38.

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Nota: yo no sé nada de diferencias horarias y de estaciones, le mandé verdura porque todas las veces que entré a Google a buscar info y salí me olvidé lo que leí JAJAJA.

Felix y Hyunjin durmieron hasta tarde, acurrucados y bajo las cálidas sábanas y mantas, afuera había comenzado a nevar, después de todo cuando en Corea era verano, en Chicago era invierno.

La habitación estaba cálida y podían pedir el desayuno en cualquier momento hasta las once de la mañana, beneficio de un hotel de lujo.

Normalmente Hyunjin se despertaba primero, pero esta vez fue Felix, el chico rubiecito y de pequitas se acurrucó más contra su esposo y sonrió, apoyó su oreja en el pecho desnudo del chico de cabellos oscuros y escuchó sus latidos.

Permaneció así contra él por un largo rato, simplemente contra la piel de Hyunjin, oyendo sus latidos y disfrutando de su presencia, su esposo se despertó una hora más tarde, se removió suavemente y le besó la coronilla.

—buen día, hermoso—Hyunjin dijo, acariciando su espalda baja, todavía estaban desnudos, apenas con ropa interior.

—buen día, mi amor—Felix tenía sus mejillas ruborizadas, él se acercó al rostro de Hyunjin y le dejó un besito en la comisura, pero para Hyunjin no fue suficiente así que lo empujó suavemente contra las almohadas y empezó a besarlo con más pasión.

—¿Pudiste dormir bien?—preguntó, acomodándose en el pecho de Felix, acariciando su vientre.

—sí, dormí como un angelito toda la noche—rio el chico de pequitas.

—es porque eres un angelito.

—Hyunjin—se quejó Felix cuando su esposo le empezó a meter mano.

—un mañanero, Felix, soy un esposo tan abandonado, anoche te dormiste primero—dijo, intentándolo chantajear—me sentí tan poco amado—burló, frotando el miembro del rubiecito.

Felix gimió bajito por la estimulación tan temprana, agarró un puñado del cabello oscuro de Hyunjin mientras su esposo continuaba masturbándolo, su esposo se incorporó, mirándolo con ojitos afilados, como un cazador persiguiendo a su presa, Felix le mantuvo la mirada, observando como Hyunjin empezaba a chuparle un pezón, todavía masturbándolo.

—es... es mu-muy temprano—susurró cerrando los ojitos con fuerza, la boca húmeda de Hyunjin en su pezón y su mano grande frotándolo le hicieron papilla el cerebro, no pudo articular ninguna palabra más que gemidos desordenados.

Se corrió en la mano de Hyunjin y su esposo se incorporó, bajándole la ropa interior, Felix solo lo miró mientras intentaba recuperarse.

—todavía estás flojo—murmuró Hyunjin, separándole las nalgas, metiendo el dedo en su agujero—¿Podemos hacerlo?

El rubiecito asintió, separando sus piernas—sí—susurró, acariciando sus propios muslos.

El chico de cabellos oscuros sonrió y se quitó la ropa interior, cubrió con lubricante su miembro y se acomodó entre las piernas de su esposo para penetrarlo, se inclinó sobre él y gimió contra su cuello mientras empujaba su pene en su apretado agujero, estaba flojo, pero no lo suficiente para tomarlo con rapidez, el estiramiento hizo que Felix empezará a llorar, ya que no estaba acostumbrado, Hyunjin le repartió besitos en el rostro y se deslizó de manera lenta en su interior.

—lo siento, bebé, iré despacio—dijo, besando sus pequitas.

Felix asintió, abrazándolo desde los hombros, gimiendo de a poco—ya co-comienza a sen-sentirse mejor—tartamudeo disfrutando del calor corporal de su esposo, del miembro duro golpeando contra sus paredes internas—oh, Hyunjin... Hmmm—gimió arañando su piel, aferrándose a él.

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