NO ME DEJES, NO ME OLVIDES

CAPITULO 18

Me ha ganado la curiosidad, con respecto a la manilla que siempre lleva Derek en la mano, y ya que se encontraba demasiado dormido, necesitaba encontrar las respuestas que él nunca me da, cuando termino de quitarle la manilla, me sorprendo enormemente

<< ¿Qué coño es  esto?>>

En la mano de Derek hay varias incisiones, exactamente por sus venas, son tres grandes cicatrices en un cuerpo tan perfecto, me llevo la mano a la boca, para aguantar las ganas de llorar tienen un aspecto horrible, parecen de hace tiempo, pero también parece que se negarán a cicatrizar del todo. Paso la yema de los dedos por ellas,. Derek se mueve al instante volteándose de lado y colocando sus dos manos bajo la cabeza, lo  que me impide volver a colocar la manilla en su lugar. Eso solo puede significar una cosa, pero lo que ahora me pregunto es ¿Qué ha sido tan grave para que haya intentado...?  No puedo terminar la frase.

Me levanto y me voy para otra habitación, me tumbo en la cama boca abajo, hundiendo mi cara en la almohada para que ahogue mi llanto. Pensé que este iba hacer un maravilloso fin de semana, pero todo se ha vuelto una auténtica pesadilla. Lo amo tanto pero este amor me duele, lloro, lloro y lloro hasta que me quedo dormida.

Estoy en una habitación blanca y solo veo una cama de hospital, me incorporo de mi silla para ver quien está en la cama y me sorprendo al ver a Derek, dormido sus muñecas están vendadas y  él totalmente inconsciente con un respirador artificial. Lo agarro de los hombros y empiezo a sacudirlo "¿Derek?"...lo muevo "¿Derek"? pero él no abre los ojos, de pronto veo que sus muñecas sangran, coloco mis manos para detener el sangrado. Pero este empieza a salir a montones. Miro mis manos y luego veo mi ropa toda teñida de rojo...

—   ¡Derek! — grito y me despierto sudando, ha sido un sueño horrible...No, un sueño no  una pesadilla.

Me bajo de la cama y  corro al dormitorio de Derek lo encuentro aun dormido, son las siete de la mañana que bueno que hoy avisó el hecho de que  no  íbamos a ir, estoy segura de que tendrá una jaqueca horrible, Lo dejaré dormir un poco más. Bajo y decido prepararle unos huevos de beicon,  tostadas, también he hecho un café, preparo un zumo  de naranja y encuentro unas pastillas para el dolor, lo organizo lo más bonito  que puedo, subo con cautela la escalas haciendo equilibrio para no tumbar el desayuno. Cuando entro lo encuentro sentado con las manos apoyadas en su cabeza, tiene un aspecto desordenado, pero aun así sigue siendo hermoso.

—   Vaya pensé que no ibas a despertar en todo el día—digo mientras coloco la bandeja a un lado de la cama— toma— le entrego las pastillas y el zumo— esto te hará sentir mejor.

—   Gracias, aunque nada me hará sentir mejor— no ha sido capaz de mirarme a los ojos—  y no me refiero al dolor de cabeza. Emma lo siento no quería que nuestro día terminará así.

Bajo la mirada, me siento en el borde de la cama y juego con los dedos entrelazados.

—   Yo tampoco quería que terminara así— levanto la mirada él está partiendo el desayuno, agarro su barbilla y lo obligo a mirarme— Derek ¿Qué es lo que te ha pasado?

Coloca la bandeja a un lado, me agarra de la mano, me besa los nudillos.

—   No lo sé, es solo que no supe cómo reaccionar y lo he pagado contigo.