★# 𝟮𝟮 ˀ ˊ˗

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No podía detener sus caricias, incluso no hacía ningún esfuerzo para negarse, le sorprendió que estuviera en este punto después de haber tomado

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No podía detener sus caricias, incluso no hacía ningún esfuerzo para negarse, le sorprendió que estuviera en este punto después de haber tomado.

El estadounidense volteó su cuerpo para mirar fijamente al venezolano quién le sonreía con leve malicia.

¿Qué pretendía hacer el muchachón?

— ¿What the f—

El menor se abalanzó contra él para besarle con intensidad, dejó abrir su boca para que sus lenguas jugaran entre sí dentro de la cavidad bucal del otro. El de 50 estrellas no quería hacerlo en estos momentos, pero al ver el estado del latino le excitaba.

Teniendo aún sus labios pegados contra su pareja, atravesaron pasos para llegar hacia el sofá y continuar con lo suyo.

Venezuela mordía el labio inferior del contrario provocándolo a propósito mientras sentía como el americano apretaba su trasero al sentir el dolor.

Todo iba sumamente rápido que de un momento a otro el mayor en estatura ya mantenía su pene erecto frente al rostro de su novio.

Le sonrió delicadamente por saber que era lo que se avenía y sin más posicionó su pene dentro de la boca del menor.

Los suspiros roncos eran notorios ante los oídos del venezolano, primera vez que escuchaba al de 50 estrellas tan agitado. Podía tener la suerte de ver al chico chuparle hasta el alma, lo hacía tan bien.

No lograba pensar con exactitud sobre qué era lo que estaba sucediendo en estos instantes, pero por mucho tiempo no sentía aquella sensación en dónde solamente sacas tus quejidos a causa de la gran excitación.

Percibía un poco de pena por verse tan vulnerable en frente de Venezuela, pero que va, ¿eso es lo que realmente importa en estos momentos? El único objetivo del anterior nombrado era satisfacer lo más que pueda a su querido novio, y por lo que visualizaba este trataba de abstenerse a algo, apretaba los cojines del mueble y mordía su labio inferior.

Suponía que ya había llegado al primer clímax y para jugar con la situación succionó el glande con lentitud para ayudarlo, tapándose el rostro al instante luego de que el agitado haya esparcido todo el líquido en su cara.

— I-im sorry, hon-ney... —no podía pronunciar bien las palabras, los suspiros establecía en ellas y no dejaba de sentirse tan fascinado.

El venezolano solo rió, agradeció de que el semen no haya caído en sus ojos, ahí sí hubiese sido un grave problema. Besó dulcemente al mayor en estatura y se encaminó hasta la habitación, esto enfureció al de 50 estrellas, ¿cómo podía comenzar todo este conflicto e irse como si nada?

Y por supuesto que ahora era el turno del estadounidense, el menor no tendría escapatoria.

Y por supuesto que ahora era el turno del estadounidense, el menor no tendría escapatoria

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𝖻𝖺𝗃𝗈 𝖾𝗅 𝗆𝗂𝗌𝗆𝗈 𝗍𝖾𝖼𝗁𝗈 🖇 𝗿𝘂𝘀𝘃𝗲𝗻𝗲𝘂𝘀𝗮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora