Era un sábado a las 6:00 de la mañana y me levanté por la alarma ya que hoy por fin volvía a Barcelona a ver a mi hermano y esta vez iba no iba sola, iba con Ale. Me levanté y me vestí con ropa cómoda. Cogi la maleta y baje a desayunar. Me hice unas tostadas y luego salí ya que me estaba esperando. Fuimos al aeropuerto y nos subimos al avión. En el avión no hablamos mucho ya que estábamos muy nerviosos por la reacción que tendrían los demás ya que no lo sabían.
Bajamos del avión y cogimos las maletas. Cogimos un taxi y fuimos a mi casa.
- Estoy nervioso.
- Estate tranquilo.
- Como querés que esté tranquilo si estoy acá, en Barcelona.
- Como si fuera algo del otro mundo.
- Odio el equipo de Barcelona.
- No me he dado cuenta ni nada.
Al llegar a mi casa entramos y estaba tal cual como la había dejado. Incluso, me parecía más grande que la última vez. Le enseñé habitación por habitación a Ale y cada uno dejo sus cosas.
- Que quieres hacer esta noche?.
- Vamos a una disco.- Se me ocurrió.
- Nah, que acabo de llegar.
- Va, así aprovechas.
- Vale pero solo si no acabas borracha como la última vez.- La última vez, acabe borracha y ni me podía quedar de pie y decía unas cosas increíbles.
Llegó la noche y ya habíamos cenado asique nos preparamos. Yo me puse un vestido pegado negro que hacía que se me marcará la cintura aunque no me gustaba demasiado pero era el único que tenía. Y Ale se puso una sudadera marrón con unos vaqueros azules oscuros. Aún mi hermano no sabía que estábamos aquí ya que le avisaría al día siguiente. Cogí las llaves y salimos. Fuimos directos a una discoteca muy grande que había al lado de mi calle y entramos. Al entrar me entró un olor a tabaco y a alcohol muy grande. Sinceramente no me gustaba mucho ese olor.
- Vamos a la zona VIP.- Dije ya que solo podían ir famosos ahí o gente que tuviera mucho dinero y como sabían que era hermana de Ferran me dejaban.
Le guíe hasta la zona VIP y entramos. Había muy poca gente cosa que me
sorprendió un poco. Pero me sorprendió más una cosa, ver a Pedri con mi hermano en la barra. Intente disimular y hacer como que no los vi pero fue imposible y mire a Ale para ver si el también había visto lo mismo que yo o eran imaginaciones mías.- Tranquila, dudo que te vean. Quieres que vaya yo por ti a la barra?.
- Si, porfavor.
Después de que le dijera eso, el se fue a la barra y pidió las cosas. De mientras, yo me puse a ver el móvil pero mientras pasaban los minutos, notaba que tardaba mucho. Cuando subí la cabeza para ver qué hacía, vi a Ale hablando en la barra con ellos dos. Se le notaba que no le hacía mucha gracia hablar con ellos. Yo me quedé mirándoles para ver si podía escuchar o entender algo, pero era imposible con la música y el humo, hasta que vi que Pedri me miro sin querer un momento, y tuve que disimular.
Hice como que estaba mirando el móvil pero creo que no disimule muy bien cuando vi que se me acercaba Pedri. Yo seguí intentando concentrarme con el móvil, pero justo escuché la voz del canario.- Hola.- Me dijo el.
Yo solo le ignore, no quería hablar con el. Me dolía demasiado saber que en el tiempo que no estuve, me hubiera cambiado tan rápido y yo a él no cuando nos prometimos no irnos con otros.
- Emma, se puede saber por qué no respondes?.
- No quiero hablar ahora, estoy concentrada.- Cosa que era mentira porque se me notaba mucho.
- Ya, claro. Emma, no se que te pasa pero quiero estar bien contigo, si?.
- Pedri, no has cumplido la promesa. Como quieres que esté?.
- Que promesa?.
- En serio? Es una broma, no?.
- Emma, ahora mismo no se qué promesa es.
- La que me dijiste, de no irnos con otro o otra. Pero al parecer, el que no la ha cumplido eres tú.
El no supo que decir, se quedó callado y se fue de nuevo a la barra. Me dolía demasiado estar así con el. Cuando Pedri llegó a la barra, Ale volvió para no dejarme sola de nuevo.
- De que habéis hablado?.
- De nada.
- Nada?.
- Absolutamente nada.
Rato más tarde, fui al baño ya que estaba un poco mareada. El baño de la discoteca era público, era uno solo para hombres y mujeres cosa que no entendía el por qué. Mientras me estaba lavando las manos escuché como Pedri estaba afuera del baño con mi hermano hablando, asique me quedé quieta y apague el agua para poder enterarme, ya que era muy cotilla.
Según lo que escuche, Pedri estaba triste por algo que no sabía asique decidí seguir escuchando.NARRA PEDRI
- Tio, no me quiere hablar.
- Se le pasará, soy su hermano, le conozco desde que nació.
- Tio, todo lo que he perdido no es nada comparado con lo que me importa realmente. Perdí lo que no quería perder, y era la niña de mis ojos. La niña que veía cada mañana, tarde y noche. La niña que con un "hola" me alegraba el día. La niña que más quería en el mundo. Y la perdí por mi culpa, por un error mío que no quería cometer. Quería un futuro con ella, y por mi culpa ya no es posible. Perdí a alguien que me alegraba, me ayudaba, me cuidaba, a alguien a quien realmente amaba. Y ahora no le puedo ni pedir perdón no arreglarlo porque no me quiere ni ver a la cara. Es el mayor error que he podido cometer sin duda, perder a Emma.
- Tío, lo que acabas de decir es muy bonito. Si mi hermana lo hubiera escuchado, estaría llorando o exagerando.
NARRA EMMA
Al escuchar eso me quedé flipando y se me pusieron los ojos llorosos ya que me daba demasiada pena. Pero ahora no quería hablar con el, asique salí del baño y fui directa a Ale.
Pensé que sería buena idea ir a ver el entreno de mi hermano y así poder hablar con mi hermano. Y hablar con Pedri sobre el tema ya que realmente no aguantaba más, me daba mucha pena tener que estar así con el y escuchar hablar así de mi con mi hermano.
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Un futuro con el
RomanceEmma, una chica de 19 años, hermana de un jugador del FCB, sólo quiere centrarse en su vida y no enamorarse de alguien pero lo que no sabe es que conocerá a alguien que le cambiará la vida por completo.