CAPÍTULO CUARENTA

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Jimin estaba mirando el noticiero local en la televisión de su cuarto del hospital. El titular, de enormes letras blancas, decía "Alcalde sufre ataque inesperado" y, en la imagen que ocupaba toda la pantalla, estaba Jungkook cerca de la puerta de entrada, rodeado de varios micrófonos, La luz de las cámaras le pegaba en el rostro y ayudaba a que se viese con claridad a pesar de que fuese de noche. Tenía barba como de tres días, lo más crecida que Jimin le había visto nunca, y unos lentes de sol en forma de aviador que ocultaban sus ojeras. Estaba usando una de sus camisas porque Yoongi se había confundido de armario cuando había ido a buscarle ropa el día anterior. Jungkook se veía algo gracioso usando una camisa de seda verde con brillos dorados, sobre todo porque le quedaba extremadamente suelta y se la había abotonado hasta el cuello. Su nuevo estilo le hacía perder credibilidad y Jimin no pudo evitar reírse cuando se percató de que toda la ciudad creería que el alfa solía vestirse así.

Por un largo rato, Jimin no escuchó las preguntas que estaba respondiendo su alfa sino que se dedicó a medir su estado de ánimo según las miradas que proporcionaba a los distintos reporteros. Estaba cansado, no era la primera vez que lo notaba porque sabía que no había dormido cómodo en el hospital. Jimin había insistido, desde la primera noche que pasaron allí, que había lugar para los dos en su cama. Pero Jungkook optó por dormir en el sofá porque no quería arriesgarse a rozar su herida con su brazo o su cabeza. Como consecuencia, el alfa solía despertarse en medio de la noche y acomodarse en el sillón una y otra vez. Jimin habría preferido que durmiera en su casa pero Jungkook se negaba rotundamente a dejarlo solo en el hospital.

Esta era la primera vez en que el alfa accedía a salir a hablar con la prensa después del gran empeño que había puesto Kang durante los dos últimos días para obligarlo a hacerlo. La asesora de imagen quería que respaldara la historia que les había dado a los periodistas sobre la agresión del alfa que trabajaba en el prostíbulo y alegaba que la única forma de que los dejaran en paz era dándoles unas cuantas notas. Jungkook finalmente le hizo caso porque una enfermera les había dicho que pronto le darían el alta y quería que los reporteros no estuviesen molestándolo cuando llevara a Jimin a casa.

De todos modos, no lo dejó solo. Jimin dudaba que alguna vez Jungkook le permitiera estar solo de nuevo. En los dos días que había estado internado, el alfa se había encargado de mantenerlo vigilado a todo momento y, a veces, llamaba al médico para que lo revisase aunque Jimin se encontrara perfectamente bien. Estaba continuamente preocupado y al omega no le molestó su actitud, al menos hasta el momento, porque él también lo estaba. No era el único que había salido herido del prostíbulo. Jungkook no lo dejaba ver su cicatriz, sin embargo, y temía que fuese más grave de lo que creía.

También le preocupaba no poder saber qué tan bien estaba procesando el alfa lo que había sucedido porque éste no demostraba ningún cambio en su conducta. No estaba tan feliz como cuando sus padres habían almorzado en su casa pero era normal que no estuviese contento después de lo que había pasado en el burdel. Lo único que lo ponía de buen humor eran las noticias que traía el médico sobre su embarazo cada vez que le hacía una revisión para ver cómo estaban sus bebés.

Siempre eran buenas noticias, Jimin no había tenido ningún tipo de dolor abdominal ni pérdidas en los últimos dos días y el médico decía que su herida estaba cicatrizando a la perfección. Se sentía muy optimista al ver que las cosas estaban mejorando. Acostumbraba hablar con Jungkook sobre lo increíble que sería tener trillizos e imaginaban juntos el sexo de cada uno. Jungkook estaba seguro de que uno de los tres sería un varón alfa así que no le importaba de qué género fuesen los otros dos. Entonces Jungkook empezó a molestarlo con que creía que serían tres niñas. Pero, en realidad, no tenía ninguna corazonada al respecto, seguía pensando en sus bebés como pequeños bichitos y también le habría gustado tener al menos un niño. A decir verdad, poco le importaba el sexo de cada uno, con que fuesen los tres sanos él estaría feliz.

𝐀𝐒𝐈𝐒𝐓𝐄𝐍𝐓𝐄 ━━━ 𝗞𝗢𝗢𝗞𝗠𝗜𝗡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora