"Irme lejos"

dolor disfrazado de placer

Todo había pasado tan rápido para mi.

Primero bese que carrera.

Luego el me puso contra la pared para seguir besándome.

Y ahora estábamos en el sillón mientras el besaba todo mi cuello.

Quería decirle que se detenga pero era tan dulce que no podía prohibirme que pare.

De ves en cuando subía el tono con el que besaba mi cuello.

Estaba todo ambientado en olor a capelletinis y jadeos y suspiros.

Pude llegar a pensar que nada podía hacerme sentir más extasiado pero no era así.

Mientras exploraba con su boca mi cuello llego a una parte que estaba un poco abajo de mi oreja.

Dejo un solo beso ahí y salió un suspiro mucho más fuerte que los anteriores.

Incluso me aferre de su polera.

El al parecer noto que ahí tenía cierto punto débil y aprovecho eso para dejar ahí besos.

Estaba rogándole en mi mente que no se le pase por la cabeza marcar con un chupeton ahí.

Pero si se le paso por la cabeza.

Empezó a morder y besar como si nunca lo hubiera hecho ahí.

Pude notar como el ambiente se calentaba mucho.

-Ahh,mhm carre.

Entre pequeños jadeos y suspiros podía apenas pronunciar su nombre mientras que el hacía lo que le plasca con mi cuerpo.

Se separo de ahí un momento para sentarse en el sillón.

-Mmh.

Ese fue el último jadeo poco desesperado de la noche.

-Súbete.

Al decir eso hizo una seña a sus piernas.

Tenía 2 partes en ese momento en mi mente.

La que me decia que si me suba y lo deje hasta cojerme si quiere.

Y la que me decia que conservará mi virginidad.

Y le hize caso a la primera.

Me subí a su piernas de forma delicada para no incomodado.

Empezamos en el mismo lugar en el que estábamos.

Empezó  a besar debajo de mi oreja dejando leves marcas de su labios.

Me sentía en el puto paraíso.

Iba todo tan dulce y suave.

Hasta que empezó a mover su pierna.

Bueno, quizás piensen que solo movía su pierna por el peso.

Realmente estaba moviendo su pierna para masturbarme.

En cuanto note eso empeze a gemir más fuerte.

-Rodri, p-para- quería que me haga caso pero no quería que lo hiciera.

-Pa-para.

Habían leves suspiros que seguían mediante el subía su ritmo.

Pero de un momento paro de hacer todo lo que estaba haciendo.

Me sentía aliviado ya que al ser virgen nunca había tenido experiencias así y me estaba acalorando mucho.

-Ivan...?.

-Mh?.- aun tenia la respiración nerviosa.

Estaba tratando de controlarme pero aun así cuando ni me estaba tocando aún seguía suspirando.

-Tu no quieres hacerlo verdad?.

Lo mire extrañado, sabía a que se refería.

Mordi mi labio esperando que el no se sienta mal.

-No estas listo aun.... quizá debí esperar a preguntarte antes de hacerte esto...

Pude notar la tristeza en su forma de hablar.

Estaba triste.

Realmente no estaba listo.

Pero apenas lo sentí tratando de pararse no quise hacerlo sentir mal.

-Rodri,, si estoy listo.... solo estaba ne-nervioso.

Sabía que era mentira.

No estaba listo.

Mucho menos quería.

Pero se supone que cuando amas a alguien pierdes todo por esa persona, incluso haces cosas que no quieres o no?.

El me sonrió y me empujó sobre el sillón para colocarse encima mio y seguir besando mi cuello hasta que quede todo lleno de marcas.

Cuando empezaron nuevamente los jadeos empezaron a salir lágrimas de mis ojos que rodrigo no notaron.

El placer ya no era placer.

Era dolor.

Y los dulces besos que carrera me daba.

Me lastimaban.

Los jadeos dejaron de ser por el placer y empezaron a ser de dolor cada ves que el mordía o besaba cualquier parte de mi cuerpo.

El terro se apodero de mi cuando empezó a desabrochar mis pantalones.

De ser cualquier otra ves estaría exitado y quizás ya tendría una erección.

Pero no había nada.

El empezó a masturbarme de forma rápida.

Quería rogarle que pare pero no podía.

No podía hacerle sentir mal.

No lo haría.

Estaba toda la habitación ambientado en suspiros y calor.

Pero yo me sentía tan frío.

Porque no podía ser alguien normal?.

Luego de un rato recordé las palabras de tomas.

Quizás si soy asexual.

Quizás esto no es lo que deseo.

Quizás rodrigo no es lo que deseo.

Empezó a penetrar mi entrada.

Cuando porfin pude sentir el más mínimo placer empezaron los pensamientos.

Quizás el solo jugaba conmigo.

Y quizás esto es parte de su plan para luego contarle a miles de personas como se cogio al virgen spreen.

Quería detenerlo.

Quize detenerlo.

No podía detenerlo.