Capítulo 17. No me toques, ¡creo que estás sucio!

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¿A que le tenía miedo? ¿Por que estaba tan asustado?

Con su estatus de joven maestro de una familia noble, ¿cuántos buenos Omegas no se le habían encimado?

Además, él podía simplemente mover los dedos y no sólo los Omegas, sino que incluso los Alfas se meterían en su cama sin dignidad.

Bien educado, encantador, hermoso.... Podía tener de todo y a cualquiera, ¿entonces por qué perder el tiempo con un "desagradecido" como Ji Ran?

Ye Linghan adoptó una postura condescendiente, pero sus dedos agarraron la muñeca de Ji Ran y la apretaron con mucha, mucha fuerza. Y su cuerpo estaba tan tenso que era como si temiera que si lo soltaba, Ji Ran desaparecería de su vista.

—¡Suéltame! Ji Ran sintió un dolor agudo en su muñeca, y después de forcejear un par de veces en vano, trató de empujar lejos al hombre a su lado.

De repente, Ye Linghan aumentó la fuerza de su agarre y lo arrastró hasta un bosque de árboles de ginkgo¹ no muy lejos de allí.

—Ye Linghan, ¡suéltame!

Ji Ran se estaba recuperando de una grave enfermedad y su cuerpo todavía estaba muy débil, por lo que no era rival para Ye Linghan.

Ye Linghan lo empujó contra un árbol de ginkgo y lo intimidó con.... ferocidad.

El pecho ancho y caliente del otro hombre se presionó contra su espalda y, a través de su ropa, Ji Ran pudo sentir que un aliento caliente caía sobre su cuerpo y se estremeció incontrolablemente.

Eso se debía a que su cuerpo era muy sensible a Ye Linghan, y el otro hombre también podía hacer que su cuerpo se excitara con facilidad.

Un destello rojo subió por la mejilla de Ji Ran y bajó por su cuello, tiñendo de rojo su blanca piel. Al ver esa escena, las comisuras de la boca de Ye Linghan se curvaron en un arco maligno y tras inclinarse para presionar la oreja de Ji Ran, dijo: —Mira el aspecto que tienes ahora, ¡realmente eres una puta! Te has sentido muy solo sin mí estos últimos días, ¿verdad?

—No.... ¡No! Ji Ran negó con la boca, pero su cuerpo reaccionó con sinceridad.

—Mira, tu boca dice que no, pero tu cuerpo reacciona a mí.

—...

Ye Linghan ladeó la comisura de los labios en señal de triunfo: —¿Crees que puedes dejarme cuando reaccionas así? Aunque me dejes, no hay forma de que vuelvas a ser un Alfa normal... Un Alfa es el responsable de transmitir la descendencia, pero mira tu aspecto ahora, ¿todavía eres capaz de conseguir que un Beta o un Omega conciban y tengan hijos para tí?

Esas palabras burlonas hicieron que Ji Ran se sintiera increíblemente humillado... En el Continente Longxi, un Alfa era la gloria, era un ser humano perfecto, era un ser superior.

Pero, para amar a alguien, Ji Ran estuvo dispuesto a vivir como el ser más humilde.

Sin embargo, no fue amor lo que recibió del otro hombre, sólo fue humillación e insultos.

No sabía de dónde salió su fuerza, pero Ji Ran se liberó del encierro de Ye Linghan con un solo golpe y aunque su cuerpo estaba temblando, sus ojos negros ahora eran escarlata.

—Ye Linghan, al menos nos amamos durante mucho tiempo, ¿por qué tienes que ser tan despiadado?

Ye Linghan tropezó al ser empujado y miró a Ji Ran con enfado: —¡Vaya forma de reprocharme!

Dió un paso adelante y retorció el brazo de Ji Ran para inmovilizarlo contra el tronco del árbol.

Antes de que Ji Ran pudiera reaccionar, Ye Linghan le abrió la camisa con fuerza.

Ji Ran llevaba una camisa de punto², por lo que la tela era ligera y fina. Ye Linghan era tan fuerte que la camisa se rasgó desde el cuello hasta el pecho, y dejó al descubierto una gran zona de piel blanca.

Desde hace días no había visto a Ji Ran y tampoco lo había tocado, así que al ver su cuerpo desnudo, la respiración de Ye Linghan se volvió agitada y una corriente de calor recorrió todo su cuerpo.

Se lamió los labios resecos y se acercó para intentar besar el hombro de Ji Ran.

Pero tan pronto como sus labios se posaron sobre esa blanca piel, Ye Linghan fue golpeado.

Ji Ran dijo con voz fría: —No me toques, ¡creo que estás sucio!

La mirada de Ye Linghan se hundió bruscamente y con voz severa, dijo: —¿Quién eres tú para pensar que estoy sucio? Deberías estar agradecido de que no me desagrades por ser un inútil, ¿quién te crees que eres? ¿Cómo puedes decir esas cosas delante de mí?

La ropa de Ji Ran fue desgarrada por completo y su camisa estaba casi hecha pedazos.

Cuando Ye Linghan se movió para quitarle los pantalones, Ji Ran tiró de ellos con fuerza y no los soltó, pero aún así no pudo luchar contra él en lo absoluto.

Y al final, sus pantalones fueron arrancados.




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Nota de Traductora:

1. Árbol de ginkgo o cuarenta escudos [银杏树 (Yínxìng shù)]: Es un árbol caducifolio originario de China y uno de los más antiguos del planeta (+300 millones de años), cuyas semillas y hojas se han usado para proteger la salud.

2. Camisa de punto: El término "de punto" se le otorga a una prenda que tiene la versatilidad de adaptarse a cualquier escenario de diseño, ya que permite verse elegante pero también casual.

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