ㅤㅤ﹙ 𝐈𝐈.﹚━━ Venezuela, USA y Rusia no eligieron ni pensaron quedarse juntos en una misma casa, debido a que ONU informó sobre la mala relación de gobiernos entre ellos. Para arreglar los asuntos, cada uno recibieron una propuesta de quién sabe de q...
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Un día bonito, para un viaje ''tranquilo''. Apenas amanecía y el sol resaltaba perfectamente iluminando las calles frías, el reloj marcaba las 8: 35 de la mañana, hora que la organización indicó en que FBI los iría a buscar a sus respectivas casas.
Los tres chicos ya estaban listo para comenzar el viaje, pero estaban esperando que los recogieran, Estados Unidos llevaba tres maletas, Rusia solo uno, y Venezuela dos. Una hora después, una camioneta grande de color negro brillante se estacionó frente al patio principal de aquella mansión perteneciente del estadounidense, todos quedarían impactados a tal hogar deslumbrante, tampoco era para tanto, diría el americano.
El de lentes de sol saludó con entusiasmo al de vestimenta policial mientras este solo rodó los ojos terminando de agarrar las maletas para llevarlas al maletero, era algo normal que no tuviera ningún aprecio hacia el estadounidense, todos creían que era solo un cretino y un maldito egocéntrico, pero nadie sabe que es lo que uno oculta en su interior. Se adentró al coche y dejó a cargo a unas de sus sirvientas la casa.
Luego pasaron a buscar a Rusia pero este no se encontraba en su casa por lo cual le extrañó al FBI, se suponía que le informaron también llevarlo pero cambió de opinión y decidió buscar al venezolano primero y dejar al eslavo de último.
La dirección que llevaba para llegar a la casa del chico de habla hispana era demasiado larga, no se quejaría pero el terreno no le convencía, al parecer vivía en un barrio y había bastante gente por todos lados, niños jugando metras en callejones y viejos tomando cerveza.
Para él era increíble que un país tenga gente carismática y encantadora, a pesar de tener una corrupción alta.
El americano suspiró y miró el ventanal, se sentía incómodo debido a que solo se quedaban en silencio y eso lo ponía un poco nervioso.
─ ¿Puedes poner música? ─preguntó, quería escuchar al menos un sonido que lo calmara, el FBI asintió y encendió la radio moviendo las emisoras con el introductor.
─ ¿Qué tipo de música desea escuchar? ─volteó para ver al americano.
─ Jazz, please.
Ante la respuesta dada, buscó la emisora perfecta para reproducir ese tipo de música, una buena elección para mantener el ambiente tranquilo y poder relajar la mente, él es de buenos gustos.
Unos minutos después, estacionó el auto cerca de una cera para salir y mirar fijamente hacia una casa grande de dos pisos, en el lugar que estaba parado pudo oír unos ruidos castrosos desde aquella residencia, se dirigió a la puerta y tocó fuerte, no parecía que esa fuera su hogar.
─ ¡ABRAN LA PUERTA NOJODA!.
─ ¿Y POR QUÉ NO LA ABRES TÚ, CABEZA E' GUEVO?.
─ MIRA TÚ, A MI NO ME HABLES ASÍ QUE YO TE PARTO ESA CARA, ¿OI'TE?.
