalgada y rió para irse.

Los chicos callaron y el que había hecho la broma se sentía humillado.

Por esas respuestas se había ganado muchos enemigos y casi nadie se metía con él. Una vez escuchó como decían cosas horribles de HoSeok. Si HoSeok le dijo cosas horribles, pero él entendía que lo hizo porque estaba harto; por ello se agarró a golpes con la persona que estaba denigrando al castaño. Ahora era algo temido y odiado.

Le había hecho caso a HoSeok se había alejado, pero le tomó tiempo, porque ya se había acostumbrado a girar en torno a él y despegarse de su órbita era realmente difícil.

YoonGi caminaba hacía la escuela como todos los días, pensando muchas cosas, por ello no se había percatado cuando dejó unos postres en el casillero de HoSeok.

— Ah — soltó bajo al recobrar el sentido. — Es cierto. Ya no tengo que hacerlo... — tomó las cosas y se fue de ahí. Se sentía muy raro. Siempre fue su rutina diaria, algo automático...  ahora el no hacerlo le sería tan raro y difícil de quitar.

La terapia "sugerida" por HoSeok no la había tomado, pues no le veía necesario, sólo debía alejarse y buscar a alguien más, aunque después de todo lo que HoSeok le dijo algo había cambiado en el pensamiento de YoonGi y ese sentimiento que antes lo invadía con el pasar de algunos meses se esfumó. Sólo un día ya no sentía nada y lo agradecía; ya que, así pudo avanzar más. Se sentía liberado. A pesar de las burlas y así se sentía muy bien. YoonGi se encuentra de lo mejor a su propio parecer.

Ahora veamos el otro lado de la moneda.

HoSeok este año a estado demasiado... ¿pensante?. Desde que YoonGi se había desaparecido por completo de su vida se sentía raro. Realmente raro. Ya se había acostumbrado a la presencia y mirada del pálido; también a sus regalos y detalles.

Ese día HoSeok se levantó, se preparó para la escuela y se fue. Saludó a algunos compañeros en la entrada y se dirigió a su casillero. Al abrir este y no encontrarse con un presente se sintió algo raro. Sintió lo mismo la primera vez que YoonGi no le puso una nota con un mensaje al lado de los bocadillos. Creía que YoonGi seguiría sin tomarle en serio después de todas las cosas que le había dicho. ¿Se le olvidaria? Se preguntó HoSeok a si mismo y luego esfumó ese pensamiento, a él no le importaba. Sin más se dirigió al salón.

Chico Bellako || HopeGaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora