after like Hyunlix

14.

Felix se había dormido tan profundamente que honestamente le sorprendió haberse despertado solo por sentir la ausencia del calor del cuerpo de su novio, Hyunjin se había levantado lentamente intentando no despertarlo, pero no funcionó.

—oh, justo iba a preguntarte si querías que ordenemos algo para cenar—escuchó que dijeron.

—suena bien, ahora nos levantamos—susurró Hyunjin, volviendo a cerrar la puerta—¿Estás despierto, bebé?—preguntó sentándose en la orilla de la cama.

Perezoso y todavía somnoliento, Felix se giró sobre su espalda, mirándolo—¿Qué hora es?

—las nueve, le envié un mensaje a tu madre hoy temprano—Hyunjin le acarició el cabello y luego el rostro, sonriéndole con cariño.

—hace frío—se quejó en voz bajita, de inmediato su novio buscó un abrigo, ayudándole a ponérselo.

—ve a lavarte la cara, mi padre está en la sala, pidió algo para la cena—Hyunjin le dió un beso en la mejilla y Felix asintió, se bajó de la cama con cuidado y se dirigió al baño.

Cuando se vio en el reflejo del espejo, recordó lo que había estado haciendo con Hyunjin más temprano, no pudo evitar ruborizarse y parpadear repetidas veces, tragó saliva avergonzado mientras recordaba al rubio entre sus muslos.

Se calmó a sí mismo e intentó no pensar demasiado en eso cuando salió del baño, Hyunjin le tomó de la mano y le dejó un beso entre sus cabellos negros, llevándolo hasta la sala.

No fue así como pensó conocer al señor Hwang, pero así ocurrió.

El hombre estaba en el sofá mirando las noticias cuando él y Hyunjin entraron a la sala, el padre de su novio los miró y sus ojos se ampliaron al verlo.

Felix se preguntó si él pensaría que era feo para Hyunjin, muchas preguntas pasaron por su cabeza en cuestión de segundos, este era el mismo hombre que le había permitido a Hyunjin decir que podía casarse con quién quisiera si así lo deseaba, él probablemente sabía incluso de las grandes sumas de dinero que Hyunjin gastaba pagando su matrícula, comprando anillos costosos e incluso llevándolo a comer.

Se sintió tan diminuto por un instante, que quiso ocultarse, pero la mano de Hyunjin era fuerte contra suya y sus dedos estaban tan entrelazados que sabía con certeza que su novio no lo dejaría ir con facilidad.

Y le dió una valentía que no sabía que tenía, pero cuando conoces la sensación de saber que no te dejarán ir, ni siquiera intentas huir.

—oh, así que tú eres Felix—él dijo, levantándose del sofá, estirando su mano para estrecharla—encantado de conocerte.

Felix lamió sus labios con nerviosismo, tomándola y mirándolo tímido, no pudo sostenerle la mirada cuando el señor Hwang le miró cada detalle del rostro—en-encantado—susurró.

—Felix es vergonzoso, papá, no lo intimides—murmuró Hyunjin, llevándolo hasta el sofá.

Se sentaron juntos allí y Felix intentó no mantener la cabeza baja, el señor Hwang seguía mirándolo, quizás había notado que llevaba la ropa de Hyunjin, el conjunto deportivo le quedaba holgado y al menos dos tallas más grande.

—me sorprende que tenga un rostro tan bonito—fue honesto el señor Hwang—nunca ví uno igual.

—¿Cierto?—preguntó emocionado Hyunjin, corriéndole un poco el flequillo de la cara—te dije que las pecas le daban incluso un encanto mayor, estuve contándoselas mientras dormía, llegué a ochenta, pero tengo la certeza de que tiene un aproximado de ciento cincuenta pecas.