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Los tres ya tenían en cuenta el sentimiento mutuo que presenciaban en estos momentos, aunque ahora se encontraban tratando de resolver algunas de muchas preguntas

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Los tres ya tenían en cuenta el sentimiento mutuo que presenciaban en estos momentos, aunque ahora se encontraban tratando de resolver algunas de muchas preguntas.

Estados Unidos aún cuestionaba una relación de tres integrantes, le parecía un tanto extraño, pero oigan, él tenia las ganas de poder intentarlo aunque sea.

Rusia no sabía que decir, típico de él.

Y con nuestra Venezuela... digamos que entró y cuestionó tantos sus pensamientos que lastimosamente mantenía un breve colapso.

No costaba aceptar una relación de tres personas, lo único diferente en ello es que hay un integrante demás pero ¿a quien coño le importa? El venezolano por fin no quería más rodeos para llegar a una conclusión si tener una relación seria o no, sabía que todos estaban de acuerdo. Entonces ¿para que pensar tanto?

─ Vamos a tener una relación los tres y ya, se acabo el peo. ─comentó sin más rodeos el hispanohablante aunque los demás tenían sus respectivas dudas.

─ No creo que vaya a funcionar. ─la voz calmada del estadounidense se hizo presente en la sala.

─ ¿Y por qué lo cuestionas? ─preguntó el ruso.

El norteamericano se quitó sus lentes para apreciarlo mejor, mostrando con perfección el color llamativo de sus ojos.

─ Creo que será muy raro para la gente notar que somos una pareja de tres. ─respondió a la pregunta anterior de su ''compañero''.

Chasqueó con asco─ ¿En serio te tiene que importar siempre lo que digan los demás? ─alzó mas el tono de su voz, pero el contrario no se dejaría intimidar.

─ Sé que ya habíamos hablado sobre ese tema, pero aún así podríamos tener muchas críticas destructivas. ¿No crees, amor? ─dicho apodo con cariño iba dirigido para el venezolano quien trataba de analizar la situación.

Aunque dichos minutos en los que se quedó observando como sus ''amigos'' discutían, pudo pensar bien que este tipo de situaciones no se debía debatir, simplemente si querían una relación lo podían tener sin ningún problema, con tal de que sus decisiones sean afirmadas.

─ Rusia. ─el recién nombrado alzó su cabeza para mirarlo─ ¿Quieres ser nuestro novio?

Lo pensó, y lo aceptó.

─ Estados Unidos. ─este hizo la misma acción que su amigo anterior─ ¿Quieres ser nuestro nuestro? ─no respondió.

Silencio.

Solo había un rotundo y semejante silencio en la sala.

Venezuela rodó sus ojos, ya no quería seguir insistiendo, si en verdad lo quería no habría necesidad de cuestionarlo mucho. Un tiempo atrás que había conversado con el de gafas oscuras, recordó que este le mencionó el gran miedo de no ser aceptado libremente en una relación seria, por eso mantenía distancia a experimentar el amor, quizás era eso lo que estaba sucediendo en estos momentos.

𝖻𝖺𝗃𝗈 𝖾𝗅 𝗆𝗂𝗌𝗆𝗈 𝗍𝖾𝖼𝗁𝗈 🖇 𝗿𝘂𝘀𝘃𝗲𝗻𝗲𝘂𝘀𝗮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora