Capítulo 28. ¿Qué pasa con ese carácter? ¡Es un completo desastre!

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Después de que Ji Ran colgara la llamada, Gan Rui le devolvió el teléfono a Ye Linghan.

Al ver la pantalla del teléfono, Ye Linghan se dió cuenta de que la llamada sólo duró unos diez segundos y con el ceño fruncido, preguntó: -¿Qué acabas de decirle?

Gan Rui dijo: -Nada, solo le dije que estabas en la ducha y simplemente colgó el teléfono.

El ceño de Ye Linghan se frunció aún más, y su corazón estaba particularmente molesto.

Deliberadamente había dejado que Gan Rui provocara a Ji Ran, sólo para obligarlo a que admitiera su error y le suplicara que volviera con él.

Pero aunque la llamada había sido colgada hace mucho tiempo, ¿por qué Ji Ran no volvió a llamar?

'¿Qué pasa con ese carácter? ¡Es un completo desastre!'

Cuando Ye Linghan tiró el teléfono a un lado, su rostro era sombrío y un aura de molestia estaba por todo su cuerpo.

-Joven maestro Ye, ¿por qué no contestaste la llamada de Ji Ran hace un momento?

Gan Rui podía ver lo mucho que Ye Linghan se preocupaba por Ji Ran, y no podía entender por qué había hecho un movimiento tan provocador.

¿Acaso no sabía que lo que acababa de decir haría sentir mal a Ji Ran?

-¡No quería contestar! -Ye Linghan miró de reojo a Gan Rui y preguntó: -¿Cuándo estarás en celo?

Gan Rui calculó el ciclo de su celo y dijo: -Dentro de cinco días.

-¿Cómo es posible que aún falten cinco días? -La mirada de Ye Linghan era oscura y fría: -¿Te inyectaste un inhibidor?

-Entre en celo hace tres días, pero estabas en un viaje de negocios, así que tuve que inyectarme un inhibidor.

-...

Gan Rui dijo con impotencia: -¿Acaso debo dejar que otro Alfa me marque?

-Aunque estés en celo, yo no te marcaré. -Ye Linghan enfatizó: -No olvides que acordamos que sólo eres un sustituto.

-Pero si no me marcas, el tío Ye sospechará. -Gan Rui señaló su muñeca, dónde se encontraba la glándula: -La marca temporal es roja, y la permanente es azul... Si no tengo la marca azul y quedó embarazado, el tío Ye sabrá que soy sustituto que utilizas como vientre en alquiler.

Ye Linghan dió unos golpecitos con los dedos en su pierna y murmuró: -Yo me encargaré de revolver el problema de la marca, solo llámame cuando estés en celo y definitivamente tendré una solución.

-De acuerdo.

Gan Rui no dijo nada más, y salió del dormitorio de Ye Linghan.

Sin nadie más en el dormitorio, Ye Linghan se quitó el disfraz de indiferencia de la cara y agarró rápidamente su teléfono.

Pero no había mensajes de texto, ni WeChats... Ji Ran realmente no había vuelto a ponerse en contacto con él.

-¡Maldición!

Ye Linghan sentía que Ji Ran se estaba volviendo cada vez más aburrido.

En el pasado, si había el más mínimo indicio de que Ye Linghan iba a abandonarlo, Ji Ran rápidamente inclinaba la cabeza y le rogaba que volviera con él.

Pero aunque hoy había dejado que Gan Rui lo provocara, ¿por qué Ji Ran no reaccionó en absoluto?

Al instante, Ye Linghan entró al sistema de vigilancia en su teléfono y revisó las cámaras de la villa.

Después de revisar muchos lugares, finalmente encontró a Ji Ran en el balcón y vió que sostenía el teléfono móvil cerca de su oído, por lo que debía estar atendiendo una llamada.

Al activar el micrófono de la cámara, Ye Linghan pudo oír su conversación.

[-... ¡Muchas gracias! He recibido el dinero, y prometo que te lo devolveré lo antes posible. Además, te invitaré a cenar dentro de unos días... ¡Realmente tengo que agradecértelo!]

[-Eso no es necesario, pero... ¿puedo tener una garantía?]

[-No tengo nada de valor para empeñarte ahora mismo, pero hay un reloj que es un modelo hecho a medida y me han dicho que vale 50 millones de yuanes, así que te lo puedo dejar por ahora... Y cuando te haya devuelto el dinero, puedes darme el reloj de nuevo.]

En la pantalla, Ye Linghan vió que Ji Ran sostenía su teléfono en una mano y una caja de terciopelo en la otra.

Por el aspecto de la caja, Ye Linghan la reconoció como el regalo de cumpleaños que una vez le dió a Ji Ran.

'Ji Ran, ¡eres increíble!'

'¡Puedes regalar tan fácilmente cualquier regalo que te doy!'

La cara de Ye Linghan era muy sombría, y los dedos que sostenían el teléfono crujían de tanto apretarlo.

Sin perder más tiempo, Ye Linghan se levantó del sofá para agarrar su abrigo y salir del dormitorio.

Ahora, Ye Linghan sentía que había demasiado amable con Ji Ran y como el tiempo de encierro no lo había hecho pensar en sus errores, hoy debía ir a castigarlo.

'Se lo mostraré, ¡le mostraré quién es el que manda!'

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