Llegamos justo a tiempo a la corte, entremos en el despacho de la jueza y acordamos que la primera audiencia se llevaría exactamente en un mes el 23 de septiembre. Me propuse ayudarle a Derek y ser la mejor abogada y estar a la altura de la situación.
Para cuando salimos de la corte ya eran poco más de las cuatro y ya que no habíamos almorzado, llegamos a un restaurante pedimos la carta de menú y una botella de vino.
— Sandy tiene un acento distinto, es como si no fuera de aquí— le digo a Derek mientras tomo un sorbo del vino.
— Es porque no lo es, Sandy es española, de hecho fue allá donde conoció a mi hermano Liam, vivimos unos años en España
— Oh, eso quiere decir que eres un experto en el español, bueno sé de buena fuente que eres experto en muchas cosas más— sonrió y doy gracias a Dios de que yo también manejo el español ya que varios de mis vecinos eran latinos, y unos de los empleados en el pequeño negocio de mi papá era colombiano, entonces aprendí el idioma cada vez que iba al negocio.
— No te imaginas cuan experto soy— me dedicó una sonrisa lasciva— de hecho podemos hacer una pequeña muestra.
— Claro que me encantaría una demostración— me coloco de pie— espérame voy al tocador y ya regreso— Derek que de manera cortés que se había colocado de pie asiente, yo cojo mi cartera y me voy para el baño.
Entro en el baño, veo a dos chicas una rubia y una morena hablando, le sonrío y empiezo a retocarme el maquillaje, mientras escucho como la rubia le dice a la morena
— ¿viste quien está en el restaurante? — le dice mientras se aplica rímel, la morena deja de maquillarse y la mira
— No, no me digas que es...— las dos gritaron al tiempo emocionadas mientras la rubia asentía, no decían el nombre pero parecían dos chiquillas emocionadas al ver al capitán de un equipo de futbol salir al campo.
Yo seguía maquillándome y me reía ante la actitud de las jóvenes, hablan de alguien del restaurante, de lo guapo que estaba y de que la rubia se lo había tirado varias veces.
— ¿Pero está solo? — le decía la morena a la rubia, mientras yo me aplicaba rubor
— Pues yo acabo de asomarme y está solo en la mesa. — decía la rubia muy emocionada— creo que puedo volver a coger con él, vas a tener que irte sola amiga, porque hoy voy a dejarme atrapar por los brazos del mejor abogado de la ciudad— reían y fueron interrumpidas por mi pestañita que caía al lavabo, mientras a mí se hacía un nudo en la garganta ¡estoy segura que están hablando de Derek!.. Las chicas salieron del baño riendo, una enorme rabia recorría mi torrente sanguíneo, tener que escuchar las grandezas de Derek desde la boca de otra mujer es peor de lo que pensaba, no lo soporto y fuera de eso la muy resbalosa piensa que está solo y que se lo puede volver coger a no, pero esto no va hacer así de fácil.
Recojo mis cosas y me dirijo a la salida del baño, tropiezo con una figura alta y atlética de ojos azules. Me envuelve por la cintura y entramos nuevamente al baño de damas, mientras me besa cierra la puerta y coloca el pestillo. Asalta mi boca con posesión y todo mi cuerpo se calienta mientras él juega con mi lengua.
— Derek no podemos...— quiero seguir hablando pero él me interrumpe volviendo a pegar mis labios contra los suyos, girándome para quedar en frente del lavabo.
ESTÁS LEYENDO
NO ME DEJES, NO ME OLVIDES
RomanceEmma Grenwoods una abogada recién graduada, que se muda a nueva york y entra trabajar en la mejor firma de abogados de la ciudad, donde conoce al presidente de la firma: Derek achen un hombre con fama de ser un don juan innato. Tras varios encuentro...