¡Bienvenidos al mundo de los sueños! Dónde cada uno de tus deseos se vuelve realidad. ¿Te gusta el drama?, ¿La tristeza?, ¿Desearías poder vivir con tu hermoso husbando y hacer realidad tus fantasias con el?. ¡Pues no esperes más!, He creado este ap...
Inspirado en: Let You break My heart again de Laufey.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¿Qué...?—. La noticia se había clavado en el fondo de su corazón como una aguja, el silencio se apoderó de todo su ser y un nudo se formó en su garganta.
—Me casaré, y me gustaría que vinieras a la boda—. Hablo el hombre, observando a su vieja amiga.
—Y-yo... Claro, estaré muy feliz de ir a tu boda Diluc —. Habla mientras muestra una leve sonrisa triste, su mirada se cristalizó y trato de soportar las lágrimas.
Diluc observo a la chica y una leve sonrisa apareció en su rostro.
—Estare muy agradecido si estás ahí, me gustaría que fueras la dama de honor—. La chica tomo un poco de su bebida para disimular las enormes ganas de llorar que tenía.
—S-sería un honor acompañarte a ti y a Jean en ese día tan... Importante—. Respondió aún con ese característico nudo en la garganta.
La puerta del bar se abrió repentinamente y por ella entraron entre charlas Rosaria y Kaeya, la joven bajo la mirada hacia su bebida y tomo de golpe el último trago de vino.
Kaeya al observarla se acercó a ella con galantería.
—Buenas noches señorita Russell, no esperaba encontrarla por aquí está noche—. Hablo mientras la observaba al ver que la joven no levantaba la mirada se extraño un poco ya que la joven casi siempre le seguía el juego, sabía que alguien con un puesto tan importante entre los nobles jamás le haría caso pero ella siempre contestaba, aunque con insultos pero lo hacía.
Diluc observó el extraño comportamiento de su amiga pero pensó que tal vez tendría problemas con sus padres. Un borracho que recién entraba a la taberna llamo a Diluc y pidió una bebida.
—Hey, ¿Que sucede? ¿Acaso te comió la lengua el gato preciosa?.
—Kaeya no estoy de humor ahora para tus bromas... ¿Podrías... Dejarme sola? —. La pelinegra exclamó con la voz rota y apagada, y ahí Kaeya entendió lo que estaba pasando.
—Oh... Ya veo lo que pasa, ya te lo dijo... ¿No?—. Suspiro.—A mí también me tomo por sorpresa, pensé que los matrimonios arreglados habían pasado de moda ya... ¿No crees linda?.
La chica no contesto solo estaba en silencio con la mirada gacha y los ojos llorosos, sentía que si decia alguna palabra mas su frágil corazón iba a terminar aún más en pedazos.
Kaeya suspiro frustrado no sabía que hacer, ____ era una amiga de su infancia, sabía de su amor por su hermano pelirrojo.
—¿Quieres... Que vayamos a dar una vuelta?—. Habló esperando una negativa de la chica.
